Manuel Corrales: del título con Alianza Lima, la desilusión en Francia a encontrar el sentido de su vida trabajando por la salud mental y ser dueño de un restaurante

El exfutbolista habló con Infobae Perú y contó sobre sus inicios en el balompié, su etapa con los ‘íntimos’, el frustrado paso por Europa, su trayectoria y otros temas relacionados a su presente

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Manuel Corrales habló en entrevista para Infobae Perú sobre sus inicios en el fútbol, el Apertura que ganó con Alianza Lima, su paso por Europa y su nueva vida trabajando por la salud mental y otros temas. - créditos: Composición Infobae Perú
Manuel Corrales habló en entrevista para Infobae Perú sobre sus inicios en el fútbol, el Apertura que ganó con Alianza Lima, su paso por Europa y su nueva vida trabajando por la salud mental y otros temas. - créditos: Composición Infobae Perú

El fútbol, así como la vida misma, tiene subidas y bajadas. Y es que las lesiones, así como otros factores, hacen que esta profesión te lleve del éxito al fracaso de un solo golpe. Sin embargo, no todos tienen el control emocional y muchas veces se dejan llevar por la situación, hasta que aparece una luz que reconduce sus vidas.

Esto le pasó a Manuel Corrales, quien logró el Torneo Apertura con Alianza Lima el 2006, pudo jugar en Metz de Francia con Wilmer Aguirre y otro ‘crack’ mundial, para luego desempeñarse la mayor parte de su trayectoria en clubes del interior del Perú.

El que fuera lateral izquierdo conversó desde el Cusco con Infobae Perú en una videollamada por Zoom y habló sobre sus inicios en el balompié, cuando ganó un título local con los ‘blanquiazules’, la vez que emigró a Europa, su paso por Liga 2, así como su actualidad como ‘coach’ enfocándose en la salud mental y también en su faceta como dueño del restaurante Gabriel 480, entre otros temas.

- ¿Cómo nació tu apodo del ‘Avión’?

Es una buena pregunta, porque la gente creía que era por cualidades físicas, y no tenía nada que ver. Conté en una entrevista que conocí a mi esposa en un avión cuando estaba en Alianza Lima, el 2006. Al día siguiente, recuerdo que ‘Lalo’ Archimbaud, me molestó un poco con eso. Incluso salí en una producción con un avión detrás, haciendo el avión. Creo que había hecho un gol y lo celebré de esa manera, con los brazos abiertos.

- ¿Qué complicaciones tuviste en el proceso para llegar a la profesional?

Cuando era más chico, con 13 o 14 años, era un poco flojo para entrenar, las complicaciones me las ponía yo solo. Estaba en el Lawn Tenis y a veces faltaba. Después fui evolucionando en mi juego y vino una convocatoria a la selección sub 15. Ahí pensé en tomármelo más en serio. Participé en un campeonato en Francia, me llamaron de la ‘U’. Pero en la selección, y esto no lo sabe mucha gente, tuve complicaciones con el técnico. Con algunos compañeros bromeamos con el tema, pero en esa sub 17 pensamos en cómo nos fregó la carrera porque el trato no era el mejor. Eso frustró a muchos jugadores y podría decir que les pudo truncar la carrera. El tema fue un poco fuerte, no queríamos decir nada, todos queríamos estar y teníamos miedo de que nos saquen de la selección. Ahí no lo pasé tan bien, iba con susto y con miedo que con ganas de aprender, de mejorar, de potenciarme.

El 'Avión' recordó la vez que vivó un duro momento en la selección peruana sub 17. (Video: Infobae Perú / Joaquín Parra)

- Jugaste para el filial de Universitario, América Cochahuayco. ¿Hubo chances de que debutes en la ‘U’?

Jugué en la sub 20 de la ‘U’, en Segunda División. En América Cochahuayco tuve una bonita experiencia porque la mayoría eran mayores que yo y me sirvió mucho para agarrar un poco de roce. En esa época, la Segunda no era profesional y jugaba en canchas, incluso peor que las de ahora. Fue una experiencia que me sumó en algún punto para después estar más cuajado. Sí hubo chances de debutar en la ‘U’, el 2001 o 2002 hice la pretemporada con el primer equipo, sin embargo, no tenía muchas chances de jugar, entonces solo entrenaba y bajaba a jugar para Segunda. El 2003 se dio un préstamo a Estudiantes de Medicina de Ica, ahí empiezo mi carrera profesional.

