Es dominatrix y dejó de lado la actuación en el cine porno para convertirse en “activista del deseo”
La española Anneke Necro se define como trabajadora sexual, no sólo porque uno de sus trabajos es que le paguen por dominar a alguien a quien le excita sexualmente ejercer un rol de sumisión, sino porque cree que las performers de cine porno también lo son. Cree que con la irrupción de partidos de extrema derecha por el mundo “se está volviendo a un discurso anti sexual”, por lo que es necesario “crear un culto al deseo disidente”