Gastón Pauls con María Laura Santillán: “Hoy vienen a los grupos porque no pueden parar de fumar porro”

Dice que más del 50 % de los que entran a los grupos anónimos para recuperarse son adictos a la marihuana: tienen crisis de identidad, ataques de pánico y hasta brotes psicóticos. ¿Cómo lleva adelante su propia recuperación? El dolor más grande: los amigos que mueren en el camino. Los chiquitos de seis o siete años que se drogan con paco y nadie quiere ver

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María Laura Santillán Con Gastón Pauls

Nació en una familia de artistas, sus abuelos eran bailarines. A los 51 años su trayectoria es prolífica, desde Montaña rusa, Verdad consecuencia a Nueve reinas. Protagonizó infinidad de trabajos en cine y en televisión. Aunque ya había conducido programas testimoniales con historias reales como Ser urbano, se luce en los últimos años como entrevistador con Seres libres, que empieza su tercera temporada. La esclavitud de las adicciones de la mano de un presentador que asume la lucha contra las drogas en primera persona.

— Tenía 21 años, 22, cuando arranqué a trabajar. Son un montón de años de este medio que tiene momentos divinos y momentos duros. Pero cuando pienso en lo que estoy haciendo ahora, que tiene que ver principalmente con un encuentro, porque una entrevista no es otra cosa que un encuentro entre dos energías, para mí es un regalo. Es una bendición poder entrevistar gente que se anima a contar en cámara, conocidos y no conocidos, ricos y pobres, el lado menos glamoroso de este medio.

“NECESITÉ CONTARLO CASI COMO UN EXORCISMO”

— La clave para que alguien quiera contar algo tan íntimo, es que vos hayas contado antes tu experiencia y tu dolor.

— Yo necesité contarlo casi como un exorcismo. Ponerlo en la mesa. Decir “esto es lo que ocurre”. Sobre todo si quiero tener una vida de verdad. En la adicción no hay verdad, ahí no hay amor, ahí no hay compañía, ahí no hay manera de compartir. El alcohólico, el adicto a las drogas, el adicto al juego, o al sexo o a lo que sea, termina encerrado. Para mí fue un primer paso, yo no sabía que iba a devenir en un programa.

— ¿Lo más difícil es aceptar que uno está enfermo?

— Lo más difícil es aceptar el miedo que uno le tiene miedo a la vida.

— ¿La droga te protege del miedo?

— Al principio parece una protección. Tomás alcohol porque te da valentía, o tomas merca porque te da más energía, o te recontra operás porque sentís que así vas a ser más reconocida o te vas a ver mejor en el espejo. Después, todo lo que de alguna manera al principio parece ser algo, descubrís que es todo lo contrario.

— ¿Cuándo aceptaste que te estaba haciendo daño?

— Lo acepto. Día a día. No hay manera para mí de continuar un camino de recuperación si no es una conciencia diaria.

"Hay algo divino, energético cuando uno se abre a la vida. La vida después te devuelve con creces", dijo Gastón Pauls en entrevista con María Laura Santillán. (Crédito: Nicolas Stulberg)
"Hay algo divino, energético cuando uno se abre a la vida. La vida después te devuelve con creces", dijo Gastón Pauls en entrevista con María Laura Santillán. (Crédito: Nicolas Stulberg)

— ¿Cuántos años sufriste la adicción?

— Y… como 20 años. La primera vez que consumí fue en el 89 y cuando pedí ayuda primero a Dios, después a Agustina, fue en 2007. El 29 de diciembre del 2007. Cuatro años después, ese mismo día, nació mi segundo hijo. Hay algo divino, energético cuando uno se abre a la vida. La vida después te devuelve con creces.

— ¿Era necesario un familiar que estuviera ahí tendiéndote la mano?

— Sí. Estuvo Agustina. Estuvieron mis padres. Estuvieron mis amigos. Estuvieron compañeros también de laburo. Lamentablemente en este medio hay algunos que aún siguen hoy dependiendo de sustancias. Y otros ya no están más.