- Pasaste de descender con César Vallejo el 2005 a salir campeón con Alianza Lima un año después, ¿cómo viviste esas temporadas?

Todo fue muy rápido en mi carrera. Me fue bastante bien en Vallejo, llegué sin un nombre ni nada. Rendí bien, tenía un año de contrato y me renovaron. Después sabía que iba a jugar en Alianza, donde todo fue muy rápido. Empecé siendo titular, recibí la confianza del ‘profe’ Pelusso, que me quiso de lateral. Me dijo que no me preocupe porque Alianza era un equipo que ataca y que me quería más atacando que defendiendo. Recuerdo que era un jugador cuando llegué a Alianza y salí otro porque no tenía mucha marca, no cabeceaba bien, algo que mejoré y fue uno de mis fuertes. A mitad de ese año campeonamos el Apertura y cumplí otro sueño al irme a Francia.

Manuel Corrales era titular en el Alianza Lima que ganó el Torneo Apertura 2006. - créditos: USI
Manuel Corrales era titular en el Alianza Lima que ganó el Torneo Apertura 2006. - créditos: USI

- ¿Cuánto te aportó Gerardo Pelusso para llegar a ser el jugador que te convertiste?

Sobre todo, quiero reconocerle que vio en mí ciertas cualidades para ser lateral izquierdo, que ha sido mi lugar durante toda mi carrera. Hubo entrenamientos en los que se quedaba conmigo y me enseñaba: ‘tienes que tener más cuidado, baja un poco más la ‘cola’ para marcar porque eres alto y los más bajos te van a ganar en ese espacio reducido’. Me acuerdo claramente de eso y le estoy muy agradecido.

- En el 2006 jugaste con Guillermo ‘Chicho’ Salas, ¿cómo lo ves ahora como entrenador?

‘Chicho’ ha hecho una gran carrera, primero como jugador: seleccionado nacional, títulos con Alianza Lima, con San Martín, no se le puede cuestionar mucho porque daba todo dentro de la cancha. Ahora creo que tiene ese perfil y es un buen prospecto de entrenador peruano y puede trascender.

- Volviendo a tu carrera, ¿cuál es tu evaluación de tu etapa en Metz de Francia?

Fue una gran experiencia. Yo quería salir y lo logré muy joven, me hubiera gustado jugar más, de repente ir a otro equipo, las circunstancias fueron un poco difíciles. Recuerdo que me lesioné, estuve con pubalgia por buen tiempo y me operaron. Tuve un problema extradeportivo, con mi representante en esa época, por un tema económico. Fui a juicio contra el club, y tuve que regresar aún lesionado. Volví a Alianza y pude relanzar mi carrera.

- ¿Qué tal fue jugar con otro peruano como Wilmer Aguirre y con el bosnio Miralem Pjanic?

La experiencia fue enriquecedora desde todo punto de vista. El ‘Zorro’ fue una gran compañía, llegamos al mismo tiempo prácticamente y parábamos juntos. Y Pjanic, ni qué decir. Él era muy chico todavía, pero se le notaba una calidad distinta. Cuando llegamos, el equipo estaba en la Ligue 2, ahí tenía 17 años y se le notaba una capacidad para ponerse el equipo al hombro, tenía un temple distinto. Además, era muy buena gente, nos llevábamos muy bien, nos bromeábamos mucho. Fue uno de los que pudo aportarme mucho a pesar de su corta edad, me dio ejemplos de muchas cosas.

Manuel Corrales compartió con Miralem Pjanic en Metz de Francia. El volante bosnio luego jugó en Juventus, Barcelona, entre otros equipos.
Manuel Corrales compartió con Miralem Pjanic en Metz de Francia. El volante bosnio luego jugó en Juventus, Barcelona, entre otros equipos.

- ¿Hubo oportunidad para que te quedes en Europa en otro equipo?

Sí, en Bélgica hubo una chance. Estuve cerca de ser traspasado a un equipo allá, pero las cosas no se dieron. Jugué en Alianza un tiempo más y luego fui a Vallejo. Hubo un par de veces más después, aunque tampoco salió.

- El 2022 afrontaste la Liga 2 con Cusco FC, con el que también campeonaste. ¿Cuán duro fue afrontar la Segunda División?

