
El 2 de noviembre del 2023, con dos lamentables abstenciones, fue aprobada en el Congreso de la República la Ley contra el Matrimonio Infantil, iniciativa de la parlamentaria Flor Pablo que significó un hito en nuestro país a favor de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres. Sin embargo, además de ello, este procedimiento permitió dar un claro ejemplo de cómo debe funcionar la democracia en el Perú: desde el —tan criticado y rechazado— Parlamento hasta la sociedad civil.
Y es precisamente dentro de este último grupo que destaca la labor de las 21 lideresas de diferentes comunidades del país, quienes —en una actitud digna de ser reconocida— pusieron sus asuntos en pausa y dieron prioridad a impulsar la iniciativa legislativa a favor de las infancias en todos los puntos del territorio nacional.
Ibis, la lideresa que desafió a toda una comunidad
En la comunidad Tupac Amaru, distrito de Chazuta, región San Martín, el nombre de Ibis García Apagüeño es sinónimo de lucha y rebeldía. Ella creció en este lugar con la consigna de que había que romper el status quo y desde los diferentes espacios que ocupa, ya sea como parte del colectivo Asociación de Mujeres Sinchi Warmi Cuna o como dirigente de la Coordinadora de Desarrollo y Defensa de los Pueblos Indígenas de la región San Martín (Codepisam), ha intentado siempre promover el empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres.
Sin embargo, este no ha sido un camino fácil: a sus 38 años, la lideresa tiene un emprendimiento de cacao al que debe invertir tiempo y muchas ganas, además de su propia familia por la que velar. Por ello, el respaldo de sus dos hijos y de su pareja ha sido clave para continuar, pero no fue fácil llegar a dicho punto. “Todos tuvimos dificultades, pero yo creo que es parte del proceso y del aprendizaje”, reflexiona.

Organizar a la población femenina de la comunidad Tupac Amaru se convirtió en una labor a tiempo completo. Para Ibis, prestar atención a las voces de las mujeres indígenas y de zonas rurales es necesario si se desea implementar leyes que realmente respondan a las necesidades de la población de San Martín y de otras regiones.
Luego de enterarse de la existencia de la iniciativa que buscaba erradicar el matrimonio infantil en el Perú, la lideresa decidió unirse a la lucha por lograr su aprobación y posterior implementación al considerar que ayudaría a que las menores crezcan sin normalizar la violencia. No obstante, nada de lo experimentado durante sus años de activismo la preparó para lo que encontró a su llegada a Lima.

Hoy, tras años de labor orientada a devolver a las mujeres el poder que les corresponde y a casi dos meses de la aprobación de la Ley contra el Matrimonio Infantil, Ibis reconoce, con optimismo, que es capaz de distinguir cambios en el interior de la comunidad Tupac Amaru: ya sea formando sus propios emprendimientos o siendo miembros de las rondas campesinas.
De acuerdo a ella, es cuestión de tiempo hasta que sus hermanos puedan, poco a poco, entender que no se trata de buscar extremismos, sino de alcanzar igualdad para vivir en armonía. Es un camino difícil, pero afirma que alguien tiene que hacerlo.
Gisela, la lideresa que busca dejar un legado a la juventud

Para Gisela Inquilla Valero, estudiar la carrera de Psicología no fue nada sencillo, menos aún cuando debía hallar el equilibrio con su rol como coordinadora general de la Unión de Jóvenes Indígenas Aymaras Wayna Wila. Sin embargo, admite que, pese a lo ajustado que se encontraba su tiempo, cuando llegó la propuesta, en septiembre del 2022, de sumarse a la lucha por conseguir la aprobación de la Ley en contra del Matrimonio Infantil, nunca pensó en decir que no.
La lideresa de 25 años, quien trabaja en una Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente (Demuna) de Ilave, Collao, Puno, afirma que las menores de todo el país merecen vivir libres de violencia, hasta alcanzar todo su potencial. Esta fue la consigna que la motivó a seguir adelante: que las mujeres que vengan no tengan que pasar por lo que pasaron las que ya no están.

