Un bloqueo estadounidense a los envíos de petróleo venezolano amenaza con reducir la producción y recortar hasta la mitad las exportaciones del principal recurso del país, en un escenario de mayor presión económica y política sobre Venezuela, según expertos del sector energético.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el martes un “bloqueo total y completo” de los petroleros sancionados que el régimen de Venezuela utiliza para eludir un embargo petrolero estadounidense vigente desde hace seis años. El anuncio representó una escalada de la ofensiva de Trump contra el dictador Nicolás Maduro.
Desde septiembre, Estados Unidos desplegó una presencia naval significativa en el mar Caribe y lanzó ataques contra decenas de presuntas embarcaciones vinculadas al tráfico de drogas. Maduro sostuvo que el despliegue cerca de su país forma parte de un plan para derrocarlo y “robar” el petróleo de Venezuela bajo el pretexto de una operación antidrogas.
¿Cuál es el panorama actual?
El régimen de Venezuela elude desde hace años un embargo estadounidense a las exportaciones de crudo mediante ventas con fuertes descuentos, principalmente a China. Trump afirmó que esos ingresos financian “el narcoterrorismo, el tráfico de personas, el asesinato y el secuestro”. El país posee reservas estimadas en unos 303.000 millones de barriles, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), más que cualquier otra nación.
Años de mala gestión y corrupción redujeron la producción desde un pico de más de tres millones de barriles por día a comienzos de la década de 2000 hasta un mínimo histórico de 350.000 barriles diarios en 2020. En la actualidad, la producción ronda el millón de barriles diarios, cerca del 2% del total mundial.
Antes de la orden presidencial estadounidense, Venezuela vendía su petróleo con descuentos de hasta 35% frente al precio de mercado, según Francisco Monaldi, economista del Baker Institute, un centro de estudios de Texas. La petrolera estatal PDVSA afirmó el miércoles que las exportaciones “continúan con normalidad” y que “los buques petroleros vinculados a las operaciones de PDVSA continúan navegando con plena seguridad”.
La semana pasada, el ejército de Estados Unidos confiscó un petrolero denominado “fantasma”, el M/T Skipper, que transportaba más de un millón de barriles de petróleo venezolano en violación de las sanciones estadounidenses. Washington prometió conservar el cargamento.
Un análisis de AFP, con datos de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos y la Organización Marítima Internacional, identificó alrededor de 600 petroleros bajo sanciones estadounidenses en todo el mundo, de los cuales 23 integran programas dirigidos a Venezuela. Seis de ellos recibieron sanciones la semana pasada.
¿Qué se proyecta para el corto y mediano plazo?
Expertos prevén que Caracas enfrente mayor presión para profundizar los descuentos en el mercado negro, incluso cuando los precios internacionales del crudo subieron temprano el miércoles tras el anuncio del bloqueo estadounidense. “Se espera que los descuentos en el precio del barril se aceleren y probablemente disuadirán a muchos petroleros de ir a Venezuela”, dijo Monaldi, quien anticipó “una disminución dramática”.
El economista estimó que las exportaciones podrían caer hasta la mitad, “dependiendo de con qué frecuencia los petroleros sancionados… sean confiscados”. Tras la incautación del Skipper, PDVSA no cargó nuevos buques cisterna durante seis días, según una fuente parlamentaria que habló con AFP bajo condición de anonimato. “Eso va a crear un problema serio porque (PDVSA) tiene como máximo 15 días de capacidad de almacenamiento”, afirmó la fuente.
Monaldi señaló que el almacenamiento resulta costoso y que “el resultado más probable es que cierren la producción”, con una caída cercana a 400.000 barriles diarios.
¿Qué ocurre con los compradores del crudo venezolano?
La orden de Trump no afectó por el momento los envíos a Estados Unidos de Chevron, que opera en Venezuela bajo una licencia especial. La empresa representa alrededor del 10% de la producción venezolana, aunque no puede transferir dinero al gobierno y paga impuestos y aranceles en crudo, lo que reduce el ingreso de divisas para Caracas.
“La licencia otorgada a Chevron en julio le permite tomar el 50 por ciento de lo que produzcan las empresas mixtas que opera con PDVSA”, explicó a AFP Oswaldo Felizzola, investigador energético venezolano de la escuela de negocios IESA.
La consultora Capital Economics advirtió el miércoles que menores envíos de petróleo “cortarían un salvavidas clave para la economía de Venezuela” en el corto plazo. El economista Asdrúbal Oliveros sostuvo en una radio venezolana que una caída de las exportaciones hacia Asia podría costar miles de millones de dólares anuales. China, destino del 80% del crudo venezolano, figura como el país más expuesto a los efectos del bloqueo.
(Con información de AFP)