Elon Musk tiene un objetivo en su mente: mínimo en 20 años la humanidad ya debe haber colonizado Marte. Para eso ha estado ejecutando un plan en el que los vuelos especiales tienen un papel fundamental.
En una reunión reciente con expertos en el tema y periodistas en las instalaciones de desarrollo de SpaceX, en la remota localidad de Boca Chica, Texas, el empresario habló sus planes para llegar a la Luna y a Marte en el futuro.
“El avance crítico que necesitamos para convertirnos en una civilización galáctica es lograr que los viajes espaciales sean tan habituales como los aéreos”, aseguró Musk.
Para lograrlo, su empresa SpaceX, en colaboración con la NASA, ha estado trabajando en el desarrollo de Starship, una mega nave que podría ser la clave para colonizar el planeta rojo y permitir que este lugar se convierta en un segundo hogar para la humanidad.
Starship, la clave del plan de Musk a Marte
Esta nave tiene un propulsor de primera etapa llamado Super Heavy y una etapa superior de aproximadamente 50 metros de altura, además es la nave espacial más grande que se ha creado hasta ahora, generando 16.7 millones de toneladas de empuje en el momento del despegue.
Con ella, Musk quiere colonizar Marte, convirtiéndola en una especie de “arca de Noe interplanetaria”, en caso de que la Tierra sufra algún desastre.
El camino hacia la colonización marciana ya se ha empezado a trazar de a poco. SpaceX ha realizado dos pruebas de lanzamiento con la Starship en 2023, ambas con resultados variados. El primer intento en abril terminó con una explosión controlada a los cuatro minutos del viaje. El segundo, en noviembre, mostró avances con la separación exitosa de la primera etapa, pero terminó en una colisión a los 8 minutos del despegue.
Musk anunció que el tercer lanzamiento está programado para febrero de 2024, con la esperanza de superar los obstáculos anteriores. Además, el empresario ya está preparando una versión mejorada de la nave, para ampliar su altura actual, que es de 122 metros, a una de 150 metros.
Adicionalmente, el empresario quiere que esta nave sea parte de un modelo mucho más ambicioso y que le permita a la humanidad realizar exploración espacial en todo el sistema solar.
Los desafíos que afronta Musk para colonizar Marte
Más allá de los temas técnicos que implican crear una vía segura de viaje desde la Tierra hasta Marte. También hay una serie desafíos políticos, éticos y financieros que harían que los planes de Musk tarden por lo menos 20 años.
Por ejemplo, el costo de una misión de esta magnitud aún no se ha estimado con precisión, pero el programa Apollo de la NASA, que costó más de 280 mil millones de dólares en valores actuales, sirve como referencia.
Otro de los motivos es la falta de recursos rentables en Marte, lo que dificulta la estabilidad y viabilidad de la colonización. La atmósfera del Planeta Rojo, compuesta en su mayoría por dióxido de carbono, presenta desafíos como la necesidad de intervenir el planeta para crear un entorno sostenible, un proceso llamado terraformación.
Para solucionarlo, Musk propone calentar el planeta durante muchos años. Este proceso derretiría el CO2 congelado, densificando la atmósfera y acercándola más a las condiciones terrestres.
Sin embargo, la terraformación es solo uno de los muchos desafíos ambientales, ya que la fina atmósfera marciana tiene poca protección contra la radiación solar, y las variaciones extremas de temperatura, desde los 20 grados durante el día hasta -73 grados por la noche, son un ejemplo de las constantes preocupaciones que hay sobre la seguridad de la vida humana allí.