El conflicto crece en la región desde la salida del Reino Unido del bloque, cuyas consecuencias provocaron un sentimiento de traición entre los unionistas apegados a la corona británica. Este jueves los alborotadores arrojaron cócteles Molotov a la policía en Belfast. El premier británico Boris Johnson, el gobierno autónomo norirlandés y la Casa Blanca llamaron a la calma