“Pilepich dijo que le pegó dos tiros”: punto por punto, qué declaró el último detenido por el crimen del comerciante descuartizado

Así lo aseguró ante la Justicia este viernes Nahuel Vargas, quien junto a Maximiliano Pilepich es uno de los dos principales sospechosos del homicidio de Fernando Pérez Algaba. Los detalles de su testimonio

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Nahuel Vargas (43), el último prófugo detenido y uno de los principales acusados por el violento crimen de Fernando Pérez Algaba, declaró esta tarde ante la Justicia y brindó detalles sobre los hechos que terminaron con el hallazgo en Budge de los restos del comerciante descuartizado. En sus declaraciones —a las que tuvo acceso Infobae—, el último detenido contó dónde y cómo se dio la situación en la que murió Pérez Algaba. En ese pasaje de sus palabras, Vargas señaló: “Maxi (Pilepich) dijo que le pegó dos tiros”.

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Los principales acusados del crimen: Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas
Los principales acusados del crimen: Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas

Vargas, vale aclarar, supo ser amigo de Fernando Pérez Algaba —al menos así lo contó él— cuando relató cómo lo acompañó al campo de General Rodríguez ese 18 de julio pasado, en el que se vio con vida por última vez al comerciante que luego apareció descuartizado en Ingeniero Budge. La investigación desnudaría más tarde que su accionar en ese predio de la zona Oeste estaba lejos de una actitud amistosa, si no que estaba involucrado en el asesinato en el que también se ve involucrado Maximiliano Pilepich.

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El miércoles de esta semana, fuentes judiciales confirmaron a este medio que Pilepich se refugiaba en la casa de una mujer dedicada al negocio inmobiliario al momento de ser detenido y que la Ford EcoSport del prófugo fue clave para capturarlo.

En relación a aquel encuentro en el predio ubicado en General Rodríguez, Vargas señaló que “abrieron la tranquera e ingresaron al campo”. Luego estacionaron la camioneta en la puerta de la casa de campo y Maxi (Pilepich) le pide que ponga una lamparita afuera en la galería del lugar. “Posteriormente ingresaron los tres a la casa. En la segunda habitación a la izquierda la luz que había que cambiar estaba alta, entonces Fernando (Pérez Algaba), que era el más alto de los tres, toma una silla y se para en la silla para cambiar la luz”.

En ese momento, según el relato de Vargas, Pilepich le pide que “abra la ventana porque estaba oscuro así podría cambiar la luz Fernando”. “La casa poseía las ventanas ubicadas en la parte de atrás y las mismas se abrían desde afuera”, continúo y detalló que para abrir la ventana, Vargas salió de la habitación y toma la galería hacia la izquierda: “Sale de la galería hacia afuera de la casa, rodea la camioneta que estaba estacionada justo allí, luego rodea una construcción contigua a la casa y luego unas vigas que había junto a la misma y cuando estaba a mitad de camino a estas últimas vigas, dirigiéndose hacia la parte trasera de la casa para abrir la ventana, escucha dos disparos”, precisa el escrito al que tuvo acceso este medio sobre lo declarado por Vargas.

El lugar donde encontraron los restos del empresario descuartizado
El lugar donde encontraron los restos del empresario descuartizado

A continuación, el detenido señala que se asusta, se paraliza y observa hacia la casa, más específicamente hacia la parte trasera y advierte que “Maxi estaba asomado por una ventana”. A continuación, lo llama con un gesto con la mano para que vaya hacia allí. Entonces, Vargas se acercó “asustado y le preguntó qué es lo que había hecho”.

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Entonces, Vargas —siempre según su declaración— volvió por donde había salido de la casa y luego de pasar por la galería ingresó a la habitación donde “habían quedado Maxi y Fernando”. “Maxi estaba con dos armas, una de ellas era una pistola Glock dorada 9mm en la mano derecha que se la guarda en la cintura y con la otra mano se acomoda también en la cintura del otro lado, una segunda pistola”, precisa el escrito sobre lo declarado por el detenido.

La valija donde hallaron restos del comerciante descuartizado
La valija donde hallaron restos del comerciante descuartizado

“Cuando ingresa a la habitación (Vargas) le pregunta a Maxi qué es lo que había hecho y este le dice: ‘Ya está, no aguantaba más, hay límites’”, continúa el escrito. Vargas, entonces, hizo referencia a que Pilepich estaba enojado porque Pérez Algaba había agregado a Instagram a su hija de 13 años y le escribía: luego realizaba capturas de pantalla y se las enviaba a Pilepich para provocarlo.

Entonces, en ese momento —tal como detalla en sus palabras— Vargas “ve la ventana abierta de la habitación y mira hacia la izquierda en la parte de afuera en diagonal y observa que estaba tirado en el suelo aproximadamente a 8 o 10 metros de distancia levemente en diagonal a la ventana”. Vargas, declara entonces, que ve que Pérez Algaba “estaba boca arriba y no se movía”.

La inspección en el predio de General Rodríguez, donde ocurrieron los hechos narrados por Vargas
La inspección en el predio de General Rodríguez, donde ocurrieron los hechos narrados por Vargas

Ante la situación, el detenido cuenta que le reclamó a Pilepich “diciéndole que cómo había hecho eso y que todo el mundo lo había visto a Fernando con él y que le iban a echar la culpa”. “¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa? No seas cagón. Dame el teléfono”, respondió Pilepich.

Entonces, Vargas cuenta que entregó su teléfono y Pilepich le pidió que lo desbloqueara y que lo pusiera en modo avión. Entonces —siempre según lo declarado por Vargas—, puso su celular en modo avión y se lo entregó a Pilepich, quien se lo guardó en el bolsillo. El escrito de la declaración del detenido completa: “Previo a eso le mencionó Maxi que después que le pegó los dos tiros Fernando él mismo se tiró por la ventana y que el declarante (Vargas) vio que estaba la ventana rota en el vidrio y que el mosquetero estaba doblado hacia delante, no sabiendo si estaba roto de antes o si se rompió en el momento”.

Hay que recordar que además de Vargas, ya estaban presos Pilepich y la mujer que lo escondía; el policía Horacio Córdoba, Luis Alberto Contreras, Gastón Carrizo, Matías Gil, Flavia Bomrat y Alma Nicole Chamorro.

En las últimas horas, la situación de Vargas se había complicado. Luis Contreras, uno de los detenidos por el crimen, decidió confesar su participación en el hecho y dijo que Pilepich y justamente Vargas llegaron a su casa de Ingeniero Budge con el cadáver ya descuartizado y embolsado.

En la declaración de hoy, a Vargas le consultaron si Matías Gil le había dicho algo sobre el descuartizamiento de la víctima y respondió que Gil le dijo que Contreras lo había descuartizado en su domicilio. Luego, le preguntaron si sabía de qué manera lo había hecho y respondió que no lo sabía. A Vargas también le preguntaron si él, Contreras, Córdoba o Gil habían recibido algún tipo de cobro por parte de Pilepich por todo esto, respondió que “Contreras recibió un cobro por parte de Maxi mediante transferencia de 100.000 pesos”, según el escrito sobre lo declarado por el último detenido en el marco de la investigación.

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