Radiografía de Puerta 8: cómo es el barrio del conurbano en el que los vecinos viven con temor por la violencia narco

Documentos oficiales revelan que el año pasado hubo 23 denuncias por venta de estupefacientes en el lugar. En noviembre y diciembre se realizaron dos procedimientos. Este año se abrió un nuevo expediente

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Uno de los pasillos del Barrio Puerta 8 allanado por la policía bonaerense por venta de cocaína envenenada (Télam)
Uno de los pasillos del Barrio Puerta 8 allanado por la policía bonaerense por venta de cocaína envenenada (Télam)

El territorio parece abandonado a la buena de Dios.

Hace cinco años las drogas arrasaron el lugar. La pasta base, el “paco” que se fuma en pequeñas pipas de aluminio, trasformó a buena parte de los más jóvenes en “soldaditos” o “pajaritos”, que “cantan” al advertir la presencia de desconocidos en cercanía de los kioscos o búnkers desde los cuales los dealers venden estupefacientes; o se convirtieron en “zombis” que tropiezan y cae desvanecidos en las veredas. Hay casos en los que ocurren ambas situaciones.

En ese asentamiento viven menos de 200 familias que ocupan un radio de unas 20 manzanas. Tierras tomadas ubicadas en las inmediaciones de la CEAMSE, el lugar dónde se realiza la disposición final de los residuos de varios distritos del la provincia de Buenos Aires y de CABA.

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Ubicada en el distrito de Tres de Febrero, la Villa Puerta 8 abandonó el anonimato ayer. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y el fiscal general del departamento judicial de San Martín, Marcelo Lapargo, afirmaron que los indicios y pruebas que manejan infieren que en casillas de ese barrio se comercializó la cocaína envenenada, cortada, adulterada que mató, como mínimo a 23 consumidores y más de setenta se encuentran intoxicadas e internadas en varios hospitales del conurbano.

Hasta hace unas horas, al menos treinta de esos pacientes, sobrevivían gracias a la asistencia respiratoria mecánica (ARM).

La precariedad de sus calles, la falta de alumbrado público, la versatilidad de sus oscuros pasillos y las barricadas de basura y madera que cortan arterias y pasadizos, deviene en que las ambulancias no puedan ingresar para socorrer a los vecinos; que la autobomba, como ya sucedió en 2020, no pueda avanzar al interior del asentamiento para sofocar incendios.

El ministro de Seguridad Sergio Berni encabezo los operativos en la Villa Puerta 8 en Tres de Febrero (Gustavo Gavotti)
El ministro de Seguridad Sergio Berni encabezo los operativos en la Villa Puerta 8 en Tres de Febrero (Gustavo Gavotti)

Solo la policía, o el Comité Operativo de Emergencia, de la comuna gobernada por Diego Valenzuela (Cambiemos) y acompañados por las fuerzas de seguridad, se internan en el laberinto de pasadizos para, por ejemplo, combatir la pandemia del COVID-19, según difunden las autoridades en la cuenta de Facebook de la comuna.

Sobre la venta de drogas, y los padecimientos que sufren los adictos del lugar, no se hablaba, al menos hasta que estalló la tragedia de la cocaína mortal.

Las denuncias anteriores

El flagelo de las drogas en el Barrio Puerta 8 no es una novedad para las autoridades judiciales, políticas y policiales.

El 17 de noviembre y el 14 de diciembre pasado, la policía de la provincia de Buenos Aires, realizó dos operativos por comercialización y distribución de drogas. Se detuvieron a seis personas, se incautaron tres armas de fuego: una pistola DGFM calibre 11.25, un revólver calibre 32 marca DGH y un revólver Pasper calibre 32.

En el primer procedimiento también se secuestró una pequeña cantidad de estupefacientes, 63,4 gramos de cocaína y 16,7 gramos de marihuana distribuidos en pequeños envoltorios para su venta al menudeo.

En el segundo operativo, los uniformados descubrieron 30 envoltorios de cocaína y 34 de marihuana. El clorhidrato de cocaína no estaba envenenado.

La fiscalía ordenó peritar la droga secuestrada para establecer si está envenenada y con qué sustancia  (Gustavo Gavotti)
La fiscalía ordenó peritar la droga secuestrada para establecer si está envenenada y con qué sustancia (Gustavo Gavotti)

Después de los allanamientos, y por disposición de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, se mantuvo el operativo de vigilancia ordenado por la UFI 16 de San Martín.

