Conflicto en medio oriente: ¿tiene solución?

Los caminos para la paz en esa región del planeta

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Un manifestante en Varsovia levanta una pancarta en la que se lee "alto al terror de Hamas" (Reuters)
Un manifestante en Varsovia levanta una pancarta en la que se lee "alto al terror de Hamas" (Reuters)

Después del Holocausto, en el cual alrededor de seis millones de judíos fueron asesinados, los sobrevivientes se unieron en un contrato social: crear una tierra donde no fueran asesinados ni perseguidos por ser judíos. Durante 75 años, el Estado de Israel cumplió esta promesa, hasta que en la mañana del sábado 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamas lanzó un ataque a gran escala contra Israel, logrando penetrar en su territorio y perpetrando una masacre de civiles sin precedentes.

Israel se encuentra ante un difícil escenario: su reacción frente al ataque que recibió debe ser lo suficientemente fuerte como para eliminar a Hamas, pero evitando excesos que podrían llevar a una situación irreversible con el mundo árabe.

Un alto el fuego no es una opción. Hamas se rearmaría y mantendría su infraestructura de túneles intacta, lo que le permitiría reanudar sus ataques rápidamente. La única forma es continuar con la incursión terrestre para eliminar todos los túneles y a los jefes terroristas. Por otro lado, a medida que Israel avanza, tiene que crear zonas seguras para los civiles.

Una vez finalizada la campaña militar de Israel, la única forma de mantener el terrorismo alejado de Gaza es controlando la seguridad del enclave. Pero ese control de seguridad no puede ser realizado por Israel, como sucede en parte de Cisjordania, debido al rechazo que generaría entre los palestinos. El control debe ser realizado por una fuerza internacional, compuesta por países árabes con buena relación con Israel y que no patrocinen el terrorismo. Esta participación no debería limitarse a la seguridad, sino también incluir la reconstrucción de la franja de Gaza y la formación de un gobierno capaz de mejorar las condiciones de vida en el territorio.

La participación de los países árabes en una administración transitoria tendría como requisito ciertas concesiones por parte de Israel en Cisjordania, que podría incluir el cese de la construcción y expansión de nuevos asentamientos y la transferencia de ciertos territorios a la Autoridad Palestina. Muchos países árabes podrían asumir este complejo compromiso como una forma de poner límite al expansionismo de Irán y demostrar al mundo que pueden lidiar con los problemas de su región.

Los palestinos merecen tener un estado, pero Israel no puede permitir la creación de un estado Palestino mientras sigan operando en su territorio organizaciones terroristas como Hamas y la Yihad Islámica. Al mismo tiempo, no se puede esperar que la solución provenga desde Occidente. La solución a los problemas de Medio Oriente debe provenir de Medio Oriente.

Por otro lado, esta solución debería ser planteada por un nuevo primer ministro. Muchos acusan a Netanyahu de haber promovido a Hamas con fines políticos, y por otro lado, la importante falla de seguridad que permitió la incursión de Hamas ocurrió bajo su gobierno.

En el corto plazo, Israel debe permitir el ingreso de más ayuda humanitaria, tomando las medidas de seguridad adecuadas para evitar que esos recursos terminen en manos de Hamas.

En paralelo, se debe atacar la cuestión de la financiación del terrorismo. Se debe bloquear totalmente la financiación que reciben Hezbolá y Hamas por parte de Irán y Qatar. Irán apoya a estos grupos mediante sus Brigadas Al-Quds, cuyo objetivo manifiesto es la destrucción del estado de Israel.

El mundo libre necesita un Medio Oriente en paz con un Israel, Arabia Saudita y EAU alineados. Necesita una victoria ucraniana contra Rusia para garantizar la seguridad europea, y también necesita un Taiwán fuerte y armado para disuadir cualquier intento expansionista chino. Ucrania dentro de la Unión Europea y la OTAN sería muy bueno para el bloque y para la seguridad global. Israel con buenas relaciones con los países árabes y Palestina como un estado independiente bajo una fuerza de seguridad internacional árabe sería un gran impulso para un Medio Oriente más pluralista. Puede parecer utópico, pero no hay que dejar de intentarlo.

En cuanto a nuestro país, Argentina en este contexto debe reafirmar su compromiso con las democracias liberales y distanciarse de los autoritarismos como Irán, país que está implicado en dos atentados terroristas cometidos en nuestro país y con el cual el gobierno actual tiene buenas relaciones, al punto de compartir un espacio en los BRICS. Al mismo tiempo nuestro gobierno debe hacer el máximo esfuerzo para recuperar a nuestros compatriotas secuestrados.

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