Albert Einstein y su único amigo peruano: las veces en que las mentes brillantes se reunieron

A pesar de que estos dos nombres puedan parecer muy distantes entre sí, en realidad tuvieron encuentros en más de una ocasión. Conoce los pormenores de estos acontecimientos.

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Albert Einstein, la mente detrás de la teoría de la relatividad, y Víctor Raúl Haya de la Torre, líder político peruano. (Composición Infobae: Lima Gris/grupoaristeo.com)
Albert Einstein, la mente detrás de la teoría de la relatividad, y Víctor Raúl Haya de la Torre, líder político peruano. (Composición Infobae: Lima Gris/grupoaristeo.com)

Peruanos universales tenemos muchos a lo largo de nuestra historia. Basta recordar nombres como el de Mario Vargas Llosa, Yma Sumac, Chabuca Granda o Susana Baca, para darnos cuenta de que solo hay un grupo selecto de nuestros compatriotas que, por una razón u otra, son reconocidos en el mundo entero.

Pero tal vez el primero de todos ellos en el siglo pasado fue el histórico fundador y líder del Partido Aprista Peruano, Víctor Raúl Haya de la Torre. Pero, ¿qué sucedió para que el reconocido político se metiera en la historia mundial? Pues se convirtió en amigo personal de una de las mentes más brillantes que ha dado la humanidad: Albert Einstein.

Nada es casualidad

Víctor Raúl es una plaza de Berlín en 1930, antes de enterarse las noticias de la caída del gobierno de Augusto B. Leguía. (La Mula)
Víctor Raúl es una plaza de Berlín en 1930, antes de enterarse las noticias de la caída del gobierno de Augusto B. Leguía. (La Mula)

Estos hechos fueron narrados por el propio Haya de la Torre en su libro ‘Excombatientes y desocupados’ (1936) y cuenta que estos encuentros con el renombrado físico se dieron en la Berlín (Alemania) de la pre Segunda Guerra Mundial entre los años 1929 y 1930.

El primero de estos encuentros entre Einstein y Haya de la Torre se dio de manera casual, como si el destino los hubiera guiado hacia una inesperada coincidencia. Se toparon como transeúntes en una estación de tren interurbano, un breve momento que desencadenó una serie de encuentros fortuitos que marcarían sus vidas para siempre.

El segundo tuvo lugar en un evento benéfico, donde Einstein sorprendió al público al interpretar el violín. En un gesto que trascendía la física y la política, el genio alemán compartió su talento musical en una sinagoga de la calle Monbijoustrasse (en el centro de la capital alemana) que fue convertida en escenario de caridad, uniendo aún más sus destinos con el político peruano.

Con este carnet de usuario, Haya de la Torre solía visitar la Biblioteca Estatal de Berlín. Era válido desde el 1 de octubre de 1929 hasta el 31 de marzo de 1930. (La Mula)
Con este carnet de usuario, Haya de la Torre solía visitar la Biblioteca Estatal de Berlín. Era válido desde el 1 de octubre de 1929 hasta el 31 de marzo de 1930. (La Mula)

El tercer y más significativo encuentro ocurrió durante una conferencia donde Einstein presentó su teoría revolucionaria del espacio-tiempo. Las palabras del físico resonaron en el alma de Haya de la Torre, quien reconoció la magnitud de la visión de Einstein y la influencia que tendría en la comprensión del universo.

“El mundo ha vivido hasta hoy varios siglos de filosofía que podría llamarse tridimensional si, como los discípulos del jardín de Acádemos, debemos pensar geométricamente. Solo hemos tenido hasta hoy noción de cuerpos rígidos con longitud, latitud y profundidad. Rígida ha sido también nuestra tradición dogmática religiosa… Einstein revoluciona todos esos conceptos planteando nuevas bases para una concepción física del universo”, escribió el histórico líder del partido aprista luego del apasionado discurso del alemán.

Yo te conozco de antes

En este libro de autoría de Haya de la Torre, se consignan los mensajes que Albert Einstein que le mandó a Sánchez Cerro pidiendo respetar la vida de su amigo. (La Mula)
En este libro de autoría de Haya de la Torre, se consignan los mensajes que Albert Einstein que le mandó a Sánchez Cerro pidiendo respetar la vida de su amigo. (La Mula)

Aunque la amistad entre Einstein y Haya de la Torre no se inmortalizó en los anales de la historia, sus encuentros dejaron una huella imborrable en ambos. A través de conversaciones profundas y momentos compartidos, demostraron que la ciencia y la política pueden converger en un diálogo enriquecedor que trasciende las fronteras y los tiempos.

