Cómo impacta la agenda internacional en la campaña de las PASO

Venezuela, Hezbollah, acuerdo con la Unión Europea o Malvinas son ejes de debate; la mirada de los encuestadores y analistas políticos

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Donald Trump y Mauricio Macri
Donald Trump y Mauricio Macri

Por falta de interés, por una relación ajena a la vida cotidiana, una excesiva mirada ombliguista del mundo o, simplemente, por ignorancia. Cualquiera de las variables son aceptables para evaluar a esta altura de la campaña electoral que los debates que plantearon el Gobierno y la oposición sobre la política exterior de la Argentina en los próximos años casi no movieron el amperímetro de la batalla proselitista en el camino a las PASO.

Mauricio Macri hizo un intento por polarizar el discurso con el kirchnerismo y llevó al plano de la campaña temas como la lucha contra el terrorismo encarnado en Hezbollah, el acuerdo de la Unión Europea-Mercosur o las críticas a Venezuela. Y desde la oposición se intentaron instalar ejes de discusión como la causa Malvinas, el apego al FMI o el alineamiento del gobierno con Estados Unidos.

Sin embargo, al entender de analistas políticos y encuestadores, nada de ello parece haber hechizado a los votantes. Por el contrario, los temas de debate de política exterior o diplomacia no prendieron demasiado en la campaña más allá de algunos debates puntuales como cuando se aprobó el acuerdo de libre comercio Unión Europea-Mercosur.

El consultor de campañas electorales, Carlos Fara dijo a Infobae que "los temas internacionales sólo son importantes por la implicancia simbólica que significan pero no por lo concreto. Así, la cuestión Venezuela o el acuerdo Unión Europea-Mercosur te marcan una línea de acercamiento o no al mundo en un eje discursivo. El tema Hezbollah relacionado con la causa AMIA con todos los miedos que ello dispara le sirve al gobierno porque le da una implicancia simbólica incluso para captar al electorado independiente. Pero no mucho más allá de eso".

El tema de la causa Malvinas casi no apareció en la escena de debate electoral. A pesar del anuncio de nuevos vuelos a las islas desde Córdoba que el Gobierno promovió como un logro de gestión el tema no fue discutido en la campaña.

En este sentido, el líder de la consultora Raul Aragón & Asociados destacó que "los temas de política exterior en general no tienen demasiado impacto en las campañas a no ser temas de alta sensibilidad social como el tema de Malvinas para definir una posición sobre este tema. Pero eso ni siquiera se dio y el resto de los temas internacionales tienen poca inserción en el imaginario colectivo".

Cristina Kirchner apoya al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y hubo señales de ese eje discursivo en su campaña(Foto: NA)
Cristina Kirchner apoya al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y hubo señales de ese eje discursivo en su campaña(Foto: NA)

A la vez, el ex embajador en Portugal hoy alineado con el kirchnerismo Jorge Arguello expresó en este sentido que "si hay un asunto de política exterior que deberíamos tener saldado y ajeno a la disputa electoral debería ser la Cuestión Malvinas. Sin embargo, el actual gobierno avanza en plena campaña con su política de concesiones a Gran Bretaña, tras reabrir el 'paraguas de soberanía' en 2016 y sin darle participación al Congreso Nacional en un asunto prioritario de la política exterior argentina".

Venezuela en la agenda

Por su parte, Irma Arguello, referente de temas internacionales y directora de la Fundación de No Proliferación para la Seguridad Global, dijo a Infobae que en un escenario de extrema polarización entre Juntos por el Cambio (Macri-Pichetto) y Frente de Todos (Fernández-Fernández) las preocupaciones de la sociedad van hacia asuntos completamente diferentes como la inflación, el desempleo o la pobreza aunque los temas internacionales "sirven para confirmar las adhesiones de los núcleos duros que los apoyan y en mucha menor medida para atraer nuevos votantes".

