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El francés Jean Alesi, piloto Ferrari entre 1991-95, apoyó el "tirón de orejas" que el presidente Luca Cordero di Montezemolo propinó a Fernando Alonso. "Le hizo entender claramente quién manda en el equipo, que no está subordinado a Alonso", expresó.

Más duro fue el italiano Arturo Merzario, que corrió para la escudería de Maranello a principios de los años 70 y quien afirmó que si estuviese vivo el mítico Enzo Ferrari, tras dichos como los del español, "no lo dejaba siquiera entrar más en su oficina".

Alonso dijo que como regalo de su reciente cumpleaños le hubiese gustado recibir "una máquina como las de los otros", por sus competidores en el Mundial de Fórmula 1, lo que suscitó un reproche público de Luca di Montezemolo, presidente de la escudería.

"Yo también tenía un auto desastroso, pero siempre defendí a la escudería y a sus hombres", declaró Ivan Capelli, que en 1992 corrió 15 GP para Ferrari antes de ser defenestrado. Aunque agregó que "a Alonso también hay que entenderlo", pues "es demasiado el tiempo que viene corriendo atrás de sus rivales".

Cesare Florio, director general de Ferrari entre 1989 y 1991, opinó que "la frustración de Alonso es comprensible, pero la reacción que tuvo Montezemolo ha sido la justa, en el equipo debe volver a reinar la dialéctica".

Luego de su quinto puesto en el GP de Hungría, Alonso cayó al tercer lugar en el Mundial de Pilotos, con 133 puntos, uno menos que Kimi Raikkonen (Lotus), escolta del líder del alemán Sebastian Vettel (Red Bull), quien suma 172 unidades.

Ferrari desmintió haber ofrecido a Raikkonen una butaca para el Mundial de 2014, para sustituir a Alonso o al brasileño Felipe Massa, luego de la afirmación, este jueves, del diario alemán Sport Bild. Según ese medio, Ferrari ofreció 15 millones de euros más bonus y el patrocinio de una escuadra de motocross que Kimi tiene en Finlandia.