— ¿Amigos que se drogan?

— Todos tenemos alguien cercano. En este país al que no se droga le dicen “no seas careta”, cuando la droga es la careta. Hace 50 años había algunas familias que tenían algún integrante adicto. Hoy es casi imposible que no tengas en el círculo cercano alguien con problemas de adicción, a las drogas, a la comida, al sexo, al porno, al juego.

"Hace 50 años había algunas familias que tenían algún integrante adicto. Hoy es casi imposible que no tengas en el círculo cercano alguien con problemas de adicción", sostiene Gastón Pauls. (Crédito: Nicolas Stulberg)
"Hace 50 años había algunas familias que tenían algún integrante adicto. Hoy es casi imposible que no tengas en el círculo cercano alguien con problemas de adicción", sostiene Gastón Pauls. (Crédito: Nicolas Stulberg)

— Ahora que hacés un trabajo diario de recuperación, podés relacionarte con un adicto o decidís mantener algún tipo de distancia?

— Yo al adicto no le creo, porque el adicto se está mintiendo primero a sí mismo, por ende no puede compartir nada verdadero y real con nadie. Ya no me interesa comunicarme con adictos. Sí decirle: che, te estás mintiendo, te vas a morir, te vas a matar, vas a hacer sufrir al círculo cercano, venite a este lado que hay una vida posible.

— ¿Cuáles son los momentos más duros que atraviesan los adictos? Un adicto a la cocaína pasa a veces muchos días sin dormir.

— Sí.

— O no come, no se alimenta.

— A los adictos y adictas que estoy entrevistando, ricos, pobres, judíos, católicos, famosos, no famosos, kirchneristas, macristas, les pregunto: qué es el paco, qué es la cocaína, qué es el alcohol, qué es el porno, qué es el juego. Todos los que llegan a lugares difíciles me dicen: el infierno. Algunos como Juanse me dijeron que te seca el alma, te bloquea el alma, te adormece el alma. Por eso hablo todo el tiempo de la vida, en la vida no necesitas ir con el alma adormecida. Lo que aparentan ser las sustancias o situaciones es que te permiten abrir el alma, mostrarte más vos. Ahí está el engaño, ahí está la mentira.

María Laura Santillán Con Gastón Pauls

— Son muchos los chicos que suponen que el alcohol y el porro sólo te relajan.

— Hay una inmensa mentira mediática en relación a esto. El alcohol es en general la puerta de entrada a casi todas las drogas. Hay muy poca gente que empieza a drogarse con heroína o con cocaína, todos arrancan con la cerveza, con el vino, el whisky. El alcohol está publicitado a esta hora mientras vos y yo estamos hablando, como el sabor del encuentro. Todas las publicidades de cerveza, de vino, muestran gente divertida, en momentos felices, con la mejor ropa, con todos los dientes blanqueados, muy contentos y brindando. No hay publicidades que muestren que al que después le pega a la mujer, o al que después choca en la esquina, o al que tiene cirrosis, o un coma alcohólico. La publicidad muestra el lado más lindo del asunto. De entrada la cerveza está ligada con la optimización del desarrollo físico e intelectual, porque hay publicidades donde muy buenos músicos están tocando. Ahí hay que hacer un gran laburo. Un amigo mío, Patricio, dice que el consumo tiene prensa, la recuperación no.

— Pero perdimos ese partido. Para los chicos la birra es la juntada.

— No está perdido todavía porque siguen naciendo pibes, el partido sigue.

“MÁS DEL 50% DE LOS QUE ENTRAN A LOS GRUPOS ANÓNIMOS, NO PUEDEN PARAR DE FUMAR PORRO”

— No está bien visto hablar mal del porro. El porro se supone que relaja y que no es malo.

