La ausencia de servicios odontológicos adecuados en las zonas rurales de Perú genera un efecto económico negativo directo sobre las familias, según explica Óscar Jesús Barreda Espinoza, director de programas de la Fundación Suyana.
Esta situación, que a simple vista parece exclusiva de la salud, deja en evidencia una profunda grieta en materia de gasto familiar, capacidad de ahorro y productividad, explica el especialista.
Falta de atención dental en zonas rurales de Perú afecta economía familiar
Óscar Barreda puntualiza que el 70% de los establecimientos de salud rurales no dispone de un cirujano dentista permanente, mientras que el 20% de los centros de salud más equipados tampoco cuenta con consultorios odontológicos funcionales.
Esta realidad lleva al 95% de la población a padecer caries, obligando a las familias a desembolsar dinero en tratamientos más costosos debido a la falta de prevención efectiva. “El costo de no prevenir es mucho más alto que invertir en higiene bucal temprana”, dijo Barreda.
El análisis de la Fundación Suyana indica que la prevención puede reducir entre 30% y 60% los gastos asociados a afecciones dentales avanzadas. Este ahorro se traduce en menos gastos en procedimientos restaurativos, menos compras de medicamentos, menor uso del transporte para buscar atención y menor pérdida de horas de trabajo o estudio.
Prevención bucal podría reducir hasta 60% de gastos en salud dental rural, según Suyana
En las familias de zonas rurales el gasto en salud bucal representa una proporción relevante del presupuesto, sobre todo cuando los tratamientos son de urgencia y requieren especialistas fuera de la localidad.
En ausencia de atención local, los hogares enfrentan erogaciones por traslados, acompañantes y jornadas perdidas en actividades productivas, lo que reduce el ingreso disponible y la posibilidad de acumular ahorros.
En este escenario, la operación de unidades móviles de atención dental puede generar repercusiones económicas positivas a nivel local. Su despliegue genera empleos directos (odontólogos, promotores y personal logístico) e impulsa la economía local al contratar servicios de transporte, combustible, mantenimiento y adquirir insumos en la zona, explica Barreda.
“Cada unidad moviliza recursos y fomenta habilidades técnicas, lo que aumenta la capacidad instalada de la comunidad”, afirma. La Fundación Suyana participa en esta vertical, a través de aportes institucionales y de alianzas con fundaciones y empresas de Suiza, como la Straumann Group Foundation.
Solo 13% del presupuesto nacional se destina a prevención estomatológica en Perú
Pero también la transformación cultural, a partir de la reducción de esta brecha, produce un efecto multiplicador en la economía de cada una de las comunidades , ya que las familias incorporan prácticas preventivas y acceden a información sobre ahorro en salud, evitando tratamientos tardíos y de alto costo.
Cuando la higiene bucal se percibe como un derecho, disminuye la presión financiera sobre los sistemas de salud locales y baja el gasto público en enfermedades bucales no tratadas a tiempo, asevera Barreda. “Varios gobiernos locales solicitan la intervención del programa, aunque por limitaciones presupuestarias y logísticas no es posible atender toda la demanda,” señala.
El 70% de centros rurales carece de dentista permanente en Perú
Vale precisar que el presupuesto nacional para enfermedades no transmisibles destina únicamente un 13% a la prevención estomatológica, porcentaje insuficiente según detalla la Fundación Suayana.
En este sentido, Barreda recuerda que la falta de atención bucal adecuada no solo implica un problema sanitario para el país, sino que produce un círculo vicioso de gastos imprevistos que afectan a las familias, limitan la productividad y entorpecen la economía comunitaria.
Por tal motivo, explica el portavoz, la inversión en prevención y modelos descentralizados de atención permitiría liberar recursos para otros aspectos esenciales del desarrollo familiar en el Perú.