Con la llegada de la última temporada de Stranger Things, el interés por Winona Ryder vuelve ser foco en redes sociales y conversaciones. A sus 54 años y en pleno auge mediático, la actriz se convirtió en una figura que despierta admiración no solo por su carrera -con más de 75 películas-, sino también por los hábitos de vida que cultiva. La actriz contó que elige el equilibrio, la sencillez y una mirada diferente sobre el paso del tiempo.
Desde su irrupción en el cine con Beetlejuice allá por 1988 hasta su reciente papel como Joyce Byers en Netflix, la artista superó las modas convencionales. “Me han sugerido que recurra a procedimientos estéticos, pero prefiero envejecer naturalmente. He esperado mucho para ver cómo cambia mi rostro”, confesó al diario británico The Times.
Envejecimiento positivo, la filosofía que sostiene
La célebre actriz de éxitos como “El joven manos de tijera” enfatizó que el proceso de envejecer debe ser asumido como parte de la vida. En diferentes entrevistas, remarcó que encontró una versión más auténtica de sí misma con el paso del tiempo.
Esta visión le permitió enfrentar las presiones de la industria del entretenimiento y mantener su salud mental fuera de la lógica del sacrificio constante. La actriz celebra cada etapa vital y resalta que los papeles maduros son más “interesantes” y genuinos.
No fumar y darse los gustos: las reglas de oro
Una de las decisiones más firmes en la rutina de Ryder fue abandonar el cigarrillo. La intérprete reconoció que dejar de fumar forma parte de un autocuidado esencial, vinculado tanto a la longevidad como al aspecto físico.
Por otro lado, no teme permitirse ciertos placeres. Entre ellos, elige un martini como pequeño lujo, mostrando una relación equilibrada con la alimentación y las bebidas. Esto lo hace en base a las llamadas Blue Zones, que también incluyen moderación y disfrute ocasional de sus comidas favoritas como una clave para la buena salud.
Alejada de las modas invasivas y la presión del bisturí
La actriz mantiene distancia de las soluciones rápidas y operaciones estéticas.
“No me interesan tratamientos como el bótox, no me gusta el efecto y temo que puedan salir mal”, afirmó para Vogue UK. Su resistencia a procedimientos invasivos marca una postura clara, basada en el respeto por los cambios naturales del rostro y el cuerpo.
Actividad física sencilla y constante: el rol del yoga
Si bien Ryder no destaca por rutinas milimetradas de ejercicio, adopta actividades físicas que se ajustan a su ritmo cotidiano. Según confesó a TimesNowNews la protagonista de Stranger Things prefiere la simpleza: incorpora el yoga y ejercicios de flexibilidad entre sus prácticas preferidas. La regularidad se convierte en el eje, por encima de la intensidad o la búsqueda de resultados inmediatos.
Mindful eating y salud mental, los pilares invisibles
Detrás de su imagen serena, se esconde una apuesta por la alimentación intuitiva y el bienestar psicológico. Disfrutar de lo que come, en lugar de imponer restricciones severas, forma parte de su secreto.
Esta actitud coincide con estudios sobre longevidad en los que la satisfacción con pequeños gustos actúa como protección frente a la ansiedad o el estrés.
La actriz de “Inocencia Interrumpida” rehúye la exposición masiva en redes sociales. Sostiene que mantenerse fuera de ese circuito le permite proteger su intimidad y mantener la mente despejada. “Cuando escucho la palabra ‘seguidores’, recuerdo a Charles Manson, y ‘viral’ me suena a virus”, explicó a Vogue UK. Su preferencia por el misterio contrasta con la tendencia del sector a compartir cada detalle de la vida personal.
La rutina de Winona Ryder invita a pensar la longevidad fuera del espectro de las dietas extremas y los tratamientos caros. La actriz reside en la coherencia diaria, el autocuidado consciente y el rechazo a presiones externas.
“Me gusta lo que soy y cómo llegué hasta aquí”, declaró Ryder, quien sigue sumando fans tras el lanzamiento de la temporada final de Stranger Thingss.