— Yo no hablo ni bien ni mal de ninguna. Porque hay gente que se puede tomar un vino y no por eso es adicta. Tengo amigos que han tomado cocaína y no por eso son adictos, que fuman un porro y no por eso son adictos. Yo no demonizo una sustancia. Voy a grupos anónimos hace un montón de años. Hace 15 años, el 80% de la gente que iba a los grupos entraba por merca. Hoy, arriba del 50 % entran porque no pueden parar de fumar porro. Y porque se olvidan, porque se pierden, porque no salen de la casa, porque entran en ataques psicóticos, crisis de identidad, ataques de pánico. No estoy diciendo que esto es lo que va a pasar, pero le está pasando a un montón de gente. Tengo compañeros que están desesperados, cuando los veo entrar digo: qué fumaste?¿paco? Me dicen: no, desde hace 6 años no puedo parar de fumar porro. Entonces no es tan divertido. No está todo tan bien.

Gastón Pauls dijo que hace 15 años, el 80% de la gente que iba a los grupos entraba por "merca" y que hoy, arriba del 50 % entran porque no pueden parar de fumar porro. (Crédito: Nicolas Stulberg)
Gastón Pauls dijo que hace 15 años, el 80% de la gente que iba a los grupos entraba por "merca" y que hoy, arriba del 50 % entran porque no pueden parar de fumar porro. (Crédito: Nicolas Stulberg)
“VEO A PIBES DE SEIS U OCHO AÑOS MURIÉNDOSE”

Cuando Gastón subió a recibir el premio por su programa en la Legislatura, dijo que la cocaína le sacó la libertad, la belleza y el alma.

— A nosotros nos cuesta mucho hacer el programa. Hay gente que no está más, que se va muriendo a medida que va pasando el año y medio, dos años de programa. Yo veo a los pibes de 6, 8, 10, 12, muriéndose o prostituyéndose a los 10. Siendo abusadas pibitas por paco. Entonces, cómo no es un tema transversal y que toque en los oídos y en los corazones de la gente? Desde hace 26 años no hay una campaña fuerte de prevención en la Argentina y pasó, Carlos Saúl, Duhalde, De la Rúa, Puerta, Rodriguez Saá, Alberto, Cristina, Mauricio. Néstor. ¿No toca el tema a los intereses?

María Laura Santillán Con Gastón Pauls
“ES BAJÍSIMO EL PORCENTAJE DE GENTE QUE COMO YO ESTÁ LIMPIA. DE 100, 7 SE SALVAN”

— ¿Cuánto influye la droga en la manera de ver el mundo?¿Qué termina pensando cada uno de sí mismo y del afuera?

— Es bajísimo el porcentaje de gente que como yo, solo por hoy, está limpia. De 100 que entran por ahí 7 se salvan y los otros 93 mueren, se suicidan, viven una vida patética. La palabra adicción tiene dos orígenes etimológicos, puede ser adicto el que no dice y adictus eran los esclavos en Roma. Un adicto es un esclavo que además no habla. Cuando estás encarcelado, terminás entre cuatro paredes rumiando y pensando siempre lo mismo: voy a salir, me voy a liberar. Y al otro día te levantas y decís: no me libero.

— Hoy no.

— Claro. Mañana voy a empezar. Por eso es fundamental en la recuperación el “solo por hoy”. Porque si pienso que no voy a consumir nunca más me agarra vértigo. ¿Cómo? ¿nunca más? A los 80 dejame tomar un poquitito. Entonces decís: solo por hoy. Me levanto a la mañana y digo: solo por hoy no. Me acuesto y digo: un día más.

— ¿El ‘solo por hoy’ lo hace posible?

— El solo por hoy lo hace posible. Es la base de cualquier movimiento espiritual. Estás acá, no sabés que va a pasar en el futuro. Un día un compañero en un grupo dijo: mi enfermedad, mi adicción, es Tyson. Es Mike Tyson, una bestia arriba del ring. Yo solamente tengo una manera de vencer a Tyson que es no subirme al ring. Si me subo al ring me va a cagar a trompadas una y otra vez a lo largo de toda mi vida. El programa de recuperación que yo vivo te dice: rendite. Banderita blanca. Tomabas la blanca, ahora levanta la bandera blanca, rendite ante eso. Te va a ganar una y otra vez, no pelees más. No te subas al ring.