El 2021 jugamos la Liga 1 y supuestamente habíamos salvado la categoría en la última fecha. Pero el 2022 nos informaron que fueron al TAS y que por un punto, administrativamente, perdíamos la categoría. Era una época en la que asimilaba mejor las cosas, no hacía mucho drama. A mis compañeros sí les costó un montón, algunos se fueron del club a seguir jugando en Liga 1. Yo sabía que eran mis últimos momentos en el fútbol, entonces pensé que era una buena oportunidad para probar algo distinto, desafiarme a mí mismo, tratar de jugar el máximo de partidos que pueda, teníamos un plantel de primera. A mí no me cabía duda de que íbamos a campeonar. Fue una bonita experiencia la Liga 2. Pero no es que si jugaste Liga 1 y llegas a Liga 2, vas a ser superior a tu rival. Tuvimos una fuerza de equipo, era un equipo de primera, con extranjeros como Ayarza, ‘Felucho’, Daniel Ferreyra, el ‘Chapu’, gente que había tenido bastante recorrido en el fútbol peruano. No te diría que fue fácil, luchamos cada partido, pero al final conseguimos lo que iba a pasar.

- Vi en una entrevista que hablaste de Pablo Peirano, quien te dirigió en Cusco FC y te marcó mucho. ¿Qué me puedes comentar de él?

Sí, es cierto. Lo tuve los últimos momentos de mi carrera y me enseñó mucho. Mira cuántos años tenía en el fútbol y no había visto un enfoque distinto, tiene una manera muy particular de trabajar. Es muy exigente y cercano también, no se casa con nadie. Trata igual al que tiene 40 como al de 18. Juega el que crea que está mejor y no por rango, ni por qué tan ídolo sea del club. El trabajo del día a día es realmente enriquecedor. Después, tuve la oportunidad de trabajar con él en Cusco FC, yo como coach. Ya sabía de sus capacidades y me fue fácil encajar en su trabajo porque yo también soy exigente, me considero muy apasionado con el trabajo. Aprendí de todo punto de vista. Sin duda, es alguien a quien yo tengo como referente en el fútbol.

El uruguayo Pablo Peirano dirigió a Manuel Corrales en Cusco FC, con el que ganaron la Liga 2 el 2022.
El uruguayo Pablo Peirano dirigió a Manuel Corrales en Cusco FC, con el que ganaron la Liga 2 el 2022.

- ¿Lo ves dirigiendo a un equipo grande de Perú?

Sí, sin duda. Si no es del Perú, de otro país. Ahorita está en Independiente de Santa Fe de Colombia, le va bien. No tenía dudas de que iba a ser así. En algún momento como entrenador puede tener un bache, pero espero que le vaya bien. Aquí le fue bien en Cusco FC, Mannucci, lamentablemente no pudo terminar el año dirigiendo pero estoy seguro de que lo clasificaba a Sudamericana el 2023. Si le preguntas a los jugadores que tuvo, estoy seguro que te darán muy buenas referencias, hayan o no jugado, porque el trabajo era exigente para todos.

- ¿Qué objetivos te quedaron pendientes por cumplir como futbolista?

Trascender un poco más en la selección porque en algún momento fui convocado, pero no llegué a más. Jugar Clasificatorias hubiera sido bastante bueno, me ilusionaba esa posibilidad y no pude hacerlo. Me hubiera gustado hacer una carrera un poco mejor en el extranjero. No es que esté insatisfecho con mi carrera, aunque considero que con la mentalidad que pude adquirir después hubiera podido hacer mejores cosas.

El lateral izquierdo anotó el único tanto con el que el 'rojo matador' le ganó al cuadro venezolano y avanzó a la segunda fase del torneo de Conmebol. (Video: xpertowinner)

- ¿Cómo así decidiste entrar al mundo de la psicología deportiva y el coaching?

Desde hace mucho tiempo, en busca de algunas respuestas emocionales dentro del campo, empecé a leer algunas cosas, a indagar, a buscar mucho desarrollo personal a través de libros, a cultivarme un poco por dentro, a tratar de ser mejor persona, gestionar mejor mis emociones. No sé cuántos libros habré leído de desarrollo personal, pero son muchos. Ahora hay más información, comencé con esto hace 20 años. Cuando aparecieron los cursos virtuales, porque en principio estudié Gerencia Deportiva, tengo dos másters en eso, estudié en la UPC, seguí un curso de coaching de dos horas. Entré para averiguar de qué era, me informé mejor, me metí a un curso de psicología deportiva y busqué más cosas. Le agregué a mi carrera de coach muchas técnicas para ayudar también con mi experiencia deportiva.

- ¿Con qué realidad te encontraste en el coaching en Perú?