Los viajes que se hicieron a Lima —que significaron permisos de trabajo, coordinaciones en el hogar y acumulación de responsabilidades al volver— fueron experiencias agridulces. Por un lado, sentir la seguridad y el acompañamiento de otras lideresas que defienden el empoderamiento femenino ha sido gratificante; sin embargo, las puertas que se les cerraron por no querer apoyar esta lucha hizo que, en repetidas ocasiones, Gisela pensara en dejarlo todo.

Aun así, ella sigue aquí: orgullosa y decidida a continuar con esta labor a favor de las niñas y adolescentes de Puno, quienes deben tener las mismas oportunidades de las que ella gozó. “Ya no estamos para vivir lo mismo que hemos vivido por muchísimo tiempo, y lo que seguimos viviendo. Quizás en mi caso, si no hubiera tenido el tema de salir y estudiar, quizá ya estaría con hijos, ya tendría esposo. La realidad es que ya no queremos seguir viviendo así”, reflexiona.
Merly, la lideresa que nunca se detiene

Merly Astorima Quichua tiene apenas 26 años; sin embargo, desde hace mucho tiempo ha formado parte de la Organización Ñuqanchik, que defiende e impulsa el bienestar de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes quechuas de Ayacucho. Y una de las consignas principales de este movimiento es que está orientado al empoderamiento de la mujer indígena, causa que fue adoptada rápidamente por esta lideresa.
Su llegada a Huamanga —desde la comunidad Villa Carapo— estuvo motivada por un tema de estudios. Hoy, la profesora de educación inicial intercultural bilingüe ha logrado balancear su vida personal y profesional con su activismo: ejerce su carrera en un colegio pequeño de la zona, dedica tiempo a su pequeña de 5 años y se ha desempeñado como presidenta del movimiento que integra.

Merly recuerda que —sin saberlo aún— la lucha en contra de los matrimonios infantiles realmente inició hace casi cinco años, cuando una de las hermanas de su comunidad se puso en contacto por primera vez con la congresista Flor Pablo por medio del programa Niñas No Madres. Sin embargo, no fue hasta hace un par de años que llegó la invitación para que se sumara a conversatorios en torno a esta iniciativa.
Fue así que gestionar los permisos en el trabajo, extrañar a su familia, organizar sus labores en el hogar y superar su miedo a viajar en avión se convirtieron en pequeños obstáculos que debía superar si quería conseguir que las niñas y adolescentes tuvieran la posibilidad de alcanzar una vida plena. Definitivamente, para esta lideresa, no había mucho que pensar.
Pese a lo alcanzado y de la promulgación de la Ley N.º 31945 por el Ejecutivo, Merly apenas se da tiempo de celebrar, puesto que considera que esto es solo la mitad del camino. Recuerda que aún falta una estrategia de promoción de la norma en diferentes zonas del país donde estos casos de violencia contra la mujer aún ocurren, además de un correcto plan de prevención para erradicar esta práctica nociva de las nuevas generaciones.
Por un futuro libre de violencia contras las niñas y adolescentes

Ibis, Gisela y Merly son solo tres de las 21 lideresas indígenas que han ayudado a brindar voz a aquellas niñas y adolescentes de las comunidades rurales, cuyos derechos eran vulnerados de manera permanente. Ahora, ellas tienen una ley que las protege de los matrimonios infantiles y las ayuda a preservar su integridad y sus proyectos de vida lejos de esta forma de violencia. A continuación la lista completa de cada una de ellas.
- Cleotilde Villanueva Castrejon - Cajamarca
- Fabiola Yaun Edmundo - San Martín
- Georgina Rivera Paz - Amazonas
- Gisela Inquilla Valero - Puno
- Greysia Peñaherrera Perez - Loreto
- Ibis García Apagüeño - San Martín
- Marisol Shariva Perez - Junín
- Maritza Valdez Torres - Cusco
- Medalith RIvera Maquera - Puno
- Merly Astorima Quichua - Ayacucho
- Ruth Vargas Mogino - Cusco
- Susana Biñari Piñarreal - Cusco
- Nery Chocce Santi - Ayacucho
- Rosalia Mamani Quispe - Cusco
- Rosmery Vera Cuti - Cusco
- Seney Tentets Tsamach - San Martín
- Judith Huamán Choque - Cusco
- Vitka Padilla Huamán - Ayacucho
- Zaira Rodríguez López - Loreto
- Shessira Barranzuela - Piura
- Luzmila Carrasco Torres - Piura.





