Así trabaja una operadora de la Línea 144, que recibió 53 mil llamados por violencia de género en 2020, un 21% más que el año pasado

Emilia es una de las 36 operadoras del Gobierno de la Ciudad que reciben los pedidos de auxilio. Ella cuenta cómo fue atender la demanda creciente y los desafíos diarios de estar al servicio de mujeres que necesitan ayuda

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La Línea 144 atiende las 24 horas.

A más de nueve meses desde el inicio de las medidas para prevenir el contagio del coronavirus hay una tendencia que se mantiene: la cantidad de llamados que recibe la Línea 144, que asesora y contiene de manera confidencial y gratuita a mujeres víctimas de violencia de género, sigue mostrando un incremento preocupante.

Entre enero y octubre recibieron la misma cantidad de llamadas que en todo el 2019 mientras que en el período de aislamiento y distanciamiento social por COVID-19, el aumento fue del 53 por ciento.

La Dirección General de la Mujer del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño es la dependencia que registra los llamados referidos a distintos tipos de violencia de género en el período de pandemia. Las cifras que manejan aterran: el 44% de los llamados fueron por violencia psicológica, el 27% por violencia física, el 12% por violencia económica y patrimonial, el 13% por violencia simbólica y el 5% por violencia sexual.

El trabajo de la Línea 144 de la Ciudad, durante la pandemia

Del otro lado del teléfono: el relato de una operadora de la Línea 144

La línea telefónica gratuita que asiste a mujeres, niñas, niños y adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires y deriva a los servicios de la Dirección General de la Mujer es atendida por 36 operadoras especializadas durante las 24 horas los 365 días del año.

Para garantizar la atención gratuita y confidencial, y cumplir con el distanciamiento físico de los trabajadores y trabajadoras, se realizó un sistema de enrute de la línea 144 a celulares de los operadores, para que puedan trabajar desde sus casas. Además, se han reforzado la cantidad de personas capacitadas para la atención de la central de llamadas.

Emilia, operadora social desde 2014, trabaja en la Dirección General de la Mujer desde hace casi 10 años. Al hablar sobre su labor cotidiana asegura que “la intención es que la mujer no se sienta sola, que sepa que hay un operador a disposición, una escucha permanente las 24 horas ante cualquier situación y que la vamos a acompañar en lo que necesite”, afirmó.

“Cuando entra un llamado hacemos la primera escucha y damos la posibilidad que la persona se exprese. Puede ser con un llanto, con un momento de angustia o se dan situaciones más tranquilas donde las personas hacen consultas respecto de la problemática de la violencia por motivos de género”, explica sobre su labor en ese instante tan delicado.

Emilia responde un llamado a la Línea 144.

Además, aseguró que pese a los cambios personales que a ella le significó ser parte de quienes prestan el oído, notó que “hubo una explosión de llamadas que hizo que aflorara la vocación, el esfuerzo y el poner el hombro entre todas las trabajadoras”.

En una mirada retrospectiva del desafío que implicó operar durante la pandemia, sintetiza: “Fue un trabajo de mucha adaptación, aceptación en lo personal y la sensación de haber podido estar a la altura de las necesidades. Sabemos que somos parte de una red que acompaña y contiene a las mujeres víctimas de violencia, entonces tomo al llamado desde que comienza hasta que se cierra. En ese momento es como vaciarse de una misma para estar acompañando a la otra persona y tratando de hacerle sentir que vamos a estar para lo que necesiten”.

En abril de este año, la Ciudad sumó el sistema BOTI con derivación a la Línea 144, incorporando el chat como forma de recibir consultas a través de la vía web o mensajería instantánea (whatsapp).

La Ciudad sumó, a mediados de abril, el sistema BOTI con derivación a la Línea 144, incorporando el chat como forma de recibir consultas a través de la vía web o mensajería instantánea (whatsapp).

Esta es una herramienta que permite mantener la confidencialidad de la mujer, se puede chatear con una operadora, hablar o comunicarse directamente al 911 mediante un equipo capacitado para dar contención, información, derivación y el asesoramiento que cada caso requiere siguiendo un protocolo de atención y registro individual, ya que muchas veces las mujeres conviven con sus agresores. Mediante BOTI se recibieron más de 3.000 contactos en lo que va del año.

