Campo de la salud: hacia una crítica con propuesta

La respuesta a una verdadera transformación del sector no radica solo en señalar lo que está mal, sino en proponer, escapar de la trampa de la queja sin sentido y avanzar hacia soluciones concretas que modifiquen positivamente la realidad

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La solución a los problemas en el campo de la salud no radica solo en la voluntad legislativa, sino en un marco respaldado por consensos (Foto: Gastón Taylor)
La solución a los problemas en el campo de la salud no radica solo en la voluntad legislativa, sino en un marco respaldado por consensos (Foto: Gastón Taylor)

En debates recientes sobre salud, es común hallar críticas sin propuestas sólidas. Creo que la queja sola no basta, se requiere avanzar hacia propuestas constructivas que identifiquen problemas y ofrezcan soluciones fundamentadas. ¿De qué valen reproches sin acciones concretas para cambios significativos? La pregunta es si estamos preparados para adoptar una posición que aporte soluciones transformadoras, más allá de simplemente identificar errores y carencias.

La clave para transformar la salud está en liberarse de la espiral de la crítica estéril y abrazar la creatividad como motor de cambio. ¿Cómo convertir la tensión de una crítica en una fuerza que impulse cambios desde una perspectiva constructiva? La respuesta no radica solo en señalar problemas, sino en proponer soluciones, escapar de la trampa de la queja sin sentido y avanzar hacia soluciones concretas que modifiquen positivamente la realidad que nos preocupa.

Pienso que este cambio va más allá de describir problemas. Se trata de asumir un papel activo en la búsqueda de explicaciones y en la ejecución de soluciones efectivas. La salud merece más que simples cuestionamientos, merece ideas poderosas que impulsen una transformación positiva. De la protesta a la propuesta, de la crítica a la construcción, todos estamos llamados a marcar la diferencia de manera seria y comprometida. Recordemos que respaldando nuestras opiniones con soluciones sólidas contribuimos a un cambio significativo en el campo de la salud. Es el momento de pensar y actuar más allá de la superficie, es hora de construir un futuro saludable, sustentable y equitativo, pero ¿en qué se fundamenta la propuesta?

Noción de campo de la salud: superando el concepto de sistema

Entiendo que enfrentar la complejidad de la salud exige superar el concepto convencional de sistema, fragmentado en tres subsectores (público, privado y de seguridad social). La propuesta incorpora el abordaje de “campo”, reconociendo su mayor amplitud y comprensión en comparación con el conocido concepto de sistema. La noción de campo de la salud surgió al reconocer la influencia de actores externos al sistema que, al tomar decisiones, impactan en dicho campo, incluyendo al poder legislativo, poder judicial y laboratorios, entre otros. La visión propuesta busca la sustentabilidad desde un nuevo paradigma, superando ajustes puntuales ineficaces conocidos como la “teoría del parche”. La urgencia de este cambio epistemológico se manifiesta en la necesidad de comprender el tema no solo como un sistema, sino como un campo más amplio.

Desde el Instituto de Investigación de Obras Sociales de OSDEPYM que presido, abrimos un espacio para soluciones concretas, evitando enfoques tradicionales y construyendo un modelo más efectivo. La idea destaca la importancia de redefinir la idea de interdependencia, diálogo y consenso en un contexto abarcativo desde un enfoque renovado. Se aboga por la creación de un espacio institucional que incluya a todos los actores del campo de la salud, concebido como un foro para consensuar reformas.

Finalmente, quiero enfatizar que la solución no radica solo en la voluntad legislativa, sino en un marco normativo respaldado por consensos básicos. La propuesta insta a superar impulsos legislativos aislados y avanzar hacia reformas permanentes basadas en el acuerdo colectivo. Creo que un ejemplo de ello ha sido el INCUCAI, que sirve como un modelo de decisiones respetadas.

Los siete y un consenso básico

Sugiero establecer acuerdos cruciales que transformarán de manera copernicana el panorama de la salud.

Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología Sanitaria: al dar prioridad al valor añadido de las nuevas tecnologías, buscamos no solo mejorar la eficiencia sino un camino hacia un futuro más avanzado. Muchas nuevas tecnologías tienen escaso o nulo valor agregado. Por eso, es necesario crear una Agencia que ejerza una rectoría en este ámbito y establezca un sistema transparente de priorización explícita de las nuevas tecnologías sanitarias que se van a incorporar a la cobertura de salud, evaluando su costo-efectividad.

Fondo Especial para Medicamentos y Prácticas de Alto Costo: la necesidad de este fondo radica en equilibrar la prestación de salud de alta calidad sin descuidar la accesibilidad para todos, superando así divisiones perjudiciales. Los beneficiarios del sistema de salud que presentan enfermedades de alto costo y baja incidencia, así como otras de largo tratamiento, requieren un abordaje diferente al resto de las patologías por el alto impacto económico que suponen para quienes las financian. Si no damos una respuesta urgente a este gasto catastrófico exponencial, se puede estar condenando a la quiebra a muchas obras sociales.

Canasta Básica de Prestaciones en lugar del PMO: la propuesta de una canasta básica busca evitar expansiones sin respaldo presupuestario, asegurando un derecho real y sostenible a la salud. Si seguimos incorporando patologías al PMO sin su correspondiente partida presupuestaria, sobre la base de que el papel aguanta todo, es algo así como creer que vivimos en el país de las maravillas donde los recursos son infinitos. Por eso es necesario la creación de una canasta básica de prestaciones taxativa que reemplace el actual PMO.

Reducción de la Judicialización en Salud: crear instituciones prestigiosas y consensuadas es esencial para abordar la judicialización y garantizar resultados efectivos en el ámbito de la salud, especialmente la mediación. Solucionar esta problemática requiere crear una institución con prestigio, transparencia y consenso dentro del campo de la salud, de consulta obligatoria para los jueces, porque si seguimos con este grado de rutinización de los recursos de amparo, el resultado será una carta a los “Reyes Magos”.

Equilibrio en la Incorporación de Nuevas Tecnologías Sanitarias: la elaboración de una agenda para integrar tecnologías busca garantizar la sostenibilidad financiera y la accesibilidad. Mientras las tecnologías aumentan exponencialmente el precio, el sistema de salud cuenta con los mismos mecanismos de financiamiento. ¿La pregunta es quién sustenta la brecha? El interrogante que atraviesa el campo de la salud es cómo lograr un adecuado balance y equilibrio entre tecnologías que salvan vidas, mejoran la sobrevida y aumentan la calidad de vida a costos cada vez mayores, y la búsqueda de eficiencia, equidad y sustentabilidad en el campo de la salud. El Estado, en una primera etapa no menor de tres años, se debe hacer cargo de este mayor costo.

Readecuación Presupuestaria para Educación y Transporte de Discapacitados: al asignar partidas específicas de educación y transporte, excluyéndolo del Fondo Solidario de Redistribución, buscamos una distribución más justa y coherente de recursos, evitando desequilibrios.

Abordar la Situación del Monotributo de manera Integral: utilizar el artículo 163 de la Ley 27.430 para ajustar las cotizaciones previsionales es un paso hacia un enfoque integral y transparente.

Todo esto culmina en lo que conocemos como “el consenso de llegar a consensos”.

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