Asimismo mencionó a otros tenistas. Recordó al sueco Robin Soderling, quien se retiró por estar supuestamente enfermo después de ganar en 2011 el torneo de Bastad y remarcó: "Alcanzó el nivel más alto de su carrera y al día siguiente me dicen que no puede jugar al tenis. Me parece increíble".
Consultado sobre el rol de las federaciones y su complicidad con el tema sostuvo que "al igual que en cualquier lugar, siempre hay gente a la que se puede comprar" y resaltó que hace una década, el dopaje en este deporte era "escandaloso".
El belga además aseguró que recibió amenazas por parte de la ATP para que no volviera a hablar del asunto y agregó que para él "en lugar de toda esta hipocresía", se plantea si no sería "mejor legalizar el dopaje" aunque subrayó los riesgos de estas conductas.
Sobre el caso del exciclista Lance Armstrong, Rochus consideró que puso de manifiesto que cualquier deportista puede superar un test antidopaje, sin que ello signifique que no se ha dopado. "Los controles antidopaje no sirven en mi opinión para mucho y no prueban nada", dijo.
Además agregó que para él "Armstrong seguirá siendo un gran deportista, dopado o no dopado. Los otros, también, porque en definitiva los esfuerzos los hicieron", según informa el diario español AS en su versión online.
Luego aseguró que el problema del dopaje es que si se tienen buenos médicos se puede tener acceso a productos que pueden hacerlo indetectable.