Mariana Genesio Peña: "Ningún padre está preparado para tener un hijo trans"

Se hizo conocida en 2015, cuando su marido, Nicolás Giacobone, ganó el Oscar por el guion de Birdman y posó junto a ella para los fotógrafos del mundo entero. Y si bien lo que llamó la atención fue que se tratara de una mujer trans, hoy Mariana asegura que éste ya no es el único tema del que puede hablar: tiene su carrera artística encaminada y una historia de amor que bien merece una película.

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“Empecé a notar que todos me miraban. No entendía qué pasaba hasta que vi a un viejito vestido muy croto, que bailaba al lado mío. Tardé en descubrir quién era, pero empezó a hacerme el paso de la gallina y dije: ‘listo, es Mick Jagger’”.
“Empecé a notar que todos me miraban. No entendía qué pasaba hasta que vi a un viejito vestido muy croto, que bailaba al lado mío. Tardé en descubrir quién era, pero empezó a hacerme el paso de la gallina y dije: ‘listo, es Mick Jagger’”.

En la casa de Mariana Genesio Peña hay dos "elementos" que se destacan por sobre el resto: un Oscar y una gran estrella. El primero es la estatuilla (original) que recibió de la Academia de Hollywood su marido, Nicolás Giacobone (guionista argentino, 43), en el 2015 por el guion de la película Birdman. El segundo es Larry, un Jack Russell de 7 años que posa para las fotos como si fuera Iván de Pineda.

"Es un auténtico divo. Con decirte que volvió de Nueva York en primera, con un platito con lomo en la bandejita del avión", explica la actriz que este año formó parte del elenco de El Marginal 2.

-Perdón, ¿la mascota no viajó en la bodega como cualquier animal?

-¡Obvio que no y vas a tener esas imágenes para adjuntar en la nota! Cuando nos mudamos a Estados Unidos, en el 2014, Larry viajó en la bodega del avión y la pasó muy mal, quedó tan traumado que, cuando escuchaba el sonido del secador de pelo, salía corriendo porque le recordaba la turbina del avión. Así que el año pasado, cuando decidimos volver, yo le dije a Nico: "Si Larry no viaja conmigo en la cabina del avión, no vuelvo más a la Argentina".

-Sospecho que no era un tema que Nicolás pudiera solucionar con facilidad…

-No, claro. Pero unos amigos nos hablaron de ESA (Emotional Support Animal), un registro que existe en Estados Unidos para animales que aportan beneficios terapéuticos a sus dueños. Uno tiene que ir a hablar con un psiquiatra que si considera que vos realmente necesitás la compañía de tu animal durante el viaje, te extiende un certificado para que te lo permitan. Así que eso hice: fui, le expliqué lo mal que me hacía a mí la idea de imaginarlo en la bodega, solo, con frío y que de verdad precisaba que viajara en mis brazos, y sin dudarlo, me firmó la autorización.

Larry volviendo a Buenos Aires en primera.
Larry volviendo a Buenos Aires en primera.

-¿Cómo va tu vida en Buenos Aires después de tres años en Nueva York?

-¡Genial! Nosotros tenemos una vida bastante nómade: nunca sabemos dónde vamos a estar en tres meses…. ¡Y amo que sea así! Pero hoy estamos instaladísimos en Buenos Aires y yo ensayando a full para una obra que se llama La cita, de Anahí Ribeiro, que estrenamos en diciembre en el Microteatro con Fede Salles (34), el actor que protagonizó la película Animal con Guillermo Francella (63) y en la que yo también actué.

-¿Cómo fue tu experiencia en Animal? No debe haber sido simple debutar en cine con un actor de la talla de Guillermo Francella.

-Fue espectacular. A Guillermo lo súper admiro y que mis escenas de la película hayan sido con él fue un gran privilegio. La verdad es que fue muy amable, generoso, me dio muchos consejos y todo fluyó entre nosotros.

-Tuviste que interpretar a una prostituta… ¿Te molesta que siempre te convoquen para ese personaje en particular?