En el caso concreto del debate por los cuestionamientos al régimen de Venezuela Arguello dijo que "Macri busca con ello mostrar a una Argentina insertada en el mundo y el votante de Cambiemos que condena al régimen de Maduro o avala el acuerdo Mercosur-UE ayuda a Cambiemos a mostrar logros de la gestión frente a los claros déficits en cuestiones económicas".
Hay como en toda campaña electoral una visión antiimperialista de la política exterior de algunos sectores de izquierda.

En este caso, Irma Arguello evaluó que "Alberto Fernández y el kirchnerismo puede que busquen mostrar una expresión ideológica antiimperialista, lo cual no es del todo así ya que en muchos casos encierran intereses más concretos que la mera ideología".

Mauricio Macri durante el G20 realizado en Osaka, Japón donde presentó el acuerdo Unión Europea-Mercosur
Mauricio Macri durante el G20 realizado en Osaka, Japón donde presentó el acuerdo Unión Europea-Mercosur

En esta misma línea, la analista política y consultora Graciela Römer dijo que "los temas de política exterior son ajenos a la campaña porque hay una cuestión ombliguista en el argentino medio. Pero -añadió- quizá el tema Venezuela o la visión antinorteamericana del mundo tenga un impacto en sectores populares".

El gobierno buscó imponer el caso Venezuela como factor clave del voto "miedo". Así, Irma Arguello evaluó que "el argumento es evitar convertirnos en Venezuela si ganan los Fernández" y por lo tanto genera un profundo rechazo en los sectores más moderados e informados.

El ex embajador argentino en Vietnam Felipe Frydman sostuvo a Infobae que "la delicada situación económica no permite que los temas internacionales tengan influencia en la campaña electoral. Podrían tenerla en el círculo áulico tan proclive a pensar en grande".

De esta manera, temas centrales de la reciente agenda argentina como fue la visita del secretario del Departamento de Estado norteamericano Mike Pompeo para el 25 aniversario del atentado a la AMIA "quizás haya encontrado eco en la comunidad judía pero esa comunidad apenas supera las 200.000 personas en total", dijo Frydman.

Este diplomático argentino y analista político también evaluó que el alineamiento con Donald Trump, ineludible por el apoyo financiero, y la amistad de Macri con Jair Bolsonaro no lo favorece y provoca recelos en sectores de centro izquierda que lo apoyaron en 2015 y 2017 por rechazo a Cristina Kirchner, y que ahora podrían cambiar su voto por esta identificación que no despierta ninguna simpatía".

Desde el kirchnerismo, el ex embajador en Portugal y actual director de la ONG Embajada Abierta, Jorge Arguello remarcó que "la actual campaña electoral deja en evidencia cierta subestimación de la real importancia y sensibilidad que un ejercicio cortoplacista y sin consenso político de las relaciones internacionales puede tener para la vida cotidiana de un país".
Así, Arguello señaló que "el peor actor esta vez es el propio gobierno nacional, pese a que desde sus inicios publicita su obsesión por insertar al país en el mundo, a cualquier precio y como si alcanzara para lograrlo con la pura voluntad".

Para el kirchnerismo, Macri apuró la firma del trascendental acuerdo de libre comercio Unión Europea-Mercosur. Pero Arguello expuso que "el gobierno anunció el acuerdo como un salto inmediato al desarrollo moderno que puede resultar todo lo contrario por la reprimarización de nuestra economía".

En rigor, todo es una cuestión de demandas: para el encuestador Sergio Doval la demanda del 2015 era de izquierda y ahora se corrió hacia la derecha. Es decir, que "ahora hay más de un 60 % de la gente que quiere un país abierto al mundo. Esto implicó una derechización de la campaña que podría sumar a los indesisos para aquellos que pregonan este discurso".

De todas maneras, las demandas de temas internacionales en la campaña parecen ir más de la mano del discurso de los candidatos que del interés real de la ciudadanía.