Cuando empecé a estudiarlo casi ni se hablaba de eso. Entró con mucha fuerza, pero sentí que no se le dio el valor que tiene el coach como un acompañante de objetivos. Me parece que tiene una labor importantísima, aunque se le comparaba mucho con el psicólogo, decían ‘no tiene estudios, son cosas distintas’. Como en todo, si eres bueno, seas psicólogo o coach, mentor, si realmente tienes los conocimientos necesarios, la experiencia, si estás dispuesto a hacer de esto una verdadera pasión, creo que en lo que sea que te desenvuelvas vas a hacerlo bien y ayudar a las personas. Me enfoqué en lo mío, en coaching, en adquirir nuevas técnicas, más cursos. Desde que empecé a estudiar, no ha habido un solo año que haya dejado de estudiar algo, de capacitarme, tomar algún curso o ir a alguna conferencia.

- En ese tiempo que llevas trabajando como coach, ¿ha habido casos que te hayan sorprendido?

Sí, todo el tiempo, somos un mundo. Los que vemos de las personas, no necesariamente es lo que viven. Uno aparenta ser quién es, a veces por agradar a la sociedad. Todos tenemos un poco de eso, algunos más que otros y tiendan a ocultar algunas cosas que viven dentro. He estado con gente depresiva, inmersa en grandes problemas, y que los veías por la TV jugando, siendo titulares en sus equipos y no pasaba nada con ellos. Algunas personas que habían hecho algo grave y no sabían cómo resolverlo. Incluso les habían dado un plazo para resolverlo sino iba a ser publicado, estaban un poco amenazadas.

- Pude conversar con Luis Benites y Jhonny Vidales, con quienes has trabajado. ¿Crees que el haber sido futbolista te ha ayudado para comprender las necesidades del jugador peruano?

Sí, totalmente, digamos que tengo esa ventaja. El haber jugado, pasado por cosas difíciles… En mi carrera no siempre me ha ido bien, he tenido muchos tiempos de suplencia, de lesiones, de no sentirme suficiente, de estar muy inseguro. Si bien es cierto que cada uno de nosotros es un mundo, yo no me puedo comparar con otra persona, sí puedo tener una mejor referencia, y a través de ella, ser más empático, entender mejor lo que le pueda estar pasando.

- Se dice que una de las diferencias entre el jugador peruano con el de otra nacionalidad como la argentina, brasileña o uruguaya, es la mentalidad para afrontar partidos a nivel internacional. ¿Estás de acuerdo con eso?

En cierto punto sí, no te diría que todo es la mentalidad. Escucho mucho que cuando nos enfrentamos a equipos extranjeros, en Sudamericana, Libertadores o selección, que ‘se mueren de miedo, pero en el torneo peruano sí compiten’. Esto no es tanto así, no es que haya miedo. En otros torneos se compite a otra intensidad. Mira el torneo peruano y el argentino, ¿cómo pretendes que compitamos? Es un tema muy profundo porque viene del fútbol base. Un jugador argentino, uruguayo o brasileño llega a los 19 o 20 años con mucha competencia detrás y a un alto nivel. Acá hay algunos que están trabajando un poco mejor. Lo dijo ‘Chemo’ en su conferencia, a nivel de fuerza, de cognición, entienden mejor el fútbol. Es como que mandes a un chico que no ha pasado por la escuela, a la universidad de frente, ¿cómo va a competir ahí?

- Hace poco Horacio Benincasa habló sobre la salud mental y las críticas al futbolista, ¿qué te dejaron sus declaraciones?

Para empezar, Horacio es mi compadre, soy padrino de su hijita. Somos muy amigos. Me sorprendió un poco, no es un tema de los que él suele hablar mucho, sin embargo, dijo cosas bastante coherentes. Después de esas declaraciones, le pregunté si lo había hecho por un congreso que yo estaba haciendo de salud mental, programación neurolingüística, de éxito deportivo y empresarial. O sea, tenía que ver con el tema. Con esta campaña, he empezado a promover la salud mental. Sabiendo un poco más de fondo lo que puede pasar un futbolista, lo que puede llegar a sufrir en algunos casos, sobre todo con las redes sociales. La gente ya no los ve a los futbolistas como seres humanos, sino como robots que tienen que rendir al máximo; y si estás en mi equipo y no rindes, tengo todo el derecho de criticarte, y si te veo por la calle gritarte ‘malo’. Lo hemos visto claramente hace poco con un jugador con acciones que yo calificaría como abuso total y acoso. No se está considerando que es una persona, que puede estar pasando por un mal momento, que también puede fallar, así como nosotros lo hacemos todo el tiempo.