"Se murieron un montón de amigos míos en consumo. Algunos por sobredosis, otros por suicidio y otros por accidentes", reveló el actor a María Laura Santillán (Crédito: Nicolas Stulberg)
"Se murieron un montón de amigos míos en consumo. Algunos por sobredosis, otros por suicidio y otros por accidentes", reveló el actor a María Laura Santillán (Crédito: Nicolas Stulberg)
“NO ES UN PROBLEMA DE MÁRGENES SOCIALES. YO TOMÉ EN UNA VILLA Y TOMÉ EN PUERTO MADERO”

— Estás rodeado de gente que te quiere, de tu familia, tus hermanos, tus hijas. Marina Charpentier y Bambi son el sostén de Chano. Muchos no tienen una familia cercana que los banque o que lo ayude.

— Se murieron un montón de amigos míos en consumo. Algunos por sobredosis, otros por suicidio y otros por accidentes. Muchos de ellos tenían familias hermosas. Un sector de la sociedad nos quiere hacer creer que es un problema de algunos márgenes sociales. No. Tampoco es un problema de las familias disfuncionales. Yo tomé en algunas villas y tomé en Puerto Madero, al lado de nombres que si yo lo contara todos diríamos… ¡¿Qué?! ¿También? Sí, él también. ¿Por qué digo esto? Porque esto le puede ocurrir a cualquiera. Es uno de los aprendizajes más grandes que tuve con mi enfermedad. Cuando entro a un grupo está el que no tiene dientes, que no tiene para pagar el colectivo, al lado del que tiene dos Ferraris y que no sabe qué hacer con una.

María Laura Santillán Con Gastón Pauls

— Me refería a que muchas veces los familiares no apoyan la recuperación del otro. Ponen distancia, no acompañan.

— Sí. En las familias cuando hay un adicto, cuando hay un loco, no es loco porque sí. Cuando uno escarba un poco en la historia del loco decís… y claro, con los viejos que tuviste, con el tío que te violaba, el otro que te cagaba a trompadas, por qué no vas a estar solo, cómo no vas a estar loco. Hay un fusible que salta en una familia. Algunos saltan matándose, otros saltan drogándose y otros saltan callándose la boca. Cuando un adicto entra en recuperación lo más interesante es que la familia entera entra en recuperación. Porque cuando deja de ser adicto, deja de no decir, empieza a decir, empieza a poner límites, y eso obliga al resto de la familia a reubicarse y a dejar de tirar todos los problemitas en el adicto o en la adicta. Y a mí también me pasó. En mi familia, cuando yo empecé a decir, a poner límites, hubo alguna gente que dijo: al final vos eras mejor antes. Porque sacude toda la alfombra, saca toda la basura de la familia.

— ¿Cómo hiciste para decírselo a tus hijos? ¿Cómo contaste tu adicción a los más chiquitos de la familia?

— Es una de las cosas más lindas que tuve en mi recuperación. Yo arranqué mi recuperación antes del nacimiento de ellos. Y voy a grupos, cuatro, cinco veces por semana.

— Todavía hoy.

— Sí, re. Hoy a la mañana lo hice. Muna, mi hija, cuando tenía 5 años me decía: ‘¿a dónde vas?’ Le dije: a un grupo. A los 5 años y medio, 6, me dijo: ‘¿y para qué vas a un grupo? Le dije: para hablar de cosas que me hacían mal y que quiero que me hagan bien. A los 6 y medio me dijo ‘¿y qué hacías que te hacía mal?’ Le dije: ‘así como hay gente que toma mucho vino, fuma muchos cigarrillos, yo hacía otra cosa’. A los 7 y medio me dijo ‘¿qué hacías?’ Y a los 7 y medio le dije que tomaba cocaína. ‘¿Y qué te hace la cocaína?’ Y le expliqué. Ellos vienen a charlas mías. Cómo no les voy a contar mi renacimiento previo a su nacimiento y cómo no les voy a hablar de mi búsqueda de salir de la oscuridad? Es lo más lindo que puede haber.

