Un estudio publicado en "The New England Journal of Medicine" ofrece una vía adicional cuando no es posible utilizar otras arterias o cuando el paciente requiere un bypass múltiple. En este caso lo que se utiliza es la arteria radial, que es la que irriga el brazo hasta la mano.
La ventaja que ofrece esta nueva alternativa, es que las complicaciones en el brazo y la mano son más escasas.
Para llegar a esta conclusión los investigadores siguieron a 400 pacientes que se sometieron a un triple baypass coronario. En todos los pacientes se utlizaron injertos de arterias mamarias, radial y de vena safena.
Al año los pacientes fueron sometidos a una prueba de contraste para evaluar la permeabilidad de los puentes. Se verificó una reducción del 40% del riesgo relativo de estrechamiento en el bypass de la arteria radial.
Respecto a los efectos adversos de la extracción de la arteria del brazo, al año sólo el 1% de los pacientes refirió síntomas neurológicos moderados o severos (dolor, entumecimiento, hormigueo...).
Los autores concluyen que sus resultados sugieren la mayor proclividad de la vena safena a sufrir daños ateroscleróticos (lesiones en la pared del vaso) a corto plazo, en comparación con la radial. El riesgo de aterosclerosis acelerada de la vena de la pierna es un fenómeno conocido. De ahí que especulen con que la «superioridad» de la arteria del brazo será «aún mayor» transcurridos cinco o 10 años.
Fuente: el mundo salud.