se erigió desde hace más de una década como el patrón de la defensa argentina y resulta extraño imaginar al equipo albiceleste sin su presencia. Sin embargo, sus 34 años, la edad con la que llegará al próximo Mundial (37) y su protagonismo en las fotos más tristes de la Selección en los últimos años preparan el escenario para un cambio.
Debutó en la Mayor el 16 de noviembre de 1994, con caída ante Chile por 3-0. Tuvieron que pasar diez años para que el "Ratón" pegara su primer grito con esa camiseta: fue en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Precisamente en esas dos competiciones, acaso las más importantes a nivel de selecciones, el defensor se quedó con la peor parte, ya que
.
La primera fue en
, en los cuartos de final ante Holanda. Tras un envío que cruzó casi tres cuartos de cancha,
lo hizo pasar de largo y definió ante un
prácticamente vencido. La Selección dirigida por
quedaba eliminada del Mundial.
Un año después, ya con
en el banco, Argentina fue a disputar la
. Luego de superar una traumática primera fase, donde fue goleada por Colombia (3-0) en la famosa noche en que
desperdició tres penales, se encontraba con Brasil en cuartos.
El equipo albiceleste comenzó ganando con un tanto de
. Pero
y
se encargaron de dar vuelta el resultado. Cuando restaban 12 minutos para la finalización del partido, Argentina se encontró con la posibilidad de igualar el partido mediante un penal. Descartado Palermo, Ayala tomó la responsabilidad y
detuvo su disparo. Otra derrota dolorosa.
Después de no poder disputar el
por una lesión, la flamante incorporación argentina del Zaragoza llegó a Alemania 2006, donde tuvo una buena actuación en los partidos de la primera fase. Una vez más la historia se cerraría en los cuartos de final.
Ayala marcó el gol que le dio la ventaja al equipo argentino ante el local.
emparejó el partido cerca del cierre y la historia se proyectó a los penales. Allí, el arquero
le detuvo un penal que terminaría siendo decisivo para una nueva frustración.
La última desgracia de Ayala ocurrió ayer, en la final de la
ante el rival que más duele perder. Brasil se impuso por 3-0 y en los dos primeros goles hubo responsabilidad del número 2. En el primero, dio la sensación de que no apretó demasiado a
para impedir que sacara ese derechazo que se coló en el ángulo superior izquierdo de Roberto Abbondanzieri
propia puerta.
Ayala ha defendido la camiseta de la Selección por años y ha tenido también grandes actuaciones. Pero algunas huellas son imborrables y el paso del tiempo le muestra las últimas cartas.