— Respondiste sus preguntas.

— Sí, hasta donde ellos querían saber.

“EN LOS MEDIOS HAY LUGARES DONDE NO VOY. PORQUE LOS VEO ADICTOS.”
Gastón Pauls asegura que hay lugares a los que no quiere ir porque los ve adictos. Crédito: Nicolas Stulberg
Gastón Pauls asegura que hay lugares a los que no quiere ir porque los ve adictos. Crédito: Nicolas Stulberg

—¿Perdiste vínculos en el camino? Gente con la que no quisiste relacionarte más o ellos con vos?

— Sí, hay algo muy interesante cuando uno entra en recuperación y eso tiene que ver, para mí, con Dios. Te va aclarando el camino. Hay lugares a los que yo ya no quiero ir. En los medios hay lugares donde no voy. Porque hasta los veo adictos. No a la cocaína, a otras sustancias quizás igual o más peligrosas que son el rating, la fama, el reconocimiento, el aplauso. La vida, aceite y agua, se va dividiendo casi sola.

— ¿Cuáles son los momentos de la recuperación más difíciles?

— Cuando ves que hagas lo que hagas alguna gente no sale. Cuando tenés que soltar a un amigo que se quiere seguir matando, un íntimo amigo. Yo tengo dos hijos y tengo un hijo adoptivo que tiene hoy 31 años y también tuvo una recaída y estaba viviendo conmigo. Hace poco tuvo una recaída y se fue de mi casa.

— No solés hablar de tu hijo adoptivo.

— No, porque es una adopción también emocional y… No, no. Pero en este caso, si él nos está viendo o escuchando también sabrá que solamente él se puede ayudar a reconocer su problema.

María Laura Santillán le preguntó a Gastón Pauls sobre su rutina de recuperación (Crédito: Nicolas Stulberg)
María Laura Santillán le preguntó a Gastón Pauls sobre su rutina de recuperación (Crédito: Nicolas Stulberg)

— ¿Hace cuánto tiempo que sos su papá?

— ¿Emocionalmente? Y, un montón de años, 15.

— ¿Él está en recuperación?

— Ahora sí. ¿Qué es lo más crudo? Cuando entramos a los grupos decimos “Dios concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia entre lo que puedo y lo que no puedo cambiar”. Hay cosas que yo no puedo cambiar y tengo que tener paciencia con las que no puedo, sabiduría para entender cuáles sí y cuáles no. Cambiarle absolutamente la vida a otra persona si esa persona no quiere o no ve, yo no puedo.

— ¿Cómo es tu rutina de recuperación? Varias veces por semana vas a los grupos, das charlas, hacés terapia.

— Primero agradecer. El adicto agradece cuando llega la bolsa, después no agradece más. Yo agradezco mis días sin necesidad de consumir. Agradezco los hijos que tengo. Agradezco el equipo con el que yo laburo. Agradezco estar lúcido hablando con vos. Un adicto ve a la gente que tiene al lado. No ves las posibilidades, no ves el amor, no ves dolor. Esto es la vida y yo estoy súper agradecido de eso. Hay momentos donde pienso también: hiciste 72 películas, tenés 20 programas de televisión, seguís generando cosas… Pero hoy, mi energía está puesta en el desafío de que en la Argentina se hable de lo que no se hablaba, que es la adicción.

"Yo agradezco mis días sin necesidad de consumir", expresó Gastón Pauls en entrevista con María Laura Santillán (Crédito: Nicolas Stulberg)
"Yo agradezco mis días sin necesidad de consumir", expresó Gastón Pauls en entrevista con María Laura Santillán (Crédito: Nicolas Stulberg)

— Trabajás como actor, protagonizaste ficciones muy exitosas y hoy lo ponés en segundo lugar.

