Malformación arteriovenosa cerebral: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Varias son las causas de esta enfermedad, sin embargo, hay distintas opciones para su tratamiento

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También conoce la forma en la que se diagnostica este padecimiento, cómo evitarla y cuáles son los factores de riesgo (Infobae/Jovani Pérez)
También conoce la forma en la que se diagnostica este padecimiento, cómo evitarla y cuáles son los factores de riesgo (Infobae/Jovani Pérez)

Una malformación arteriovenosa cerebral es una maraña de vasos sanguíneos que conectan las arterias y las venas del cerebro.

Las arterias llevan la sangre oxigenada desde el corazón hasta el cerebro. Las venas transportan la sangre sin oxígeno de nuevo a los pulmones y al corazón. Una malformación arteriovenosa cerebral altera este proceso vital.

Una malformación arteriovenosa puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero los lugares comunes son el cerebro y la médula espinal (aunque, en general, las malformaciones arteriovenosas cerebrales son poco frecuentes).

La causa de las malformaciones arteriovenosas cerebrales no está clara. La mayoría de las personas nace con ellas, pero se pueden formar más adelante en la vida. No suelen ser hereditarias.

Algunas personas con malformación arteriovenosa cerebral manifiestan signos y síntomas, como dolores de cabeza y convulsiones. Por lo general, una malformación arteriovenosa se detecta después de una exploración del cerebro que se hace originalmente por algún otro problema de salud o después de que los vasos sanguíneos se rompen y sangran (hemorragia).

Una vez diagnosticada, una malformación arteriovenosa puede tratarse para prevenir complicaciones, como daño cerebral o accidentes cerebrovasculares.

Síntomas

Es posible que una malformación arteriovenosa cerebral no produzca signos ni síntomas hasta que se rompa y genere una hemorragia. En aproximadamente la mitad de todas las malformaciones arteriovenosas cerebrales, la hemorragia es el primer signo.

Pero algunas personas con malformación arteriovenosa cerebral pueden presentar signos y síntomas distintos del sangrado, como los siguientes:

Convulsiones Dolor de cabeza o dolor en una parte de la cabeza Debilidad muscular o entumecimiento en alguna parte del cuerpo

Algunas personas pueden presentar signos y síntomas neurológicos más graves, según la ubicación de la malformación arteriovenosa , entre ellos:

Dolor de cabeza intenso Debilidad, entumecimiento o parálisis Pérdida de la visión Dificultad para hablar Confusión o incapacidad para entender a los demás Inestabilidad grave

Los signos y síntomas de una malformación arteriovenosa cerebral pueden aparecer a cualquier edad, pero suelen presentarse entre los 10 y los 40 años. Con el tiempo, las malformaciones arteriovenosas pueden dañar el tejido cerebral. Los efectos se acumulan lentamente y, con frecuencia, producen síntomas a principios de la adultez.

Sin embargo, en la mediana edad, las malformaciones arteriovenosas cerebrales tienden a permanecer estables y es menos probable que produzcan síntomas.

En las investigaciones no se ha comprobado que el embarazo aumente el riesgo de sufrir hemorragia en las personas con una malformación arteriovenosa cerebral. Sin embargo, es necesario realizar más investigaciones.

Un tipo grave de malformación arteriovenosa cerebral es el que afecta la vena de Galeno. Provoca signos y síntomas que aparecen poco o inmediatamente después del nacimiento. Los vasos sanguíneos más importantes que se ven afectados en este tipo de malformación arteriovenosa cerebral pueden hacer que se acumule líquido en el cerebro y se hinche la cabeza. También puede causar hinchazón de las venas que se pueden ver en el cuero cabelludo, convulsiones, retraso en el desarrollo e insuficiencia cardíaca congestiva.

Cuándo consultar al médico

Busca atención médica inmediata si observas alguno de los signos o síntomas de una malformación arteriovenosa cerebral, como convulsiones, dolores de cabeza u otros. Una malformación arteriovenosa cerebral con sangrado puede ser mortal y requiere atención médica de urgencia.

 Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)

Factores de riesgo

Cualquiera puede nacer con una malformación arteriovenosa cerebral, pero estos factores pueden aumentar el riesgo de lo siguiente:

Haber nacido hombre.

Las

malformaciones arteriovenosas

cerebrales son más frecuentes en los hombres.

Tener antecedentes familiares.