-Para nada. Pero… ¿te digo por qué? Yo tengo una especie de devoción por Mujer bonita…. ¡Amo locamente esa película! ¿Viste que Natalia Oreiro se obsesionó con interpretar a Gilda? Bueno, a mí me pasa lo mismo con Mujer bonita: vi dos millones de veces el film y el sueño de mi vida es protagonizar una remake.

Mariana se hizo conocida en 2015, cuando su marido, Nicolás Giacobone, ganó el Oscar por el guion de Birman y posó junto a ella para los fotógrafos del mundo entero
Mariana se hizo conocida en 2015, cuando su marido, Nicolás Giacobone, ganó el Oscar por el guion de Birman y posó junto a ella para los fotógrafos del mundo entero

-¿Por qué te obsesiona esa película en especial?

-(Piensa unos segundos) Creo que tengo algunos puntos en común con Vivian Ward (Julia Roberts) y, claramente, Nico es mi Edward Lewis (Richard Gere).

-¿Lo decís porque se conocieron en un bar, en forma casual, y fue un flechazo? ¿Sentís que fue un encuentro algo cinematográfico?

-Sí, un poco por eso y por lo que Nico significa en mi vida: él me conoció en un bar en Buenos Aires en un momento bastante triste, en el que no conseguía trabajo como actriz, debía varios meses de alquiler y estaba resignada a volver a Córdoba, mi ciudad natal. Empezamos a salir y al mes, cuando finalmente llegó el día en que me iba, me dijo: "¿Y si te quedás unos días en casa y vemos si la cosa funciona?". Al otro día estaba instalada en su departamento y nunca más nos separamos.

-¿Vos tenías ganas de volver a Córdoba?

-No, no quería volver por nada del mundo porque mi única intención era triunfar como actriz en Buenos Aires y, además, ya estaba súper enganchada con Nico. Me fui a despedir de él llorando… Creo que lo conmoví y por eso me invitó a quedarme en su departamento (se ríe).

La actriz acaba de filmar Copi, una película del director André Gevaerd.
La actriz acaba de filmar Copi, una película del director André Gevaerd.

-¿Qué recuerdos tenés de tu infancia?

-Puedo decir que tengo lindos recuerdos de mi vida en Córdoba porque, a diferencia de otras chicas trans, yo nunca sufrí bullying en la escuela ni en ningún lado. Jamás me sentí discriminada y eso que fui a un colegio bastante tradicional y conservador. Lo que a mí me pasaba –te diría que fue cerca de los 10 años– era que no me sentía cómoda con mi cuerpo, es decir: se acercaba la pubertad y yo no quería crecer como un varón. Ese era, básicamente, mi problema.

-¿Tus padres notaban esta incomodidad tuya?, ¿cómo reaccionaron?

-Y… no te voy a mentir: a ellos les costó mucho aceptarlo. Pero, te aclaro: los entiendo. Yo, que soy una mujer trans, no sabría cómo actuar si tuviera un hijo trans. ¡Es algo para lo que ningún padre está preparado! Por eso te digo que nunca me enojé con ellos.

-Leí que fue tu abuela una de las que más rápido y mejor aceptó que habías cambiado de género….

-¡Síii, mi abuela era una genia! Yo creo que ella siempre sospechó un poco, porque cuando aún no había empezado a mostrarme como mujer, pero sí era un poco andrógino, les decía a sus amigas: "No saben lo lindo que se viste mi nieto para ir a bailar…. ¡Parece un bailarín español!". Claro, yo salía toda ajustada, con calzas, top, sombrero (suelta una carcajada).

“La llegada de Nico sirvió para acomodar el vínculo con mis padres. Cuando lo conocieron,entendieron que una chica trans podía tener una vida normal, lejos de la marginalidad, con un gran hombre que la cuide y la quiera”.
“La llegada de Nico sirvió para acomodar el vínculo con mis padres. Cuando lo conocieron,entendieron que una chica trans podía tener una vida normal, lejos de la marginalidad, con un gran hombre que la cuide y la quiera”.

-¿Y cómo manifestaban tus padres ese rechazo por tu comportamiento?

