Si algo necesita el nuevo programa del 13 sobre cirugías estéticas es operarle la frialdad a su conductora, reducir los textos leídos a cámara y extirparle los momentos en donde Karina Mazzoco intenta ser la Carrie Bradshaw argentina, personaje central de la exitosa serie Sex and the City.
Sarah Jessica Parker interpretaba a Carrie, una periodista adicta a la moda y el sexo en Nueva York. La serie se despidió de las pantallas el año pasado. Más allá de la calidad de algunos informes, Transformaciones pierde por ese afán de la conductora de mostrar sus curvas, su vestuario ajustado y su permanente pose sexy.
Esta postura la convierte en una muñequita linda que sólo lee un texto insinuándose al televidente sin tratar de emocionarlo ni informarlo, sólo busca atraerlo.
En varias tomas, se ve a Mazzoco leer su laptop, preguntar obviedades como ?¿qué sentías en en ese momento?? y lucir sus jeans ajustados subiendo a un taxi; situación muy similar a su alter ego Carrie Bradshaw. Demasiado.
El programa interesaría si profundizara en buenos informes, como el de la mujer sanjuanina que se transformó en hombre en el primer capítulo, pero no en temas y testimonios trilladísimos como la obesidad y los repetidos consejos del doctor Cormillot.
"Sólo faltan dos operaciones", repetía Karina Mazzoco en el primer envío.
Es cierto: operar a la conductora de los tics de Sex and the City y extirparle
su afán por brillar más que el producto en sí.
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