Federer va al torneo en busca de su quinto título consecutivo, pero sin haber obtenido ningún campeonato de Gran Slam este año por primera vez desde el 2002. Federer fue vencido por el español Rafael Nadal en la final del Abierto de Francia y de Wimbledon, y también vio cómo el mallorquín se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos la semana pasada.
El jugador helvético tiene el récord de 237 semanas consecutivas como número uno del ránking ATP. Federer dijo que le podría ser beneficioso no tener la presión de ser el principal favorito sobre los hombros.
"Por cinco años, se esperaba que yo ganara todos los torneos que jugaba, por lo tanto ahora cambia un poco", dijo a periodistas el sábado en Flushing Meadows. "Rafa ahora sentirá lo que yo he sentido por un tiempo muy largo. Será interesante ver cómo lo maneja, pero hasta ahora ha sido un grande y ha jugado demasiado bien en todas las superficies", agregó.
"Quizás es bueno ir a un torneo de Grand Slam por un cambio sin tener el número uno cerca mío", puntualizó.
A vista de la mayoría de la gente, alcanzar las semifinales del Abierto de Australia y la final de Roland Garros y Wimbledon representaría un buen año. Pero al tener tres coronas de Gran Slam tanto en el 2006 como en el 2007, Federer se siente en lo más alto de los estándares y dijo que una gripe al comienzo del año tuvo un efecto mayor en él de lo que pensaba.
"Quizás he estado jugando un poco para ponerme al día a través de toda la temporada", comentó. "Para llevarse un Gran Slam, eso toma como 20 días de práctica. Eso es mucho para nosotros", añadió.
"Tengo que tomar esto un poco más paso a paso. He estado muy consistente, incluso este año en los Gran Slam", señaló. "Rafa ha jugado maravilloso por lo que se merece el número uno. Ahora él es favorito en todas partes, incluso en canchas duras, porque ha jugado muy, muy bien", concluyó el otrora número uno del mundo.
Nadal, feliz
Por su parte, Rafael Nadal aseguró que "la presión es la misma (...) Cuando quieres ganar la meta y la presión son siempre las mismas".
"Estoy muy feliz de ser el número uno. Es una gran satisfacción después de un largo tiempo siendo el número dos. Pero al mismo tiempo no cambia nada", agregó.
Nadal pasó un total de 160 semanas sucesivas como número dos del mundo antes de terminar con el reinado del maestro suizo de 237 semanas en lo más alto.
"Este es el último grand slam de la temporada, así que va a ser muy importante para todos", comentó el español. "Si juego un buen torneo aquí, tendré posibilidades de seguir siendo el número uno por más tiempo", concluyó.