Killer Ratings: Wallace Souza, el presentador televisivo acusado de mandar asesinar para ganar audiencia

Netflix estrenó el documental que muestra que el conductor brasileño pudo estar involucrado con delincuentes a quien ordenaría matar para ser el primero en mostrar las imágenes

Compartir
Compartir articulo
Wallace Souza fue acusado de matar al menos a cinco personas para presentar sus casos en su programa de televisión Canal Livre de Brasil Foto: Archivo
Wallace Souza fue acusado de matar al menos a cinco personas para presentar sus casos en su programa de televisión Canal Livre de Brasil Foto: Archivo

En el competitivo mundo de la televisión hay quien cree que los números de rating son todo. El presentador televisivo brasileño Wallace Souza lo creía y por eso hizo hasta lo imposible por ser el primero en llegar a las escenas de crímenes y ganar, antes que nadie, las primeras imágenes. Lo que se traduciría en mayor audiencia y a su vez recursos económicos, además de poder mediático.

Wallace Souza llegó a saber qué se siente tener el programa más visto de la televisión, Canal Livre llegó a tener los rating más altos de su país. Sin embargo fue acusado de mandar asesinar a al menos cinco personas para conseguir la exclusiva de sus muertes en Manaos (Brasil).

Este es el centro de la historia del documental que acaba de estrenar la plataforma de streaming Netflix el 31 de mayo y que lleva el nombre de Killer Ratings, que presenta una serie de entrevistas en torno al caso, desde gente allegada al conductor televisivo, registros de su programa, entrevistas con los policías encargados de llevar la investigación y hasta las posibles pruebas que incriminarían a Souza en, por lo menos, cinco crímenes.

Contado en siete capítulos muestran esta historia iniciando con la acusación de cómo Wallace Souza se convirtió de policía, a un periodista y político muy popular entre los habitantes de Manaos, ciudad azotada por las pandillas, a ser el principal sospechoso de diversos asesinatos.

Souza pasó de policía a presentador de televisión en 1989, cuando estrenó el programa que le convirtió en estrella, y con el que también saltó a la política en 1998. Llegó a ser miembro de la Asamblea Legislativa del Amazonas en 2000 por el Partido Progresista, de corte conservador, lo que le otorgó inmunidad parlamentaria, algo que ralentizó y dificultó la investigación en su contra que comenzó en 2009, cuando la policía comenzó a investigarle.

La investigación continúa y el documental muestra a la policía examinando episodios pasados de Canal Livre en busca de pistas sobre el grado de participación de Souza y su empresa en los crímenes.

Se muestra también la versión de Souza, quien afirma ser víctima de una maniobra de sus enemigos y rivales políticos, y la policía decide allanar su hogar.

Con su hijo Raphael y otros asesores de confianza en custodia policial, Souza hace lo posible por defender su reputación ante el ataque mediático. Sin embargo el destino de Souza queda en manos de los demás representantes, quienes deben votar por la revocación de su mandato.

La historia se sigue enrareciendo con la desaparición de Souza, que se transforma en prófugo de la justicia y el inicio de un juicio que cambió al país.

Finalmente la salud de Souza empeora, y un nuevo testigo aporta un testimonio clave. Raphael, el hijo de Souza, recibe su sentencia.

Una redada más en una ciudad asolada por el narcotráfico sería el comienzo de una trama más compleja. Allí detuvieron a Moacir Jorge Pessoa, más conocido en el mundo del crimen como Moa.

Drogas, armas y un registro de más de una decena de asesinatos estaban en sus antecedentes. Cuando no tuvo nada que perder tiró de la manta y señaló que Wallace Souza era una de las personas que le contrataba y que formaba parte de una organización criminal en la que supuestamente el presentador decía a quién matar (casi todos narcos) para subir la audiencia.

El conductor era toda una celebridad en Manaos, una estrella querida y adorada de la que nadie sospecharía ningún crimen, y menos ser capaz de ordenar asesinatos sólo por seguir siendo el número uno. Su programa destapaba casos truculentos, llevaba al límite las emociones de los familiares de las víctimas y se desplazaba a los lugares de los asesinatos a buscar el plano más sangriento.

Canal Livre eran siempre los primeros en llegar a la escena del crimen, antes incluso que la policía, y daban detalles que las autoridades desconocían. Unos decían que era por el pasado en el cuerpo de Souza, otros porque la gente prefería llamar al canal para contar los sucesos. Las dos son verdad, en el documental se ve cómo un secuestrador pide que sea Souza su interlocutor con la policía para entregarse.

Sus fuentes eran buenas, pero tal vez no fueron suficientes para saciar su sed de éxito, así que no es difícil imaginar que alguien pudiera llegar a crear las noticias en un caso que parecía sacado de una película de miedo y que mostró como alguien que era visto como "defensor del pueblo" pudo ser en realidad el villano detrás de esos crímenes.

Qué tanto fue cierto, nunca se aclaró, a pesar de la investigación criminal y los detalles del caso, Wallace Souza murió el 27 de julio de 2010 de un ataque al corazón en un hospital en São Paulo, donde había estado desde marzo de 2010, antes de ser condenado.