Hace unas décadas, incluso siglos, los ancestros acostumbraban a nombrar a sus hijos con el nombre del santo del día en que nacieron, no en vano en las famosas “Mañanitas” hay una estrofa que dice: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
El onomástico hace alusión día en que se festeja algún santo, aunque es común que mucha gente lo use como sinónimo de cumpleaños, lo cual es erróneo, pues al hablar de él sólo se alude al listado de los nombres del santoral.
Como se indica en el calendario santoral, hoy también se conmemora a las mujeres y hombres que destacaron por tener conexiones especiales con las divinidades, que hicieron buenas acciones por el prójimo y que tenían una elevada ética y moral, motivos que los llevaron a ser canonizados o beatificados y formar parte del santoral.
Este es el santoral del martes 6 de agosto.
Festejo del día: San Hormisda papa
En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Hormisda, papa. Abanderado de la paz, consiguió acabar con el cisma de Acacio en Oriente y en Occidente hizo que se respetaran religiosamente por los nuevos pueblos los derechos de la Iglesia.
San Hormisda fue un papa de la Iglesia Católica que estuvo en dicho puesto de 514 hasta el 523, se le reconoce por su labor a favor de la paz y resolver conflictos dentro de la iglesia, sus acciones contribuyeron a la unión de los integrantes de esta institución.
Es reconocido como uno de los papas que trabajó arduamente por la unidad y la defensa de los derechos de la iglesia. Su legado se mantiene vivo, es considerado como uno de los santos que representar el liderazgo y compromiso con los valores cristianos.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este martes 6 de agosto como los siguientes:
Santa Claudia matrona
San Justo
Beato Carlos López Vidal
Beato Escelino
Beata María Francisca de Jesús Rubatto
Beato Octaviano de Savona
Beato Tadeo Dulny
Qué se necesita para ser canonizado
La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.
En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir). La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.
No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.
La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.