Surge un malware avanzado en Android que afecta a aplicaciones financieras y servicios bancarios

La nueva amenaza, llamada Albiriox, permite a los atacantes controlar teléfonos Android y ejecutar fraudes bancarios sin requerir contraseñas del usuario

Detectan un malware puede extraer los datos de tu cuenta bancaria. (Imagen ilustrativa)

Un nuevo tipo de malware dirigido a Android ha encendido las alertas dentro del ecosistema financiero global. Se trata de Albiriox, una familia de software malicioso que investigadores de seguridad digital han clasificado como una de las más avanzadas y peligrosas detectadas recientemente.

Su capacidad para tomar control total de un teléfono sin necesidad de robar contraseñas y ejecutar operaciones bancarias desde el propio dispositivo de la víctima ha llevado a especialistas a advertir sobre un posible incremento de fraudes móviles en los próximos meses.

La empresa de ciberseguridad Cleafy fue la responsable de identificar y documentar el funcionamiento de este malware, que no solo actúa de forma silenciosa, sino que además se distribuye bajo un modelo comercial que facilita su acceso a distintos grupos criminales.

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Identifican malware que accede a tus cuentas bancarias y extraen el dinero. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Albiriox se ofrece en modalidad Malware-as-a-Service (MaaS), lo que significa que cualquier ciberdelincuente puede rentarlo en foros underground o en espacios de la dark web. Este modelo reduce las barreras técnicas y abre la puerta a que actores con menor nivel de conocimiento puedan ejecutar ataques altamente sofisticados.

Una de las características más llamativas de Albiriox es la base de datos integrada que contiene información de más de 400 aplicaciones relacionadas con servicios financieros. Entre estas se incluyen apps de bancos tradicionales, plataformas fintech, servicios de pago digital y billeteras de criptomonedas. Gracias a este repositorio, el malware analiza automáticamente las aplicaciones instaladas en el teléfono infectado e identifica cuáles pueden servir como objetivo para un ataque. Esta automatización agiliza el proceso de fraude y aumenta la efectividad del malware.

Según los especialistas, gran parte de los actores que operan Albiriox se encuentran en Rusia y en países cercanos, donde se ha observado un crecimiento sostenido de campañas destinadas a comprometer dispositivos móviles. Estas campañas suelen iniciar con mensajes SMS o de WhatsApp que invitan al usuario a instalar aplicaciones aparentemente inofensivas, como herramientas de cupones o servicios utilitarios. En realidad, se trata de droppers, aplicaciones diseñadas exclusivamente para solicitar permisos avanzados y facilitar la instalación del malware principal.

Albiriox es un malware para Android que se viene distribuyendo en el mercado negro digital. REUTERS/Kacper Pempel/Illustration/File Photo

Una vez que Albiriox se encuentra en el dispositivo, aprovecha los servicios de accesibilidad de Android para simular interacciones humanas. El sistema puede imitar toques, desplazamientos e incluso la introducción de datos en pantalla. De esta manera, los ciberdelincuentes logran ejecutar transferencias, acceder a cuentas o modificar configuraciones sin que el usuario note actividad extraña en su teléfono. Este tipo de ataque resulta especialmente difícil de detectar, ya que todas las acciones parecen provenir del propio dueño del dispositivo.

A nivel técnico, el malware incluye un módulo de control remoto basado en tecnología VNC. Esto permite a los atacantes manejar el teléfono en tiempo real como si lo tuvieran en sus manos. Además, emplea un mecanismo de oscurecimiento de pantalla que bloquea la visibilidad del usuario mientras las operaciones fraudulentas están en curso. Otra función es la capacidad de procesar órdenes de voz para interactuar con aplicaciones móviles, ampliando aún más el rango de acciones posibles sin intervención directa del atacante.

Las entidades financieras enfrentan un reto significativo frente a este tipo de amenazas. Debido a que el fraude se ejecuta desde el mismo dispositivo del cliente y frecuentemente en horarios habituales, los sistemas tradicionales de detección —que se basan en comportamientos anómalos, ubicaciones desconocidas o dispositivos no registrados— tienen dificultades para identificar la actividad como sospechosa. Esto podría llevar a que más ataques pasen inadvertidos y se concreten sin que la víctima o el banco detecten señales tempranas.

Los ciberdelincuentes utilizan técnicas de ingeniería social para lograr que usuarios instalen el malware en su teléfono Android.

Los especialistas recomiendan reforzar las prácticas de seguridad entre los usuarios de Android, especialmente evitando la instalación de aplicaciones que provengan de enlaces enviados por desconocidos. También sugieren revisar con cuidado los permisos solicitados por cada app y mantener el dispositivo actualizado con las últimas correcciones de seguridad. En un escenario donde el fraude móvil continúa evolucionando, este tipo de medidas se vuelve clave para reducir la exposición a amenazas cada vez más complejas.

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