Sumando opciones, la Ciudad cuenta con los Centros Integrales de la Mujer (CIM), uno por comuna. Allí trabajan psicólogas, abogadas, trabajadoras sociales y otras especialistas a cargo de asesorar a las que necesiten ayuda a causa de violencia por razones de género. En muchos casos, las operadoras de la línea derivan los casos a los CIM para darle seguimiento a los casos.

El trabajo de la Línea 144 en números

● Entre enero y noviembre 2020 se recibieron 53.305 llamadas mientras que en todo el 2019 fueron 44.051. Comparando el período anual, el incremento fue del 21 por ciento.

● Durante el ASPO (marzo-noviembre) se recibieron 48.493 llamadas. Si se compara el mismo período de 2019, estas aumentaron un 42 por ciento.

● El mes de mayor registro de llamadas durante la cuarentena fue abril con un total de 6.296 llamadas.

Entre enero y noviembre 2020 se recibieron 53.305 llamadas mientras que en todo el 2019 fueron 44.051. Comparando el período anual, el incremento fue del 21 por ciento.

Las llamadas tienen múltiples formas de registro y a partir de abril se incorpora la posibilidad de desagregarlas y las categorías de registro establecidas por el Gobierno nacional son: varios, violencia de género, otras problemáticas mujer, maltrato y emergencia.

● Las llamadas por violencia, consultas de otras problemáticas o derivaciones a otras áreas que respecta a la mujer (Salud, Judicial y servicios sociales que no se condicen en parámetros de “Violencia”) durante el ASPO fueron del 65% mientras que las llamadas categorizadas por violencia durante el ASPO fueron 24.7%, las llamadas de Emergencia (911) corresponden a un 1.2% (536) a noviembre.

● Del total de llamadas atendidas entre abril y noviembre, el 44% fueron por violencia psicológica; el 26% por violencia física; el 12% por violencia económica y patrimonial; el 13% por violencia simbólica y el 5% por violencia sexual.

● Durante el ASPO, el 74% de las llamadas fueron realizadas por mujeres en situación de violencia y el 26% por familiares y vecinos.

● Mediante el BOTI se recibieron 3477 contactos por esta vía entre abril y noviembre.

● Durante enero y octubre fueron asistidas 11.499 mujeres; en el período del ASPO asistieron 9.267 mujeres.

● Las prestaciones brindadas aumentaron un 28,6% durante el período del ASPO respecto al mismo período de 2019 lo que significa que de 26.642 prestaciones se incrementaron a 34.274.

Cómo funcionan las Unidades Convencionales y dónde están

Las Unidades Convivenciales tienen por objetivo brindar alojamiento y atención integral a mujeres y sus hijas e hijos, sin red de contención, que hayan atravesado situaciones de violencia doméstica y/o sexual. También les ofrecen vestimenta, alimentación, acompañamiento individual y grupal a mujeres, niñas y niños alojados, asesoramiento y patrocinio jurídico gratuito, asistencia psicológica a través de los Centros Integrales de la Mujer (CIM), actividades recreativas, articulación con los sistemas de salud y educación para la atención de las personas alojadas.

Los dispositivos de alojamiento son las dos Casas de Medio Camino “Margarita Barrientos” y “Juana Manso” y el Hogar para mujeres adolescentes “Eva Duarte”. También los dispositivos de Resguardo ante Situaciones de Alto Riesgo como el Refugio “Mariquita Sánchez” y el Refugio para mujeres víctimas de trata “Tita Merello”.

Durante el período de ASPO, abrieron un espacio de resguardo para casos de bajo riesgo en el Club Nueva Chicago, en Mataderos. Allí se alojaron 10 mujeres y 23 niños/as.

La Ciudad también ofrece un subprograma de asistencia a varones que han ejercido violencia. Allí tendrán espacios de contención a través de entrevistas individuales para el ingreso y grupos de reflexión.

El programa brinda información, orientación, contención, asesoramiento y tratamiento psicológico grupal en situaciones de violencia masculina intrafamiliar.

Durante el período del ASPO se brindaron 1699 prestaciones, hubo 108 admisiones, 42 entrevistas de orientación y participaron más de 200 varones dentro de los grupos de asistencia todos los meses.

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