Diagnostican por día diez nuevos casos de cáncer de vejiga en la Argentina

Constituye el noveno tipo de cáncer más frecuente en el país, por sobre los de tiroides, leucemias, cuello uterino, hígado, ovario y esófago, entre otros. Se presenta con una mayor frecuencia en los varones y los fumadores tienen hasta tres veces más posibilidades de padecerlo

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Diagnostican por día diez nuevos casos de cáncer de vejiga en la Argentina (Shutterstock)

Cada día se diagnostican en el país diez nuevos casos de cáncer de vejiga, una enfermedad que ocupa el noveno puesto en incidencia entre todos los cánceres, por sobre los de tiroides, leucemias, cuerpo uterino, hígado, ovario y esófago, entre otros. La cifra surge de las proyecciones que realiza para Argentina la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), publicadas en el último informe de Estadísticas – Incidencia del Ministerio de Salud de la Nación.

Durante mayo, se conmemoró en todo el mundo el Mes de Concientización del Cáncer de Vejiga, con el objetivo de crear conciencia sobre las características, los factores de riesgo y los principales síntomas para detectar en forma temprana una enfermedad que afecta en una relación de tres a uno a más varones que a mujeres y que generalmente se presenta en mayores de 55 años de edad.

El tratamiento del cáncer de vejiga consiste es una cirugía endoscópica para los tumores superficiales y la chance de curación es superior al 90%. En ocasiones, además se debe administrar medicación a través de una sonda para evitar la recidiva o que el tumor se vuelva invasor. En los casos donde hay invasión del área muscular, el pronóstico depende de la extensión de la invasión y si hubiera o no compromiso de los ganglios que se encuentran alrededor de la vejiga”. Según el médico oncólogo Matías Chacón, “las opciones de tratamiento en esos casos son la cirugía -con o sin quimioterapia, antes o después de la cirugía- y también se puede optar por la intención de preservar la vejiga con radio y quimioterapia luego de una cirugía endoscópica”.

El expresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) destacó que “en pacientes en que la enfermedad se ha extendido a otros órganos, las opciones son quimioterapia o la inmunoterapia, que ha cambiado el paradigma del tratamiento en este escenario en los últimos años”.

El lazo que simboliza al cáncer de vejiga (Shutterstock)

El síntoma más frecuente es el sangrado al orinar, llamado hematuria, asociado a ardor o a la necesidad urgente de orinar. Ante cualquiera de estos síntomas se debe consultar al especialista para poder detectar precozmente este tipo de lesiones. La citoscopía es el método de elección de diagnóstico para observar la lesión y toma de biopsia en manos de urólogos entrenados en la práctica”, sostuvo Chacón, quien además es presidente honorario y co-fundador de VICARE.

Otros signos pueden ser cambios en los hábitos urinarios, como orinar con mayor frecuencia, problemas para orinar o flujo de orina más débil, levantarse a orinar muchas veces durante la noche y sensación de ganas de orinar inmediatamente después de hacerlo, incluso cuando la vejiga no está llena. Afortunadamente, estos signos la mayoría de las veces se deben a otras afecciones como una infección urinaria, cálculos renales o en la vejiga, agrandamiento benigno de la próstata, otras enfermedades renales o tumores benignos, pero siempre es pertinente realizar la consulta.

Cuando la enfermedad se encuentra en etapa avanzada, pueden aparecer síntomas como dificultades para orinar, dolor en un lado de la espalda baja, pérdida de apetito y de peso, cansancio, debilidad, hinchazón en los pies y dolor en los huesos.

El principal factor de riesgo para padecer cáncer de vejiga es el tabaquismo: los fumadores tienen hasta tres veces más posibilidades de presentar un cáncer de vejiga que los no fumadores.

(Shutterstock)

Entre los factores de riesgo no modificables, se encuentran la edad (a mayor edad aumenta la probabilidad; nueve de cada 10 casos se presentan en mayores de 55 años), ser varón (es mucho más frecuente en hombres que en mujeres), tener antecedentes familiares de cáncer de vejiga (si bien la enfermedad no es hereditaria, puede aumentar la predisposición a padecerla) y ser de raza blanca (presentan más chance que otras).

Contribuyen a prevenir la enfermedad conductas como no fumar, mantener un peso saludable, beber adecuadas cantidades de líquido (para vaciar la vejiga con frecuencia y evitar que permanezcan en su interior sustancias químicas), llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio físico con regularidad, de acuerdo a las posibilidades de cada persona”, aportó el especialista.

Claudia Miranda, presidenta de la Asociación VICARE, destacó en su experiencia como paciente oncológica que todavía se enfrentan con una gran falta de información y orientación a pacientes y familiares, sobre todo teniendo en cuenta que hoy el cáncer en muchos casos logra curarse. “Es muy importante la prevención y el diagnóstico precoz y promover una mayor contención por parte de la sociedad, sobre todo en los lugares con difícil acceso a la medicina”, señaló.

“Luego de 11 años de diagnosticada y con tratamiento realmente muy llevadero, decidí fundar VICARE, para tratar de mostrar mi realidad a todos los pacientes y familiares de cáncer renal, con el objetivo de decirles que se puede y, de esta forma, ayudarlos a que transitemos juntos el tratamiento hasta llegar a la cura -agregó-. Esta situación, de todos modos, aplica a muchos tipos de cáncer, por eso consideramos que es similar a lo que atraviesan las personas con cáncer de vejiga”.

Para mí fueron y son muy importantes el apoyo y acompañamiento de mi familia, amigos, conocidos, médicos, trabajadores de salud, entre otros, por ello estamos formando un gran equipo de apoyo para aquellos que pasan por el mismo problema que yo, pero esta vez también estarán acompañados por VICARE”, concluyó.

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