Con la llegada de Año Nuevo, las mesas se preparan para recibir a familias y amigos en una de las celebraciones más esperadas del calendario. El clima cálido propio de la temporada invita a replantear las tradiciones culinarias y optar por propuestas frescas y ligeras, ideales para compartir durante largas veladas. En este contexto, los platos fríos se consolidan como una alternativa versátil que reúne practicidad, sabor y bienestar.
Cada vez más personas eligen estas opciones por su capacidad para adaptarse a diferentes gustos y necesidades alimentarias, al tiempo que facilitan la organización de la cena. La preparación anticipada, la conservación sencilla y la posibilidad de servirlos directamente desde el refrigerador permiten dedicar más tiempo a los encuentros y menos a la cocina.
Además, los ingredientes frescos y naturales que suelen protagonizar estas recetas aportan ligereza y equilibrio, ayudando a contrarrestar los excesos habituales de las fiestas.
Recetas de platos fríos para celebrar Año Nuevo
Estos platos fríos ofrecen combinaciones creativas y nutritivas que pueden disfrutarse tanto como entrada como plato principal.
Arrollado de pionono con ricota y espinaca
El arrollado de pionono con ricota y espinaca es un clásico de las fiestas en Argentina por su practicidad y sabor suave. Se utiliza un pionono salado, que se unta con una mezcla de ricota fresca, hojas de espinaca crudas picadas, una zanahoria rallada y dos cucharadas de queso crema. Se condimenta con sal, pimienta y nuez moscada, luego se enrolla con cuidado y se envuelve en film transparente. Tras reposar una hora en la heladera, se corta en rodajas y se sirve frío. Esta receta aporta frescura y variedad de texturas, y puede adaptarse con otros rellenos según preferencia.
Matambre arrollado frío
El matambre arrollado frío es un clásico infaltable en las celebraciones argentinas. Para su elaboración, se utiliza un matambre de vaca que se rellena con zanahoria, huevo duro, espinaca y morrón. Tras hervirlo durante dos horas y dejarlo enfriar en su propio caldo, se corta en rodajas finas y se sirve acompañado de ensalada rusa o hojas verdes. Este plato es sabroso y tradicional, ideal para compartir en familia durante la mesa de Año Nuevo.
Vitel toné versión light
El vitel toné versión light adapta la receta tradicional para ofrecer una opción más saludable. Se utiliza peceto hervido y cortado en rodajas finas. Para la salsa, se procesan atún al natural, queso blanco descremado, alcaparras, mostaza y una pequeña cantidad de mayonesa light, logrando una textura cremosa sin exceso de calorías. Se sirve frío, decorado con alcaparras y perejil fresco. Esta opción mantiene el espíritu festivo del plato original, pero en una versión más liviana y equilibrada.
Ensalada de pollo, apio y manzana verde
La ensalada de pollo, apio y manzana verde es una opción clásica y refrescante que se adapta a cualquier mesa de Año Nuevo. Para prepararla, se necesita una pechuga de pollo cocida y desmenuzada, dos ramas de apio picadas, una manzana verde cortada en cubos pequeños y cien gramos de nueces trozadas. Todo se mezcla en un bol y se incorpora una salsa hecha con yogur natural, una cucharada de mostaza y jugo de limón a gusto. Se condimenta con sal y pimienta, y se sirve bien fría sobre hojas verdes. Esta combinación aporta proteínas magras y un toque crocante y ácido, ideal para los días calurosos.
Gazpacho criollo
El gazpacho criollo es una sopa fría perfecta para las noches de verano. Se licúan tomates frescos, pimiento rojo, pepino, ajo y cebolla con un poco de pan remojado, aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta. Se sirve bien frío, decorado con cubitos de verduras frescas y un chorrito de aceite de oliva extra virgen. Es una alternativa refrescante, ligera y colorida que acompaña cualquier menú festivo.