Cuidar la salud visual es fundamental para mantener una buena calidad de vida, especialmente en una época en la que el uso excesivo de pantallas y dispositivos electrónicos forma parte de la rutina diaria de muchas personas. En Perú, los problemas oculares afectan a un porcentaje significativo de la población. Según el Ministerio de Salud (Minsa), más de un millón de peruanos presenta alguna alteración visual, siendo los errores de refracción, la fatiga ocular y las cataratas las condiciones más comunes. El Seguro Social de Salud (EsSalud) también ha alertado sobre el incremento de casos de vista cansada en jóvenes y adultos debido al uso prolongado de pantallas (celulares, computadoras y televisores).
En este contexto, la higiene visual se presenta como una de las herramientas más efectivas para prevenir molestias o enfermedades oculares. Así como cuidamos nuestra alimentación o higiene bucal, también deberíamos prestar atención a los hábitos que influyen directamente en la salud de nuestros ojos. Practicar una buena higiene visual puede ayudarnos a evitar dolores de cabeza, visión borrosa, fatiga ocular y otros trastornos más graves que podrían deteriorar la visión con el tiempo.
¿Qué es la higiene visual?
La higiene visual se refiere al conjunto de hábitos y prácticas que ayudan a mantener los ojos en buen estado y a prevenir problemas visuales. Incluye aspectos como la postura al leer o trabajar, la iluminación del entorno, el uso adecuado de dispositivos digitales, la frecuencia de descanso para los ojos, y otros factores que influyen en la salud ocular y la eficiencia visual.
Estos hábitos son especialmente importantes en estudiantes, trabajadores de oficina, conductores, personas mayores y cualquier persona que pase muchas horas al día leyendo, escribiendo o frente a una pantalla. La higiene visual también considera factores ergonómicos y ambientales que pueden disminuir el estrés ocular, evitando así el deterioro de la visión y otras molestias frecuentes.
¿Por qué es importante la higiene visual?
Practicar una buena higiene visual es fundamental para prevenir afecciones como:
- Fatiga ocular: caracterizada por ardor, enrojecimiento, sensación de pesadez o dolor en los ojos después de largas jornadas de esfuerzo visual.
- Síndrome visual informático: se presenta por el uso excesivo de pantallas y provoca sequedad ocular, visión borrosa y dolor de cabeza.
- Problemas posturales: una mala postura al leer o trabajar puede ocasionar tensión muscular que, a su vez, afecta la visión.
- Degeneración visual temprana: mantener hábitos inadecuados de visión puede acelerar el deterioro ocular, especialmente con la edad.
En niños y adolescentes, una mala higiene visual puede afectar el rendimiento académico y generar fatiga o dificultad para concentrarse. En adultos mayores, puede empeorar condiciones ya existentes, como la presbicia o el glaucoma.
Además, en un mundo digitalizado como el actual, donde los adultos pueden pasar entre 6 y 10 horas al día frente a una pantalla, es vital implementar prácticas que reduzcan el impacto negativo de este comportamiento en la salud visual.
Recomendaciones para una buena higiene visual
- Aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos de uso de pantallas, mirar durante 20 segundos a una distancia de 20 pies (6 metros aproximadamente). Esto permite que los músculos del ojo se relajen.
- Parpadear con frecuencia: el parpadeo ayuda a mantener los ojos lubricados. Cuando se usan pantallas, se parpadea menos, lo que causa sequedad ocular.
- Mantener una distancia adecuada de lectura o pantalla: la distancia ideal para leer un libro es de 35 a 40 cm, y de 50 a 70 cm al mirar una computadora o televisor.
- Ajustar el brillo y la iluminación: la luz ambiental debe ser suficiente para no forzar la vista, pero sin reflejos directos en la pantalla o el libro. Evita leer en la oscuridad.
- Adoptar una buena postura: sentarse derecho, con el monitor a la altura de los ojos, reduce la fatiga ocular y previene problemas cervicales.
- Dormir bien y descansar la vista: dormir entre 7 y 8 horas permite que los ojos se recuperen del esfuerzo diario. También es importante hacer pausas regulares.
- Consultar al oftalmólogo con regularidad: un examen visual anual puede detectar a tiempo enfermedades o necesidades de corrección visual.
- Evitar el uso excesivo de dispositivos electrónicos: en la medida de lo posible, alternar las actividades digitales con otras que no impliquen esfuerzo visual constante.