Por esa razón, se acreditó que los grupos narcos, que dirimen territorio en el asentamiento a fuerza de balas y amenazas, continuaron con el narcomenudeo días después de las detenciones, “bajo la modalidad bolseros”; esto es “distintas personas ubicadas en las esquinas y en los pasillos por varias horas”, que venden los estupefacientes a los clientes lejos del búnker.

Los “bolseros”, después del tiempo acordado, eran reemplazados por otros, por lo general menores de edad, ya que son inimputables para la justicia.

Según se lee en el expediente judicial, esta acreditación, derivó en que los detectives monten guardia para filmar la maniobra, identifique a los punteros de la droga y los lugares dónde se almacenan las sustancias.

Por este motivo, los investigadores y los fiscales sabían que lugares allanar después que familiares de las víctimas, aseguraran que sus allegados adquirieron los envoltorios de color rosa, con la cocaína presuntamente envenenada, en la Villa Puerta 8.

Según la información oficial brindada a Infobae por el ministerio de Seguridad bonaerense, en el año 2021 ingresaron 23 denuncias al sistema 911 por lugares de venta de drogas tanto en la Villa Puerta 8 como en los alrededores. La UFI 16 de San Martín, libró diez oficios para realizar tareas de inteligencia sobre el barrio y los grupos de pequeñas bandas narcos que operan. Esas órdenes, derivaron en los operativos y detenciones realizados en noviembre y diciembre.

En lo que va de este 2022, a la línea de emergencia ingresó una nueva denuncia. Fue el 23 de enero y dio inicio la Instrucción Penal Preparatoria (IPP) número 15-00-3353-22 que estaba en pleno trámite cuando unos cien consumidores fallecieron o fueron internados de urgencia en el sistema de salud público a cargo del ministro Nicolás Kreplak.

Aún no se acreditó si la droga envenenada fue distribuida por el mismo grupo narco denunciado por los vecinos.

Sin embargo, el ministro Berni tiene sospechas que puede ser así. Un documento de trabajo asegura que la cocaína mortal “habría sido adquirida en inmediaciones del lugar conocido Puerta 8, ubicado en El Parque, Miramar, Ruta 8 y el arroyo Morón de Tes de Febrero”.

Aún no se acreditó si la droga envenenada fue distribuida por el mismo grupo narco denunciado por los vecinos (Gustavo Gavotti)
Aún no se acreditó si la droga envenenada fue distribuida por el mismo grupo narco denunciado por los vecinos (Gustavo Gavotti)

Siempre según ese reporte oficial, “la Delegación Morón posee investigación en marco de Causa FSM 8905/2021 (Caso Coirón 28460/2021), con intervención de la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Procuración General de la Nación”.

Por ese motivo, se realizaron tareas de inteligencia “bajo la figura del agente revelador en la mencionada ‘Puerta 8′, comprando cocaína como material de prueba, sustancia obtenida en pequeña dosis en envoltorio termosellados de diferente colores”.

Esas actuaciones se elevaron a la fiscalía a fines de diciembre pasado y, hasta que estalló la tragedia, los hombres de Berni, que están al mando del jefe de policía, el comisario general Daniel García, estaban a la espera de nuevas directivas.

Anoche, un funcionario al ministro de Seguridad le dijo a Infobae que ahora “se procura certificar si se trata del mismo domicilio”, dónde se vendía la cocaína de la muerte.

Operativos en el Conurbano (Gustavo Gavotti)
Operativos en el Conurbano (Gustavo Gavotti)

Barrio registrado

La Villa Puerta 8 es uno de los 4.416 barrios vulnerables y asentamientos registrados en el listado de barrios populares de Argentina (RENABAP) que depende del ministerio de Desarrollo Social a cargo de Juan Zabaleta.

Según la información oficial que consta en esa cartera, el Barrio Puerta 8 está ubicado en el municipio de Tres de Febrero, en la localidad de Churruca.

En esas tierras tomadas hace más de diez años, y cuya extensión abarca menos de veinte manzanas, viven 170 familias, esto es, menos de 700 personas. La mayoría de ellas esperan, como se les prometió, que al estar inscripto en el RENABAP el asentamiento pase a integrar la red de integración socio urbana de barrios populares a través del cual se debería mejorar la infraestructura y permitir a su población acceder a la propiedad de sus viviendas, según la ley 27453. Hasta ahora no ocurrió. Es algo que a los narcos de la zona, lejos de preocuparlos, los tranquiliza. Ellos hacen pie, se hacen fuertes, ante la ausencia del Estado.

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