Cuidar la salud de los más pequeños del hogar desde los primeros años de vida es una inversión fundamental para su bienestar presente y futuro. La infancia es una etapa clave para el crecimiento físico, el desarrollo emocional y la prevención de enfermedades que pueden acompañar a una persona durante toda su vida. En el Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) señala que las infecciones respiratorias agudas, las enfermedades diarreicas y los problemas nutricionales siguen siendo algunas de las principales causas de consulta y hospitalización en niños menores de cinco años.
Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) destaca la importancia del control pediátrico continuo para detectar a tiempo trastornos del crecimiento, retrasos en el desarrollo y enfermedades crónicas en niños y adolescentes. En este contexto, acudir de manera regular a consulta médica con un pediatra no solo permite tratar enfermedades cuando aparecen, sino también prevenirlas, orientar a las familias y promover hábitos saludables desde la infancia. Conocer los principales motivos para llevar a un niño al pediatra ayuda a los padres y cuidadores a tomar decisiones oportunas y responsables sobre la salud infantil.
10 motivos para ir a consulta médica con un pediatra
- Controles de crecimiento y desarrollo: el pediatra evalúa peso, talla y desarrollo psicomotor para asegurar que el niño crezca de manera adecuada según su edad.
- Vacunación: las vacunas protegen contra enfermedades graves y potencialmente mortales. El pediatra verifica que el esquema de vacunación esté completo y actualizado.
- Fiebres persistentes o recurrentes: la fiebre puede ser un signo de infección u otra condición que requiere evaluación médica.
- Infecciones respiratorias frecuentes: tos, congestión nasal o dificultad para respirar deben ser evaluadas, sobre todo en niños pequeños.
- Problemas digestivos: diarreas, vómitos, estreñimiento o dolor abdominal persistente son motivos comunes de consulta.
- Alteraciones en el apetito o el peso: pérdida de peso, falta de apetito o aumento excesivo pueden indicar problemas nutricionales o de salud.
- Alergias: erupciones en la piel, estornudos constantes o dificultad para respirar pueden estar relacionados con alergias alimentarias o ambientales.
- Trastornos del sueño: dificultad para dormir, despertares frecuentes o somnolencia excesiva afectan el desarrollo infantil.
- Problemas de conducta o aprendizaje: cambios bruscos de comportamiento, dificultades escolares o retrasos en el lenguaje requieren evaluación especializada.
- Orientación a padres y cuidadores: el pediatra brinda consejos sobre alimentación, lactancia, higiene, estimulación temprana y prevención de accidentes.
Enfermedades pediátricas más comunes
Entre las enfermedades más frecuentes en la población pediátrica se encuentran las infecciones respiratorias agudas, como resfríos, bronquitis y neumonía, especialmente en épocas de frío. También son comunes las enfermedades diarreicas, que pueden provocar deshidratación si no se tratan a tiempo.
En los infantes y niños pequeños, la anemia y la desnutrición siguen siendo problemas relevantes en el país, según datos del Minsa. En la etapa escolar, se observan con mayor frecuencia problemas visuales, caries dentales y alergias. En adolescentes, cobran importancia los trastornos emocionales, la obesidad, el acné y algunas enfermedades crónicas como el asma. El seguimiento pediátrico permite identificar estas enfermedades de forma temprana, reducir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes.
Cómo mantener una buena salud infantil
Mantener una buena salud infantil requiere un enfoque integral que combine atención médica, hábitos saludables y un entorno seguro. Una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, proteínas y hierro, es esencial para el crecimiento y el desarrollo. La actividad física diaria ayuda a prevenir el sobrepeso y fortalece el sistema inmunológico.
Asimismo, es importante fomentar hábitos de higiene como el lavado de manos, el cepillado dental y el descanso adecuado. La salud emocional también debe cuidarse, promoviendo una comunicación abierta y un entorno familiar de apoyo. Finalmente, las visitas periódicas al pediatra, incluso cuando el niño parece estar sano, son clave para prevenir enfermedades, detectar problemas a tiempo y asegurar un desarrollo saludable en cada etapa de la vida.