La famosa lechuza, vivía en el techo del estadio "Roberto Meléndez" del club Junior de Barranquilla y formaba parte de una familia de aves que el equipo adopta como mascotas. Como en cada ocasión que se juega allí, la lechuza comenzó a volar, pero esta vez descendió en pleno campo y recibió un pelotazo que la aturdió.
En ese instante, el árbitro del juego detuvo las acciones para asistirla. Pero Moreno, marcador central del Pereira, se acercó y le dio una patada para correrla a un costado del campo de juego. El hecho desencadenó en el repudio de los aficionados locales, que comenzaron a corear en su contra al grito de "asesino, asesino".
Las autoridades ambientales de Colombia iniciaron esté lunes un proceso contra el panameño, quien fue duramente increpado en la cancha por varios jugadores del equipo local y explicó: "No fue mi intención hacerlo de esa manera". Al mismo tiempo que reconoció querer a los animales y tener mascotas en su casa.
Además, aseguró que aceptará cualquier sanción que recaiga sobre él. "Me disculpo ante todo el país y más ante la hinchada de Barranquilla porque fue una acción muy grave, y si recibo alguna sanción, pues la tomaré", señaló en rueda de prensa.
La sanción no implica que vaya a ir a la cárcel o deba pagar una excesiva multa, ya que en Colombia no existen castigos penales para el maltrato a los animales. Los medios locales reportaron este martes el fallecimiento de la lechuza.