En su libro, Haya de la Torre ofrece observaciones sobre la personalidad de Einstein, pero omite su relación previa. Y es que ambos se conocieron antes de los encuentros mencionados. Einstein, como pacifista, participó en el Primer Congreso Mundial Antiimperialista en 1927, donde Haya de la Torre también estuvo presente.

Se reunieron nuevamente en 1929 en casa de Alfons Goldschmidt, donde Einstein recordó que eran coautores de un libro. Este libro, un homenaje a Romain Rolland, fue publicado en 1926 por Máximo Gorky y Stephan Zweig e incluía saludos de Einstein y Haya de la Torre.

Admiración a pesar de la distancia

El mismo Albert Einstein abogó por la libertad de Haya de la Torre cuando fue detenido por el gobierno dictatorial de Sánchez Cerro.  (Lengua Aprista)
El mismo Albert Einstein abogó por la libertad de Haya de la Torre cuando fue detenido por el gobierno dictatorial de Sánchez Cerro. (Lengua Aprista)

El regreso de Haya de la Torre al Perú no significó el fin de su amistad con el genio alemán. Y es que durante su detención en 1932, el científico envió un mensaje al dictador Sánchez Cerro, denunciando la persecución como un ataque a la dignidad humana y recibiendo el respaldo de premios Nobel y líderes mundiales.

“La destrucción de personas ilustres es detrimento e ignominia para colectividades nacionales y universales. Vosotros asumís grave responsabilidad sobre la suerte de Haya de la Torre”, decía el telegrama.

Pero ese no fue el único gesto hacia Víctor Raúl, pues durante su asilo en la embajada de Colombia entre 1949 y 1954, Einstein nuevamente apoyó la causa aprista, demostrando su compromiso con la lucha contra las dictaduras y su amistad con su amigo peruano. Este respaldo, mencionado por Haya de la Torre en 1955, fue un importante estímulo moral en momentos difíciles.

La última vez

Albert Einstein y Haya de la Torre la última vez que se vieron. En Pricenton, Estados Unidos. Con ellos el escritor Arnold J. Toynbee y los peruanos Alejandro Carrillo Rocha y Jorge Idiáquez. (La Mula)
Albert Einstein y Haya de la Torre la última vez que se vieron. En Pricenton, Estados Unidos. Con ellos el escritor Arnold J. Toynbee y los peruanos Alejandro Carrillo Rocha y Jorge Idiáquez. (La Mula)

Fue en febrero de 1948, cuando Víctor Raúl Haya de la Torre se reunió con Albert Einstein en la residencia universitaria del sabio alemán en Princeton, Estados Unidos.

Durante este histórico encuentro, además de recordar sus primeras reuniones, dialogaron sobre la teoría del espacio-tiempo. Haya de la Torre entregó a Einstein un testimonio escrito de sus estudios sobre esta teoría, recibiendo palabras de estímulo del genio de la física.

En aquella oportunidad, el político peruano también conoció al historiador Arnold J. Toynbee, cuya obra estaba leyendo y sería el motivo de su próximo libro. Este encuentro ocurrió durante la visita de Haya de la Torre a los Estados Unidos, donde participó en el Foro Anual del Herald Tribune en Nueva York y fue invitado a la Universidad de Princeton por John A. Mackay, su viejo amigo y director del seminario de Teología.

Las vidas de Einstein y Haya de la Torre siguieron caminos diferentes, pero su breve encuentro dejó un legado de entendimiento mutuo y respeto. A través de sus palabras y acciones, demostraron que la verdadera grandeza reside en la capacidad de conectar con aquellos que, a primera vista, parecen estar en mundos opuestos.

La influencia de Albert Einstein en Víctor Raúl Haya de la Torre

La influencia directa de Albert Einstein en Víctor Raúl Haya de la Torre no está documentada de manera explícita; sin embargo, es importante reconocer que ambos personajes coincidieron en un periodo histórico donde las ideas revolucionarias, tanto en ciencia como en política, estaban redefiniendo el mundo.

Una de las ideas del científico que el político destacó y con la que estuvo de acuerdo se presenta a continuación: “Estoy absolutamente convencido de que no hay riqueza en el mundo que pueda ayudar a la humanidad a progresar, ni siquiera en manos del más devoto partidario de tal causa. Solo el ejemplo de los individuos grandes y puros puede llevarnos a pensamientos y acciones nobles. ¿Puede alguien imaginarse a Moisés, Jesús o Gandhi armados con las bolsas de dinero de Carnegie?”, sostuvo Einstein.