
En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.
En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer una persona seria y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden dar una imagen negativa que te haría parecer descuidado o con preparación.
Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.
Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza de nuestro léxico.
En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en fusión con la RAE, emite a través de su página web y de manera constante diversas recomendaciones con el objetivo de velar por el buen uso del idioma español.
‘A bordo’ y ‘abordo’, cuáles son las diferencias

La expresión a bordo, que significa ‘en una embarcación u otro vehículo’, se escribe en dos palabras, mientras que el sustantivo abordo, sinónimo de abordaje, se escribe en una sola.
Sin embargo, no es infrecuente ver la locución a bordo en una sola palabra: «El Aquarius llega al Puerto de Valencia con 106 inmigrantes abordo», «Abordo de este barco se encuentran médicos de distintas nacionalidades» o «La maleta con el dinero había llegado de Honduras el pasado 29 de julio abordo de un vuelo de una compañía privada».
El mismo error se comete en la expresión segundo de a bordo, usada para referirse a quien ocupa el segundo lugar en una cadena de mando: «Alfonso Bataller apenas lleva mes y medio como segundo de abordo en el consistorio castellonense».
Según el Diccionario panhispánico de dudas, lo adecuado es escribir en dos palabras esta locución, que significa ‘al o en el interior de una nave o, por extensión, de un medio de transporte’. Se aconseja no confundirla, por tanto, con el sustantivo abordo, sinónimo de abordaje y menos frecuente en el uso: «El abordo de los piratas se produjo en las costas de Somalia».
Así, en los ejemplos anteriormente citados lo apropiado habría sido escribir «El Aquarius llega al Puerto de Valencia con 106 inmigrantes a bordo», «A bordo de este barco se encuentran médicos de distintas nacionalidades», «La maleta con el dinero había llegado de Honduras el pasado 29 de julio a bordo de un vuelo de una compañía privada» y «Alfonso Bataller apenas lleva mes y medio como segundo de a bordo en el consistorio castellonense».
¿Cuál es la función de la RAE?

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.
Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.
Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.
Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.
Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.
Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.
La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.
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