La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que entre el 3 y el 13 de junio se presentaron 420 solicitudes para la adquisición del kit electoral de revocatoria a nivel nacional.
De acuerdo con los datos proporcionados, Lima, Áncash, Cajamarca y Ayacucho fueron las regiones con mayor número de solicitudes, con 52, 37, 36 y 35 respectivamente. Estas cifras revelan una notable participación de algunas regiones en el proceso de revocatoria.
La ONPE también destacó que el 82% de las solicitudes fueron ingresadas de manera física en su sede central o en oficinas regionales, mientras que el 18% restante se recibió de manera virtual. Este dato subraya la preferencia de la mayoría por la presentación física de los documentos.
En cuanto a la clasificación de las revocatorias, 403 de las solicitudes se orientan al ámbito municipal, de las cuales 336 son distritales y 67 provinciales. Además, 17 solicitudes corresponden a revocatorias en el ámbito regional.
El kit electoral de revocatoria, mencionado en el informe de la ONPE, es un conjunto de documentos y formatos que los ciudadanos pueden solicitar para ejercer los derechos estipulados en la Ley 26300.
Rafael López Aliaga se enfrenta a la revocatoria
El pasado lunes 3 de junio inició la carrera por la revocatoria del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, con la adquisición del primer kit de revocatoria en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). El promotor de esta acción, el ciudadano Ciro Silva, fundamenta su decisión en el “incumplimiento de sus promesas de campaña”, según el documento presentado ante la ONPE.
Como se recuerda, durante su campaña, López Aliaga, secretario general de Renovación Popular, prometió convertir a Lima en una “potencia mundial”, un eslogan repetido en múltiples ocasiones. A un año y medio de su gestión, Silva argumenta que no se han cumplido las expectativas y Lima enfrenta problemas significativos como “endeudamiento excesivo”, calles sucias, piscinas no aptas en parques zonales, un incremento de la delincuencia y despidos injustificados de trabajadores municipales.
Además, el documento subraya la falta de progreso en proyectos clave como “hambre cero, 10 mil motos, agua para zonas periféricas, 60 puentes metálicos” y el teleférico urbano.
“El incumplimiento de sus promesas electorales y no ejecutar eficientemente su plan de gobierno” se detallan como las principales causas para promover esta iniciativa de revocatoria, que podría materializarse con las firmas de ciudadanos limeños. Según Silva, las promesas sin cumplir incluyen también la reforestación de las riberas del río Rímac, el plan Bukele de seguridad ciudadana, las ambulancias, y la agilización del Metro de Lima.
Dentro del plan de López Aliaga se contemplaban además la construcción de playas artificiales, la reformulación del transporte público, estaciones de tren y la captura de delincuentes. Estos puntos han sido destacados por el promotor de la revocatoria como esenciales para el bienestar de los limeños, pero hasta la fecha no se han visto avances significativos.
Seguido a la presentación formal del documento el 3 de junio, la ONPE tiene un plazo de 9 días para brindar una respuesta oficial al ciudadano que presentó la solicitud. Si la respuesta es afirmativa, el proceso para reunir las firmas necesarias para la revocatoria de Rafael López Aliaga dará inicio de inmediato.
Asimismo, Silva ha sido claro en que esta acción no es impulsada por motivos personales, sino por “la falta de acciones concretas y el incumplimiento generalizado de las promesas de campaña” hechas por López Aliaga. Específicamente, menciona proyectos como la construcción de la vía expresa sur, el tranvía universitario, el plan de Lima limpia y la reforestación del río Rímac, que aún no se han materializado.
Rafael López Aliaga, al asumir como alcalde de Lima, se comprometió a transformar la capital peruana con múltiples proyectos de infraestructura y programas sociales. No obstante, según Silva y otros ciudadanos, estos compromisos no se han cumplido, lo que ha generado un creciente descontento en la población limeña.