Cómo decidirse a dejar una adicción

La obesidad, el tabaquismo y demás adicciones pueden ser curadas, pero no únicamente gracias a medicamentos y tratamientos. La mente de la persona debe estar dispuesta y abierta. Acá, una opción para lograrlo

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En estos tiempos, en que las horas no pasan sino que corren y las obligaciones resultan constantes y diarias, pensar la salud únicamente como la falta de enfermedad resulta insuficiente. El bienestar físico debe estar acompañado por la satisfacción del alma y del espíritu. Pero no es tarea fácil alcanzar tal estado, de hecho no es algo común encontrar a muchas personas que lo hayan logrado.

Además, entender la salud como un trinomio significa un crecimiento de los malestares a tratar. Ya no son sólo las manifestaciones corporales las que tener en cuenta para sanar, sino las psíquicas y hasta las en una primera instancia consideradas como estéticas.

Es que hoy en día, la falta de descanso, los nervios, la necesidad de optimizar tiempos y la exigencia de hacerlo todo bien conlleva a malas elecciones que producen daño al cuerpo.

La ingesta de comida rápida, el cigarrillo, las bebidas alcohólicas, los antidepresivos y las drogas son el escape fácil que encuentran las personas que buscan un momento de satisfacción o relax. Sin embargo, este abuso resulta el ingreso a una problemática aún mayor.

El Sanatorio Diquecito, situado en un rincón del valle del Río Suquía, en la reserva natural BAMBA, se especializa justamente en trabajar con todo este nuevo abanico de problemas en un ambiente particular para que la cura sea placentera y lleve a un verdadero cambio de vida. La sincera sanación es la que perdura en el tiempo.

Una de las especialidades del sanatorio es ayudar a sus pacientes a bajar de peso. Para ello, un equipo médico especializado está a disposición de los que decidan hospedarse aquí y concretar su objetivo. La idea es perder kilos de manera rápida, pero a la vez sin sufrimientos ni riesgos. Si bien el tratamiento se focaliza en una dieta, está acompañado por actividades físicas que resultan esenciales para sentirse mejor.

Otra de las especialidades del sanatorio es la desintoxicación psicofísica. Las adicciones a las drogas y al alcohol son tratadas aquí con la más absoluta profesionalidad. El objetivo de estos tratamientos es lograr que el paciente desarrolle una estrategia que logre sacarlo de la dependencia. Asimismo, la idea es que el paciente comprenda que está afectado por una enfermedad, que nada tiene que ver con su carácter, y que la misma es tratable, por lo que la recuperación total es posible.

Entre los problemas a tratar también está el stress, muy común hoy en día debido a la vorágine en la que se vive, entre papeles, reuniones, urgencias y teléfonos que no paran de sonar. El equipo profesional e interdisciplinario de Diquecito evalúa la necesidad de cada persona y a partir de allí esboza un plan para lograr el alivio tanto mental como físico. Siempre, claro, con el objetivo fundamental de comprender que la solución no es una mera cuestión temporal, sino que debe ser sostenida en el tiempo, para que los síntomas no regresen una vez abandonado el sanatorio.

Claro que también uno puede visitar Sanatorio Diquecito para descansar de la rutina y encontrar tranquilidad. La naturaleza que lo rodea, el clima agradable y la amabilidad del personal invitan a disfrutar de las actividades. Piletas, gimnasio, sauna, caminatas, clases de bailes, un placentero servicio de wellness y la mejor atención médica provocan que uno se vaya con todas las ganas de volver.