- ¿Te refieres a Jeriel De Santis?

Sí, totalmente. Así como él ha pasado con varios. En el estadio ni qué decir. Después de mucho tiempo, la vez pasada, fui a ver un partido de Alianza Lima en el Estadio Nacional y peor. Llamaron a un jugador a calentar y lo empezaron a insultar. O sea, insultar a un jugador que era de su equipo y llevaba el mismo escudo de esa persona… No tengo idea qué tiene la gente que cree que así va a ayudar al jugador a que se desenvuelva mejor, pero créanme que no va a ser así, sino todo lo contrario, están yendo en contra de sus propios intereses. Hay un tema que pareciera que se ha vuelto cultura: ir al estadio a put**r a tu propio jugador, ni siquiera al rival. Ahí también entra la salud mental. Estoy seguro que si le preguntas a esa persona en la tribuna ‘¿tú estás sano mentalmente?’ Te va a decir ‘sí, claro, estoy sano, no estoy loco’. Pero lo ves insultando al costado de su hijito, dándole el peor ejemplo. Cuando falla, resaltándole el error con lisuras y todo. Por eso me pareció importante que Horacio toque ese tema.

Manuel Corrales habló sobre las declaraciones de Horacio Benincasa acerca de las críticas a los jugadores y citó el caso de Jeriel De Santis. (Video: Infobae Perú / Joaquín Parra)

- ¿A qué crees que se deba la reacción de la gente?

Es un tema cultural, pareciera que se hubiera vuelto parte de nuestra idiosincrasia. Anda a cualquier estadio, no solamente ahí en el Nacional. Anda a ver aquí a Deportivo Garcilaso, Cienciano, Cusco FC… Y lo pasamos de generación en generación porque veo muchos papás que van con sus hijos y tienen este comportamiento. Entonces, aprendemos lo que vemos. El niño está mirando y se siente con derecho que viendo el fútbol se insulta, que al jugador se le desaprueba cada vez que falla. Creo que viene de ahí. La solución sería que cada uno conozca esto, empezar a tener un comportamiento distinto y difundirlo. Yo estoy en esto del coaching agarrando la bandera para empezar a difundir esto: menos agresión, más aceptación, más tolerancia, más paciencia, porque nosotros también fallamos y cómo reclamamos a otra persona que no falle.

- Es una tarea bastante dura…

Sí, sin duda. Pero creo que se puede hacer algo más. Así como se sacan banderas por el racismo, se pueden sacar banderas promoviendo la salud mental, de no ir (al estadio) a insultar o sino quédate en tu casa, cosas así.

- Aparte de ser coach, también incursionaste en el rubro de restaurantes…

Sí, también. Parte de mi crecimiento me ha permitido ser más osado y atrevido en algunas cosas. No tenía idea de cómo tener un restaurante y llevarlo adelante, cómo administrarlo. Me metí a un curso de administración de restaurantes que lo tomé en cuatro meses, para al menos tener una idea y no entrar en cero, fui aplicado con eso. Me lancé y abrí uno en la Plaza de Armas de Cusco, y además está bien ubicado. Ha sido una bonita experiencia, lo seguimos llevando a cabo. No te quiero mentir ni decir que todo es color de rosa, todo lo contrario, el restaurante es muy desafiante. Todo el tiempo tenemos nuevos retos, problemitas, llamadas inesperadas, pero es parte de la vida.

- ¿Estás solo como inversor o también ingresas a apoyar en cocina?

Soy el único dueño con mi esposa y tenemos poder de decisión. En cocina no me meto nada, no sé ni preparar un café en la maquinita (risas). Pero sí puedo dar unos puntos de vista de algunas cosas, algunos platos. Gracias a Dios he tenido un poco de mundo y he podido ir a sitios buenos como no tan buenos y tengo referencias. Entonces, puedo dar mi opinión, nos reunimos, también les hago talleres de coaching para que trabajen lo más cerca al máximo de sus capacidades posibles.

Manuel Corrales y el restaurante que dirige con su esposa en Cusco, 'Gabriel 480'. - créditos: Instagram 'Gabriel 480'
Manuel Corrales y el restaurante que dirige con su esposa en Cusco, 'Gabriel 480'. - créditos: Instagram 'Gabriel 480'
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