Ya no hay más "casa de los horrores" en Cleveland, Ohio. Ante la atenta mirada de Michelle Knight, una de las cautivas, las máquinas topadoras destruyeron, una a una, las maderas que conformaban la estructura de la vivienda.
"Me siento verdaderamente liberada cuando pienso que tantas personas me ven como una heroína y un modelo, y me gustaría que eso continúe", dijo Knight, de 32 años, a un grupo que aclamaba los golpes de la excavadora contra la casa.
La semana última, Ariel Castro, su secuestrador, fue condenado a 1.000 años de prisión por sus abusos. En su declaración, el acusado dijo que no era un "monstruo", y evitó la pena de muerte gracias a una declaración de culpabilidad.
Knight, Amanda Berry, de 27 años, y Gina DeJesus, de 23, habían sido secuestradas entre 2002 y 2004, cuando no tenían más que 20, 16 y 14 años respectivamente. Durante su secuestro, fueron golpeadas y violadas en numerosas ocasiones.
Amanda Berry tuvo una hija, Jocelyn, nacida en cautiverio y ahora de seis años. Análisis de ADN demostraron que es hija de Castro.