Agassi confesó haber consumido drogas

Fue una revelación en su autobriografía que será publicada el mes que viene. Admitió haber consumido metanfetaminas en 1997, su peor año, cuando jugó poco y salió del top 100. Le mintió a la ATP

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 AP 162
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La escena según el propio relato de Agassi ocurre sentado con un asistente, al que llama Slim. Y el diálogo es reproducido: "¿Querés volar conmigo? Consulta el asistente. ¿Con qué? Gack. ¿Qué demonios es Gack? Crystal meth. ¿Por qué lo llaman Gack? Porque es el sonido que tu haces cuando estás volado... Te hace sentir como Superman, amigo".

Luego recuerda que "Slim tira una pequeña pila de polvo en la mesa de café. La corta y la aspira. La corta de nuevo y yo aspiro un poco. Me reclino en el sillón y considero el Rubicón.

Señala luego que "hay un momento de arrepentimiento, seguido de una vasta tristeza. Luego viene una corriente fuerte de euforia que barre con cada pensamiento negativo en mi cabeza. Jamás me había sentido tan vivo, tan optimista, y nunca con tanta energía".

Continúa: "me invade un desesperado deseo de limpiar. Recorro mi casa, limpiando de principio a fin. Desempolvo los muebles, frego la bañera, hago las camas...".

Recuerda luego que la peor noticia le llegó cuando caminaba por el aeropuerto de Nueva York. Lo llamaba un médico de la ATP, que le contó que había dado positivo en un examen antidoping. En ese momento, Agassi eligió el camino de la mentira. Le escribió una carta a la ATP "con mentiras mezcladas con pizcas de verdad". Allí contó que Slim, a quien despidió, era conocido por su adicción, que mezclaba las anfetaminas en sus bebidas, lo cual era cierto. "Y llegué a la mentira central de esto, en decir que accidentalmente tomé una de las bebidas de Slim...".

Por todo esto Agassi dice sentirse avergonzado y el libro es su forma de contarlo.

La noticia apareció en el Twitter de un periodista de Sports Illustrated, aunque fue removida rápidamente. New York Daily News fue el primer diario en publicar la noticia según informa el diario Olé

La metanfetamina es una clase de anfetamina más potente, que se puede fumar, ingerir, inhalar o inyectar. Según los especialistas, el consumidor siente una estimulación rápida, una sensación de euforia que puede durar de seis a ocho horas y disminución de apetito.