El oficialismo todavía busca una respuesta al mensaje más duro de la derrota: el voto “perdido” en Buenos Aires
Es el centro de mayor preocupación para el Gobierno y sobre todo, para el kirchnerismo. Lo desconcierta porque rompe el molde ideológico imaginado. Y genera reacción crítica de los llamados jefes territoriales. ¿Alcanza o irrita la idea de “plata en el bolsillo”?
