El panorama tras el fatal accidente múltiple en la variante de Pasamayo continúa revelando su dramática dimensión. A menos de 24 horas del fatídico suceso que cobró la vida de una joven de 20 años e hirió a decenas, hoy se conoce que una bebé de solo un mes de nacida lucha por su vida debido a un severo traumatismo craneoencefálico producto del impacto.
La colisión ocurrió la mañana del miércoles 18 de junio en el kilómetro 53 de esta peligrosa vía, donde la densa neblina y el exceso de velocidad habrían provocado que dos buses interprovinciales y al menos cuatro vehículos particulares se vean involucrados en un choque de proporciones. En total, al menos 44 personas resultaron heridas, mientras que la pequeña víctima fue llevada de urgencia al Hospital de Puente Piedra con un hundimiento en el cráneo y una herida de aproximadamente 10 centímetros.
“El asiento cayó sobre su cabecita”: el dramático relato de la madre de la bebé herida
Según fuentes médicas del Hospital de Puente Piedra, la recién nacida presenta un grave traumatismo encéfalo craneano, producto del impacto durante la colisión. El diagnóstico inicial reporta una fractura en la cabeza del lado derecho y una herida abierta de aproximadamente diez centímetros, lo que ha obligado a ingresarla directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Su estado de salud sigue siendo reservado.
La menor viajaba con su familia en uno de los vehículos impactados por el bus que se despistó y volcó en la vía. Tras el accidente, fue una de las primeras en ser evacuadas por personal del Samu y rescatistas que se desplazaron rápidamente al lugar del siniestro.
En paralelo, decenas de heridos fueron trasladados a hospitales cercanos como el de Chancay, San Juan Bautista de Huaral y Puente Piedra. Allí se atienden pacientes con fracturas múltiples, lesiones por impacto y contusiones generalizadas. Algunos de ellos permanecen en observación y otros han sido dados de alta, pero la situación del bebé ha despertado especial atención por la gravedad y su corta edad.
Identifican a la joven fallecida y apuntan a exceso de velocidad como principal causa
La única víctima mortal del accidente fue identificada como Yanela Lizeth Suárez Espinoza, de 20 años. La joven viajaba en uno de los buses siniestrados rumbo a Olmos, en Lambayeque, donde planeaba asistir a la misa por el primer año del fallecimiento de su abuelo. Yanela, recientemente graduada como enfermera técnica, no logró sobrevivir al fuerte impacto.
Su madre también se encontraba en el bus y denuncia que la unidad circulaba a gran velocidad en una zona de alta neblina. “Estaba recontra lleno el bus y el chofer venía a toda velocidad. Entonces el carro cayó y el asiento salió y mi hijita cayó abajo, cayó en el piso. Y después cayó el asiento en su cabecita”, relató con desesperación. Según su testimonio, el impacto fue tan fuerte que los asientos salieron disparados, lo que provocó aún más lesiones entre los pasajeros.
La Policía Nacional del Perú (PNP) y el Ministerio Público investigan las causas del siniestro. Las primeras hipótesis confirman que el exceso de velocidad y la densa neblina fueron determinantes. Larry Ampuero, vocero de la Sutran, indicó que, aunque las empresas de transporte involucradas contaban con documentos en regla, no se puede descartar una falla humana. “Es una zona de alto riesgo. La neblina y la falta de distancia entre los vehículos hicieron imposible que los conductores reaccionen a tiempo”, afirmó.
A la tragedia se suma la denuncia de que, al momento del accidente, otro bus circulaba muy cerca del primero, lo que dificultó aún más el intento de maniobra para evitar la colisión. Uno de los vehículos quedó completamente volteado y obstruyó la vía por varias horas.