Un adolescente de Foxborough, Massachusetts, que sufría una enfermedad genética que acelera el proceso de envejecimiento murió a los 17 años.
Sampson Berns falleció el viernes pasado debido a complicaciones asociadas con el síndrome Hutchinson-Gilford, comúnmente conocido como progeria, que le fue diagnosticado cuando tenía 22 meses.
Tras comprobar que se sabía muy poco de esta enfermedad y de su tratamiento, sus padres crearon la fundación The Progeria Research Foundation, sin fines de lucro.
El joven protagonizó un documental de HBO titulado iLa vida según Sam/i, que se encuentra entre los posibles nominados a los premios Oscar de 2014.
Ese filme contribuyó a dar a conocer esta enfermedad, que causa la degeneración musculoesquelética y problemas cardiovasculares asociados al envejecimiento.
La progeria es una enfermedad genética de la infancia extremadamente rara que se caracteriza por un envejecimiento brusco y prematuro en niños entre su primer y segundo año de vida. Se estima que afecta a uno de cada 7 millones de recién nacidos.