Puente Trujillo: una estructura que ni el tiempo es capaz de traerse abajo

Con más de seis siglos de vida, este puente ha soportado toda clase de fenómenos naturales peo todavía sigue en pie.

Vista del Puente Trujillo en 1868 (Estudio Courret)

Lima es una ciudad que en su más de 400 años que tiende de fundada, ha sabido regalarnos una serie de construcciones que han soportado el inclemente paso del tiempo y que hasta ahora en nuestros días no solo cumplen en el propósito con el que fue creado en un primer momento, sino también nos sirven como prueba inequívoca de cuando las cosas se hacen bien desde un inicio, duran casi para siempre.

Un ejemplo de esta situación es la que vemos todos los que algunos vez hemos pasado por el centro de Lima, por el boulevard Chabuca Granda o, los mayores, cuando ahí se encontraba el campo ferial Polvos Azules; .

Hablamos del famoso puente de piedra que comúnmente llamamos Puente Trujillo. El que se encuentra detrás de Palacio de Gobierno. Construido hace más de seis siglos, este puente ha sabido resistir los fuertes embates de la naturaleza como huaicos y terremotos y nunca se ha caído. Ni desplomado.

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Su historia

Pintura ‘Puente de Piedra’ (1800 del artista alemán Antonio Rugendas. Luego se llamaría Puente Trujillo)

Oficialmente este puente es terminado de construir en 1611, pero desde antes ya existían construcciones que cumplir la función las dos orillas de una ciudad naciente.

En ese sentido, vale recordar que alrededor de la Lima preincaica, varias culturas se asentaron en los valles de Lurín, Rímac y Chillón. Habrían sido los pobladores de estas culturas las que se dedicaron a conectar esta zona mediante estructuras rústicas y artesanales propias de la época.

Así paso algún tiempo hasta que los incas, ya asentados como la raza predominante en gran parte de lo que ahora conocemos como el Perú, es que comenzaron a mejorar las técnicas para elaborar puentes con sogas para hacerlos más resistentes al peso de los humanos.

Llegaron los españoles

Puente Trujillo en 1868 (Estudio Courret)

Con el arribo de los conquistadores a nuestro país, y a Lima en 1835, se dio un gran paso tecnológico con relación al puente.

Es por este último motivo que, sobre todo desde los tiempos coloniales y con la población creciendo de manera exponencial año tras año, se volvió una necesidad básica reforzar esa vieja estructura que unía el centro de Lima con el barrio de San Lázaro (luego pasaría a llamarse Rímac).

El primer gran intento de hacer el puente que hoy conocemos ocurrió en 1610 cuando el virrey Juan de Mendoza Luna, conocido como el Marqués de Montesclaros dispuso que se construyera un puente a base de cal y canto con contrafuertes diamantados. La idea era poder romper la fuerte corriente del río.

No resistió

Dibujo del Puente Trujillo del explorador inglés Clements R. Markham (1853)

Pero el destino, y un poco la mala suerte, hizo que esta estructura no soportara mucho tiempo ya que ese mismo 1610 el caudal fue más fuerte de lo normal debido al fenómeno de ‘El Niño’ que afectó al país.

Entonces, la máxima autoridad en el Perú de esos tiempos ordenó hacer otro puente, pero esta vez, a base rocas.

De acuerdo con algunos historiadores, el Marqués de Montesclaro habría pedido que las piedras para realizar esta construcción sean traídas exclusivamente del Morro Solar, ubicado en el distrito sureño de Chorrillos. Los resultados fueron diametralmente opuestos comparados con el primer puente.

Una de esas fue una estatua de bronce en homenaje a Felipe V, elaborada el artista peruano Baltazar Gavilán. En su reemplazo, se colocó un reloj monumental. Pero como si se tratara de una maldición, este artefacto también fue destruido, solo que está vez fue un incendio ocurrido en 1789.

Reparaciones

Puente de Piedra o llamado ahora Puente Trujillo a principios del siglo XX (Lima La Única)

A comienzos del siglo XIX, más específicamente en 1808 y durante el virreinato de Joaquín de la Pezuela, se realizaron varias refacciones para asegurar su continuidad.

Pasada la declaratoria de la independencia del Perú en 1821, este puente fue la única vía que unía la antigua Lima amurallada con la parte norte de la ciudad. Hasta que en 1869 se construyó el Puente Balta, el primero en ser construido íntegramente de hierro y que une la avenida Nueve de Octubre, en el Rímac, con el jirón Amazonas, en el Cercado de Lima.

En 1902 el puente fue ensanchado para terminar adquiriendo la forma que conocemos hoy en día.

Nada lo tumba

El puente Trujillo en 2005 con los rieles del Ferrocarril Central del Perú (Håkan Svensson)

Con el paso del tiempo, el puente Trujillo ha adoptado la fama de indestructible debido a la cantidad de fenómenos naturales que ha soportado y ninguno parece haberle hecho mayor daño.

Esto dejó como ejemplo que cuando las cosas se hacen bien desde un inicio, difícilmente se puede caer. Y en eso el Puente Trujillo parecer tener vida para mucho rato más todavía.

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