Guido Kaczka se emocionó al acompañar a una participante que recordó a su padre: “Hoy sería su cumpleaños”

Algunas coincidencias entre su papá y el de la ganadora, hicieron que el conductor se identificara y no dudara ni un segundo en acercarse y abrazarla

Guido Kaczka se emociono al acompanar a una participante que recordo a su padre

“¿Quién era el presidente de la Nación cuando se cumplió el primer centenario de la Revolución de Mayo?”, preguntó Diego Valenzuela en Los 8 escalones del millón y dio las opciones. “A: Manuel Quintana, B: José Figueroa Alcorta, C: Hipólito Irigoyen, D: Ramón Catillo”. Anabella respondió A, pero si contestaba mal y Lucía, que dijo C, ganaba el premio mayor igual. Fue entonces que el historiador develó que la correcta era la segunda. “¡Anabella! ¡Un millón de pesos Ababella!”, celebró Guido Kaczka mientras la secretaria le alcanzaba el cheque simbólico.

“Se hace del premio mayor, 34 años, administrativa en ANSES, Comunicación Social, tiene que pagar deudas de tarjetas de crédito, de dos tarjetas y quiere ayudar a su hermano que se quiere operar la vista, Maximiliano que debe estar contento, feliz, como su mamá. Anabella tiene el premio mayor”, resumió el conductor y de inmediato pidió un aplauso por el jurado, en la noche del miércoles integrado por Carmen Barbieri, Walter Nelson, Nicole Neumann, Santiago Dorrego y el invitado antes mencionado.

Guido Kaczka se emocionó al acompañar a una participante que recordó a su padre

“No lo pedo creer. Gracias a todos”, dijo feliz y se emocionó: “Hoy seria el cumpleaños de mi papé, que falleció, es una señal”. Luego rompió en llanto y no pudo seguir hablando. Fue entonces que sin dudarlo, el anfitrión del ciclo de El Trece fue hacia ella. “Ay Anabella Anabella”, dijo Kaczka, se acercó y poniendo el micrófono a un lado la abrazó. El papá de él, que murió hace casi veinte años hubiera cumplido años también por estos días, el 1 de julio exactamente.

“Es creer o no”, dijo ella, sintiendo la señal de su padre cuyo nombre era Leonardo Israel, “para que no queden dudas que era judío”, dijo y Guido quiso saber, con la voz un tanto quebrada: “Leonardo, ¿era un buen papa?”. “Sí, excelente”, afirmó ella y cuando el conductor preguntó si ella era buena hija bromeó: “Sí, yo era la preferida, queda entre nosotros esto”.

Luego recordó que cuando era chica su padre siempre la levaba a la cancha a ver a Argentinos Juinios y el también actor no pudo evitar identificarse: “¿Era de Argentinos? Como mi papá”. Fue entonces que para descomprimir, el periodista especializado en deportes, Walter Nelson, sumó: “Semillero del mundo” y ella asintió: Sí, salió Diego de ahí, Riquelme, Redondo, mi papá me lo enseñaba sino, no comíamos en casa, éramos de Argentinos”

“Ay no lo puedo creer”, cerró e hizo la pregunta de rigor: “Anabella, ¿qué vas a hacer? ¿Mañana volvés por los dos millones o hasta acá?” y muy segura ella dijo que regresaría esta tarde.

La emoción de Guido no es casual, ya que su papá hubiera cumplido años también por estos días, el 1 de julio y falleció a fines del mencionado mes, en el 2003. Alguna vez, expresó cuánto lo extrañaba a pesar del paso del tiempo en Bienvenidos a Bordo: “Qué lindo que tu papá diga que te ama. Yo te digo una cosa, lo que más extraño de mi papá es la forma que tenía de quererme. Nadie me volvió a querer así. Por supuesto que siento el cariño de mi familia, de mi mamá, de mi esposa, de mis hijos. Pero como me quería mi viejo no. No lo siento más”.

El conductor tiene 44 años y es papá de Eliseo que el 2 de junio cumplió un año, fruto de su relación con Soledad Rodríguez. Ellos ya eran papás de Benjamín (25 de noviembre de 2015) y de Helena (14 de marzo de 2017). Antes de conocer a su actual pareja, había tenido una relación de muchos años con la actriz Florencia Bertotti, con quien tuvo a Romeo, que ya tiene 16.

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