En Perú, el consumo desenfrenado de bolsas de plástico alcanza la alarmante cifra de 3 mil millones, lo que equivale a casi 6 mil bolsas por minuto, con apenas un 1,9% de ellas siendo recicladas de manera adecuada.
El impulso hacia el consumo responsable y la transición hacia una economía circular son pilares fundamentales en la lucha contra la crisis ambiental que azota nuestro planeta. Dentro del contexto peruano, uno de los problemas más apremiantes es el uso excesivo de bolsas plásticas y su consiguiente impacto negativo, dado que cada una de estas bolsas tarda aproximadamente 400 años en descomponerse por completo.
Si bien es cierto que la promulgación de la Ley N° 30884 generó una reducción significativa de más de mil millones de unidades, la falta de segregación de las bolsas plásticas, entre otros residuos, sigue representando un desafío considerable.
Para abordar esta problemática de manera innovadora y respetuosa con el medio ambiente, se ha desarrollado un proceso de reciclaje que transforma las bolsas plásticas en un material similar al cuero, el cual puede ser utilizado en la fabricación de una amplia gama de accesorios de moda.
Este enfoque pionero no solo contribuye a reducir la cantidad de plástico que termina en vertederos y océanos, sino que también impulsa la creación de una economía circular, sostenible y en sintonía con el concepto de comercio justo, tan vinculado a la moda sostenible.
Innovación frente a la contaminación
La creciente preocupación por la contaminación plástica a nivel mundial despertó un interés cada vez mayor en soluciones creativas que permitan reducir los desechos plásticos y promover prácticas más responsables.
Es en este contexto que surgen iniciativas como la de Paula Tamayo, activista medioambiental y fundadora de FUSSION, la primera marca en el país en emplear la técnica de “termofusión” para transformar bolsas plásticas en material textil y promover la moda sostenible. Este enfoque innovador de reutilización ha evitado que más de 30 mil bolsas plásticas lleguen a contaminar nuestros océanos.
La técnica artesanal empleada por la empresa permite convertir las bolsas plásticas en un material similar al cuero, el cual es utilizado para confeccionar accesorios de moda con diseños artísticos y una variedad de colores. Estos accesorios tienen una variedad de aplicaciones, desde tarjeteros inspirados en los océanos hasta neceseres, porta laptops y ecobolsas, todos ellos elaborados a mano en su propio taller.
Talleres para la sostenibilidad
Con el fin de fomentar la recolección y el reciclaje adecuado de bolsas plásticas, así como para mitigar su impacto negativo en el país, Paula tiene planes de desarrollar talleres donde compartir la técnica perfeccionada a lo largo de los años. En estos talleres, los participantes podrán crear accesorios utilizando únicamente una plancha, papel manteca y bolsas plásticas, promoviendo así prácticas sostenibles y creativas en la comunidad. Para conocer los días de los talleres conectate a las redes sociales de FUSSION.
Contaminación en el Perú
En el 2020, según datos del Ministerio del Ambiente (Minam), nuestro país se enfrentó a un desafío abrumador: más de 7 millones de toneladas de residuos sólidos municipales. Una cifra que no deja de sorprender, especialmente cuando se considera que el 76% de estos desechos podrían tener una segunda oportunidad. Sin embargo, la realidad es cruda: solo el 1% logró ser reciclado.
Esta situación nos lleva a reflexionar sobre el impacto acumulativo de milenios de mal manejo de residuos. En el Perú, la basura dejó una huella tangible: la creación de lo que podríamos llamar la “Región 27″. Con una extensión de aproximadamente 3.12 kilómetros cuadrados, esta nueva región de basura sería comparable en tamaño a la ciudad de Huancayo, la capital de Junín.