-Ellos sentían mucha vergüenza y me decían: "Hoy vienen amigos a comer a casa, no te disfraces, por favor". Creo que fue más difícil para ellos que para mí aceptar la realidad. La llegada de Nico a mi vida también sirvió para acomodar el vínculo con mis padres. Supongo que, cuando lo conocieron, entendieron que una chica trans podía tener una vida normal, lejos de la marginalidad, con un gran hombre que la cuide y la quiera.

-¿Y la familia de Nicolás tomó con naturalidad que su hijo se casara con una chica trans?

-La realidad es que cuando yo me mudé a la casa de Nico, lo primero que quise fue quitarle cualquier tipo de presión y le dije: "Tomate el tiempo que necesites para blanquear esta relación con tu familia y tus amigos". Así que de a poco me integré a su entorno y sus padres fueron los últimos en conocerme. Ni bien supieron de nuestra relación, se aparecieron en casa –cayeron de sorpresa, cuando volvía del gimnasio toda sudada y hecha un desastre…. ¡Me quería matar!– y nos dijeron: "A nosotros sólo nos importa que sean felices". Son dos genios totales a quienes adoro.

“En 2014, cuando se mudaron por tres años a Nueva York, a Mariana le negaron la visa. Sólo se la dieron después de pasar por el Registro Civil”.
“En 2014, cuando se mudaron por tres años a Nueva York, a Mariana le negaron la visa. Sólo se la dieron después de pasar por el Registro Civil”.

-No hablamos de tu boda, ¿fue tan romántica como ese encuentro fortuito en un bar de Avenida Corrientes?

-Nooooo. ¡Todo lo contrario! Fue un simple trámite. Cuando en el 2014 a Nico le ofrecieron trabajo en Nueva York, yo fui a tramitar mi visa y … ¿Qué pasó? ¡Me la negaron! Le expliqué al empleado que tenía que acompañar a mi pareja a Estados Unidos y él me dijo: "Todo sería más simple si estuvieran casados". Volví a casa amargadísima, le conté esa charla a Nico y me dijo: "casémonos". Así que ahí mismo pedí turno online en el regristro civil y, una semana después, nos casamos. Pero no hubo vestido, fiesta, ni nada. ¡Lamento decepcionarte!

“Ni bien supieron de nuestra relación, los papás de Nico se aparecieron en casa –cayeron de sorpresa– y nos dijeron: “A nosotros sólo nos importa que sean felices”. Son dos genios totales a quienes adoro”.
“Ni bien supieron de nuestra relación, los papás de Nico se aparecieron en casa –cayeron de sorpresa– y nos dijeron: “A nosotros sólo nos importa que sean felices”. Son dos genios totales a quienes adoro”.

-Para terminar esta nota necesito saber: ¿es verdad que Mick Jagger intentó besarte en la fiesta que se realizó después de la ceremonia de entrega del Oscar o es sólo una leyenda?

-¡Es verdad! La cosa fue así: llegué con Nico a esa súper fiesta y él se fue directo a la cocina a comer algo porque estaba famélico. Yo me acerqué a la pista y, de pronto, empecé a notar que todos me miraban. No entendía qué pasaba hasta que vi a un viejito –que podría haber sido, tranquilamente, el portero de mi edificio porque estaba vestido muy croto– que bailaba al lado mío. Te juro que tardé en descubrir quién era, pero claro, empezó a hacerme el paso de la gallina y dije: "listo, es Mick Jagger". Bueno, bailamos un rato hasta que se me acercó y me quiso besar. Ahí salí corriendo a la cocina y le dije a Nico: "¡Me quiso chapar Mick Jagger!''. Y Nico me contestó: "¿Cómo no lo besaste, Marian? ¡Es una leyenda del rock!".

Texto: Juliana Ferrini. Producción: Audrey Liceaga. Fotos: Maxi Didari

Maquilló: Gaby Triay para De la Vega Make up. Peinó: Carmen para Cerini con productos L`Oréal. Agraecemos a AY Not Dead y Lola Nails.

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