Verasay reemplazó al senador imputado por acoso sexual en la vicepresidencia de la Cámara

La senadora mendocina Pamela Verasay, radical que forma parte de Cambiemos, juró como nueva vicepresidente primero del Senado en reemplazo del también integrante de la UCR, el pampeano Juan Carlos Marino, quien no fue renombrado en ese puesto debido a una denuncia de acoso sexual en su contra.

La dirigente radical, que tiene mandato como senadora nacional por Mendoza hasta 2021, fue propuesta por el interbloque Cambiemos y la Cámara de Senadores aprobó su nombramiento por unanimidad en la sesión de este miércoles.

El Senado ratificó en febrero pasado a todas sus autoridades pero había dejado vacante la vicepresidencia primera que hasta ese momento ocupaba Marino. Es que el radical pampeano tiene pendiente en la Justicia una denuncia por presunto acoso sexual que presentó a fines de 2018 una empleada de carrera del Congreso que trabajó para su oficina.

Si bien Marino asegura que la denuncia es falsa y la atribuye a una "operación" (se dio en medio de la campaña electoral de La Pampa, donde era precandidato a gobernador), la UCR decidió que el legislador no fuera ratificado en la vicepresidencia primera para evitar cuestionamientos por parte de un grupo de senadoras nacionales.

Verasay es contadora pública, fue diputada provincial e ingresó al Senado en 2015, junto al ex vicepresidente Julio Cobos. El resto de las autoridades del Senado había sido ratificado en la sesión preparatoria previa a la Asamblea Legislativa, del 1 de marzo. Federico Pinedo, en la presidencia provisional; Omar Perotti, en la vicepresidencia, y María Inés Pilatti Vergara, en la vicepresidencia segunda.

En diciembre del año pasado, Marino fue imputado por el fiscal federal Federico Delgado a raíz de la denuncia por abuso sexual que presentó en su contra una empleada del Congreso Nacional. El fiscal además pidió como medidas de prueba citar a testigos, algunos de ellos colaboradores del senador, e invitar al legislador radical a aportar su celular para que sea analizado, ya que la denuncia de la empleada Claudia Mabel Guebel refiere a mensajes que habría recibido con contenido sexual.

La mujer trabajó con Marino y contó que "los días 14 de cada mes" se "presentaba en el despacho del senador para conseguir la firma del certificado de asistencia", ya que trabajaba mayoritariamente desde afuera del Congreso. Ella contó que ingresó a la Cámara de Diputados como empleada en 2001, pero a partir de 2004 y hasta 2016 se desempeñó como secretaria de la Convención Nacional de la UCR.

A continuación, volvió a trabajar en Diputados, en la comisión de juicio político, hasta que hace aproximadamente un año y medio empezó a desempeñarse como asesora de Marino.

"Empecé a recibir mensajes de WhatsApp a mi teléfono celular desde su teléfono celular (por Marino) en los que me decía 'Dónde estás?', 'Dónde vivís?', 'Voy a estar por allá, me doy una vuelta', 'Preparate que voy a tu casa'. Me enviaba videos alusivos al sexo. Quiero aclarar que yo no tenía vínculo alguno con él, ni de confianza ni de amistad. Este tipo de mensajes me los enviaba constantemente, varias veces por semana", sostuvo la mujer en su denuncia.

A la vez, señaló que "trataba de contestarle con respuestas evasivas que no comprometieran" su "trabajo y que tampoco le dieran a pensar que estaba interesada" en lo que le proponía.

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