Fereidoun Abbasi hizo el anuncio al ceder su cargo a su sucesor Alí Akbar Salehi, designado por el nuevo presidente Hasan Rohani.
Abbasi dijo que los 10.000 centrífugos que están en operación son de un modelo más antiguo, el IR-1, mientras otros 7.000 del mismo modelo están listos para ser instalados junto con más de 1.000 de un nuevo modelo más avanzado.
Estados Unidos y sus aliados temen que Irán busque producir armas nucleares. Teherán afirma que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
El flamante presidente había dicho que estaba dispuesto a entablar "negociaciones serias" para calmar las inquietudes de las grandes potencias, pero que no renunciaría a su "derecho inalienable" a desarrollar un programa nuclear.
"Estamos dispuestos a negociaciones serias sin pérdida de tiempo" con las potencias del grupo 5+1 (EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Alemania), declaró Rohani, que agregó que está "seguro de que si la otra parte está dispuesta, las preocupaciones (de los países occidentales) serán resueltas rápidamente".
Israel y las potencias occidentales acusan a Irán de querer fabricar una bomba atómica desarrollando un programa nuclear militar encubierto detrás de un programa civil. Irán siempre desmintió esta hipótesis. A pesar de varias rondas de negociaciones, Irán y el grupo de los 5+1 no lograron hallar una salida a la crisis. Pero la elección de Rohani, que sucedió a Mahmud Ahmadinejad, creó cierta esperanza de reanudar las negociaciones.