La crema de cacao y avellanas conquista a chicos y grandes por igual, evocando la nostalgia de la infancia y la alegría de un desayuno especial o una merienda entre amigos. ¿Quién no recuerda haber untado una generosa cucharada sobre pan tostado, galletitas o frutas? Este clásico, que revolucionó la pastelería casera y las meriendas en todo el mundo, también puede ser preparado en casa de forma sencilla y con ingredientes naturales, lo cual garantiza un sabor más auténtico y personalizado.
La crema de cacao y avellanas nació en Italia en la década del 40, potenciando un viejo truco de los pasteleros piamonteses para extender el chocolate, que era escaso y costoso. Su versión industrial es hoy un fenómeno global, pero cada vez más personas buscan preparaciones caseras para reducir el azúcar y los conservantes, o adaptar la receta a dietas especiales. Además, hacerla en casa permite jugar con la intensidad del cacao, elegir el tipo de endulzante, y descubrir texturas más suaves y frescas. Perfecta para untar, rellenar tortas, o disfrutar a cucharadas, esta receta no requiere ingredientes difíciles ni técnicas complejas.
Receta de crema de cacao y avellanas
La receta casera de crema de cacao y avellanas comienza tostando suavemente las avellanas para acentuar su sabor y facilitar la remoción de la piel. Luego, se procesan hasta obtener una pasta untuosa, similar a la manteca de maní, a la que se le añade cacao amargo, azúcar impalpable y un toque de aceite neutro para lograr la textura perfecta. El chocolate semi amargo fundido potencia la cremosidad y el aroma, mientras que la pizca de sal realza todos los matices.
Se puede adaptar la receta al gusto personal, utilizando endulzantes alternativos, leche vegetal para una versión vegana, o menos aceite si se desea una crema más densa. Lo mejor: se prepara en pocos minutos y dura varios días en la heladera.
Tiempo de preparación
Tiempo total para hacer la crema de cacao y avellanas: 25 minutos.
- Preparación de ingredientes y tostado de avellanas: 10 minutos
- Procesado de avellanas: 5 minutos
- Integración de ingredientes y batido final: 5 minutos
- Enfriado y reposo (opcional, en heladera): 5 minutos
Ingredientes
- 200 g de avellanas peladas
- 100 g de azúcar impalpable o azúcar común
- 30 g de cacao amargo en polvo
- 100 g de chocolate semi amargo
- 2 cucharadas de aceite neutro (puede ser de girasol o maíz)
- 1 pizca de sal
- 50 ml de leche (puede ser entera, descremada o bebida vegetal para opción vegana)
- Opcional: 1 cdta. de extracto de vainilla
Cómo hacer crema de cacao y avellanas, paso a paso
- Precalentar el horno a 180°C.
- Distribuir las avellanas en una bandeja y tostar durante 8 a 10 minutos, moviendo a mitad de tiempo.
- Retirar y frotar las avellanas en un paño limpio para quitar la mayor parte de la piel.
- Procesar las avellanas hasta obtener una pasta cremosa.
- Fundir el chocolate semi amargo en microondas o a baño María y dejar entibiar.
- Incorporar el cacao, el azúcar, la sal, el aceite y la leche a la pasta de avellanas. Procesar para integrar.
- Agregar el chocolate fundido (y la vainilla) y procesar nuevamente hasta obtener una crema homogénea y brillante.
- Probar y ajustar azúcar o cacao, si es necesario.
- Volcar la crema en un frasco limpio y hermético. Llevar a la heladera y dejar enfriar al menos 30 minutos antes de consumir.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Con estos ingredientes, la receta rinde aproximadamente 350-400 g de crema, lo que equivale a unas 12-14 porciones de 1 cucharada tipo postre cada una.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción (aprox. 27 g o 1 cucharada sopera) contiene aproximadamente:
- Calorías: 160
- Grasas: 11 g
- Grasas saturadas: 2,7 g
- Carbohidratos: 12 g
- Azúcares: 9 g
- Proteínas: 2 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
La crema de cacao y avellanas casera se conserva en frasco hermético en la heladera por hasta 10 días. Para una textura más blanda, sacar del frío unos minutos antes de consumir.