Los bebés expuestos al maní tienen menos probabilidades de ser alérgicos años después, según un estudio

Los niños que consumen productos de maní desde la infancia tienen significativamente menos probabilidades de desarrollar alergias al maní en la adolescencia temprana, según un estudio publicado el martes 28 de mayo en la revista NEJM Evidence. El estudio, que siguió a más de 500 participantes hasta la edad de 12 años, confirmó lo que habían encontrado investigaciones anteriores, pero siguió a los niños durante más tiempo que la mayoría de los trabajos anteriores.

Michelle F. Huffaker, una de las autoras del estudio y directora de medicina traslacional de la Universidad de California en San Francisco, dijo que era “extraordinario” poder demostrar que la exposición temprana al maní se correlacionaba con una tasa más baja de Alergia al maní que dura al menos hasta los 12 años.

“Ciertamente, era lo que esperábamos ver”, dijo. Otro estudio, conocido como ensayo LEAP, examinó a niños de hasta 5 años, pero “no estaba claro que ese fuera necesariamente tiempo suficiente para demostrar la tolerancia a largo plazo”, añadió.

“Nos encantaría hacer correr la voz a más familias y llegar a personas que tal vez no sepan sobre esto”, dijo. Muchos padres siguen preocupados por darles a sus bebés productos de maní y no saben si son seguros y recomendados por los expertos, según encontró un estudio el año pasado.

La Academia Estadounidense de Pediatría comenzó a recomendar en 2017 que los niños deberían comenzar a consumir maní a partir de los 4 a 6 meses. La directriz, adoptada después de la publicación del ensayo LEAP, fue una reversión del consejo anterior, publicado en 2000, que decía a los padres que evitaran el maní para sus bebés hasta al menos los 3 años.

Las autoridades sanitarias han advertido que el maní entero, el maní picado y la mantequilla de maní pueden representar un peligro de asfixia para los bebés. La mantequilla de maní se puede untar finamente sobre otros alimentos o mezclar con leche materna, fórmula o purés, mientras que el maní se puede moler finamente para reducir el riesgo.

Huffaker dijo que para exponer a un bebé al maní, “hay varias opciones, pero la simple mantequilla de maní mezclada en agua tibia puede funcionar para un niño de 4 meses; no necesita ser nada más sofisticado que eso”.

Los investigadores del estudio NEJM Evidence, dirigido por el King’s College de Londres, la Universidad de California en San Francisco y el Servicio de Alergia Infantil de Guy’s and St Thomas’ NHS Foundation Trust en Londres, examinaron previamente las alergias al maní en niños de hasta 5 años, nuevamente a los 6 años, y luego continuó siguiendo al grupo durante otros seis años para el último estudio.

Aproximadamente a los 12 años, el 15,4 % de los niños que habían evitado el maní desde la infancia hasta los 5 años habían desarrollado una alergia, en comparación con el 4,4 % que había consumido maní. Las cifras son más altas de lo que se esperaría en la población general porque el estudio examinó a niños que ya tenían un mayor riesgo de tener alergia al maní, como niños con alergia al huevo o eczema, dijo Huffaker.

Las alergias alimentarias entre los niños en los Estados Unidos se duplicaron entre 2000 y 2018, según un análisis del Washington Post de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del año pasado. Múltiples causas probables incluyen la subexposición de los niños a sustancias potencialmente alergénicas. En varios grupos de edad, la tasa de prevalencia de alergia al maní en los Estados Unidos estuvo entre 0,6 y 2,6 %.