— Sí. Hoy me llamó una persona para decirme: gracias, hace un año que no consumo, hoy pude abrazar a mi hija y no la abrazaba. Eso es mucho más que cualquiera de los otros premios que puedo haber tenido. Que un aplauso, un rating o un premio. Acá hay vida. Acá hay una vida en la que nosotros colaboramos. Así como me ayudaron a mí a salvar la mía, yo estoy ayudando a salvar. Me pidieron en mi recuperación: llevá el mensaje a otro, compartilo.

— Mucha gente hoy te debe llamar, escribir, pedir consejos. O quiere conocer tu experiencia.

— Además del programa vengo dando charlas. Debo haber dado 200 charlas frente a, no sé, 300.000 personas. Recibo en mi Instagram, no sé, 700 mensajes por día. Que no llego a contestar, no me da el tiempo físico. Tengo a mis hijos, tengo mi vida, tengo que ir al baño. Por momentos es un dolor porque sé que a veces cuando no llegás a responderle a ese que mandó en un segundo de lucidez un alerta dice: no me respondió, me voy a tomar. Hay una gran responsabilidad. A la vez, no puedo con todo. Me encantaría que el Estado estuviera más, como dije antes. Es bueno poder contestar y no estar en otra.

— Ojalá te escuche algún funcionario.

— ¿Dónde están? (Risas).

“SE VA A MORIR EL MACRISTA Y SE VA A MORIR EL KIRCHNERISTA. QUÉ HACEMOS”.

— ¿Hay algunos que contestan?

— De los dos lados. O de los tres lados. Derecha, izquierda, libertarios. Lamentablemente no son de primera línea. Para mi programa llamé a Alberto, llamé a Mauricio, vengan al programa, hablemos. Pero no para pincharlos: qué hiciste, o qué vas a hacer. Es: qué hacemos. Porque se va a morir el macrista y se va a morir el kirchnerista. Qué hacemos. Estoy esperando todavía si vienen en algún momento.

— Algunos políticos se involucran con lo que pasa con el paco en los barrios más pobres.

— No quiero solamente pegar, hay un montón de gente y van a empezar a salir en mi programa. El adicto, el que estuvo tomando merca y bajó al décimo noveno subsuelo del infierno, sabe que la pelea es con entidades y potestades. Los que se enfrenten a eso no se enfrentan solamente a un narco, a un negocio, se enfrentan a energías muy difíciles, muy complejas.

María Laura Santillán y Gastón Pauls al final de la entrevista (Crédito: Nicolas Stulberg)
María Laura Santillán y Gastón Pauls al final de la entrevista (Crédito: Nicolas Stulberg)

— Las complicidades de los que amparan la droga desde el Estado.

— Entré a una cárcel a hacer unos informes. Vos, yo y los 50 millones de argentinos y de argentinas, sabemos que la cárcel está repleta de gente que entró por consumo o porque asesinó puesta, o porque vendía, o porque chocó borracha. Entraron a la cárcel borrachos o drogados y adentro consumen más que afuera. ¿Si lo sabemos todos? Todos sabemos que en la cárcel hay droga. ¿Nadie del sistema penitenciario, de la política, de la justicia, nadie hace nada? ¿Tan grande es el negocio? Enorme.

— Seguramente nos están mirando o leyendo familiares de adictos y no saben qué hacer. ¿Qué les decís?

— Primero pedir ayuda, es lo más difícil para un adicto o para un familiar. Me refiero a entrar a grupos anónimos, NAR ANON, ALANON. Escuchás a otros padres, a otras madres, o a otros hijos, diciendo lo que pasaron y lo que no tenés que hacer y lo que podés hacer. Y para los adictos googleá grupos anónimos de recuperación. Están Narcóticos Anónimos, Alcohólicos Anónimos, Adictos al Sexo, Adictos al Juego, Adictos a la Comida. O sea, hay un montón de lugares.

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