La indignación, cólera e impotencia se apoderaron de los vecinos de Huaral, provincia de Lima, tras descubrir que la Policía Nacional del Perú (PNP) liberó la madrugada de este lunes 11 de marzo a un ciudadano que maltrató, violó, quemó y asesinó a más de 20 perros y gatos de la zona.
Alonso Herrera Torralbo, de nacionalidad venezolana, fue denunciado por el dueño del terreno abandonado en donde se encontraron los cadáveres cercenados de los animales, además de restos óseos y miembros calcinados. Trascendió que alrededor del descampado se hallaron varios preservativos usados y cubiertos con sangre.
Gracias a un rápido accionar de Serenazgo y la Gerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Huaral, el extranjero fue trasladado a la comisaría del sector el fin de semana pasado. Allí, confesó ser el autor de los crímenes, sin embargo, trató de justificar su accionar.
En el vídeo difundido por Exitosa Noticas, se le escucha decir a Herrera Torralbo que llegó al Perú hace tres años. Desde entonces, argumentó que no ha tenido problema de ningún tipo con la justicia.
Cuando era retirado de la dependencia policial para cumplir con las diligencias de ley, un grupo de animalistas intentó lincharlo por sus actos perpetrados, no obstente, miembros de la Policía Nacional intervinieron para proteger su integridad.
Una de las personas que se acercaron hasta los exteriores de la comisaría declaró ante las autoridades que, entre todos los cadáveres que se encontraron en el terreno baldío, logró reconocer a su mascota extraviada hace semanas.
Los ciudadanos de Huaral ya temían que Alonso Herrera Torralbo sea liberado por las autoridades y que no se haga respetar la Ley Nº 30407 (Ley de Protección y Bienestar Animal).
Sentencia por maltrato animal
Publicada en el 2016, la Ley de Protección Animal sirve como herramienta fundamental para garantizar el bienestar y la protección de todas las especies de animales vertebrados, tanto domésticos como silvestres, mantenidos en cautiverio.
Busca prevenir el maltrato y la crueldad animal ocasionados por acciones humanas, que resultan en sufrimiento innecesario, lesiones o incluso la muerte.
En términos de sanciones, la ley establece que los que cometan actos de crueldad contra animales domésticos o silvestres, así como el abandono de estos, pueden enfrentar penas privativas de libertad de hasta tres años. En caso de que la crueldad o el abandono resulten en la muerte del animal, las penas pueden extenderse hasta cinco años de prisión.