Villalón, antiguo dirigente del PJ mendocino, es señalado como el hombre que utiliza el gobernador Celso Jaque para ?devolver? los favores políticos.
Una investigación realizada por MDZ online, señala que Villalón controla el Departamento General de Irrigación ante la pasividad de medio gobierno mendocino y el propio superintendente que tiene esa delegación, Eduardo Frigerio.
Además, sus influencias en el poder se extienden a través de sus hijos. Es que Sergio Esteban, es vocal del Honorable Directorio Provincial de la Vivienda y es uno de los tres funcionarios que están por debajo del titular del organismo.
Su otro hijo, Jorge Andrés, es uno de los grandes privilegiados de la caja destinada a la pauta oficial de la provincia. Además, es el dueño de la agencia Neuro, que tiene a su cargo la propaganda jaquista. Un dato: en sólo ocho meses su facturación ya es millonaria.
El cliente preferido de Neuro es el Estado provincial. Villalón hijo monopoliza la producción publicitaria del gobierno de Jaque y es quien saca las fotos, quien filma los spots, quien arma los carteles que saldrán en la vía pública y quien diseña las campañas gráficas, entre otras actividades.
Los negocios desde el poder
Desde el primer piso del edificio de Barcala y España, en donde el superintendente tiene su despacho, Villalón encabeza las reuniones que derivan en medidas claves de la administración jaquista, como la desactivación del equipo del Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) y que conformaban un grupo de técnicos que desde hace años venía trabajando en la gestión de créditos del BID.
Villalón está acusado también de participar en otras cuestiones más complejas. Una de ellas fue el nuevo armado del organigrama del DGI, para colocar a una contadora afín, Tieppo, como jefa de Gabinete.
Fue también quien decidió dar de baja a unos 30 contratados hacia finales de junio y fue quien, tras el revuelo que se armó, se sentó luego a negociar con el sindicato de los trabajadores del Departamento.