En situaciones raras, se han informado casos de

malformaciones arteriovenosas

cerebrales en familias, pero no está claro si existe un factor genético o si son únicamente coincidencias. También es posible heredar otras afecciones médicas que aumenten el riesgo de

malformación arteriovenosa

cerebral, como telangiectasia hemorrágica hereditaria.

Diagnóstico

Para diagnosticar una malformación arteriovenosa del cerebro, el proveedor de atención médica revisará tus síntomas y te hará un examen físico.

Para diagnosticar una malformación arteriovenosa del cerebro, se podrían usar una o más pruebas. Los radiólogos capacitados en imágenes del cerebro y el sistema nervioso (neurorradiólogos) son quienes suelen hacer estas pruebas por imágenes.

Algunas pruebas utilizadas para diagnosticar la malformación arteriovenosa cerebral son las siguientes:

Angiografía cerebral. También conocida como "arteriografía cerebral", es la prueba más detallada para diagnosticar una malformación arteriovenosa cerebral. La angiografía cerebral revela la ubicación y las características de las arterias nutricias y las venas de drenaje, lo cual es fundamental para planificar el tratamiento.

En la prueba, se introduce una sonda larga y fina (catéter) en una arteria de la ingle o la muñeca y se guía hasta el cerebro usando radiografías. Se inyecta un tinte en los vasos sanguíneos del cerebro para que se puedan visualizar en las radiografías.

Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada utiliza una serie de radiografías para crear imágenes transversales detalladas del cerebro.

Algunas veces se inyecta un tinte a través de un tubo en una vena del brazo durante la exploración por tomografía computarizada (angiografía por tomografía computarizada). El tinte hace que las arterias nutricias y las venas de drenaje de la malformación arteriovenosa puedan verse en mayor detalle.

Imágenes por resonancia magnética. Las imágenes por resonancia magnética utilizan imanes potentes y ondas de radio para crear imágenes detalladas del cerebro.

Las imágenes por resonancia magnética son más sensibles que la tomografía computarizada y pueden mostrar cambios más sutiles en los tejidos cerebrales asociados con una malformación arteriovenosa cerebral.

Las imágenes por resonancia magnética también suministran información sobre la ubicación exacta de la malformación arteriovenosa cerebral y cualquier sangrado relacionado en el cerebro, lo cual es importante para determinar las opciones de tratamiento.

También se puede inyectar un tinte para observar la circulación sanguínea dentro del cerebro (angiografía por resonancia magnética).

 Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (Europa Press)
Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (Europa Press)

Tratamiento

Existen varias opciones de tratamientos posibles para una malformación arteriovenosa cerebral. El objetivo principal del tratamiento es prevenir las hemorragias, pero también se puede considerar un tratamiento para controlar las convulsiones u otras complicaciones neurológicas.

El tratamiento más adecuado para tu afección depende de tu edad, salud y el tamaño y la ubicación de la malformación arteriovenosa en el cerebro.

Es posible usar medicamentos para tratar los síntomas de la malformación arteriovenosa , como dolores de cabeza o convulsiones.

El tratamiento más frecuente para las malformaciones arteriovenosas cerebrales es la cirugía. Hay tres opciones de cirugía:

Extirpación quirúrgica (resección). Si la malformación arteriovenosa cerebral sangra o se encuentra en una zona a la que se puede llegar con facilidad, se recomienda extirparla mediante cirugía cerebral. Durante este procedimiento, el cirujano extrae temporalmente parte del cráneo para acceder a la malformación arteriovenosa .

Con la ayuda de un microscopio de alta potencia, el cirujano sella la malformación arteriovenosa con pinzas especiales y la extrae con cuidado del tejido cerebral que la rodea. Luego, el cirujano vuelve a colocar el hueso del cráneo y cierra la incisión del cuero cabelludo.

La resección, generalmente, se realiza cuando la malformación arteriovenosa puede extirparse con un bajo riesgo de hemorragia o convulsiones. Las malformaciones arteriovenosas que se encuentran en regiones profundas del cerebro corren un mayor riesgo de presentar complicaciones. En estos casos, el proveedor de atención médica puede recomendar otros tratamientos.

Embolización endovascular. Durante este procedimiento, se introduce un catéter en una arteria de la pierna o la muñeca y se guía por los vasos sanguíneos hasta el cerebro usando imágenes de rayos X.

El catéter se coloca en una de las arterias que alimenta la malformación arteriovenosa cerebral. El cirujano inyecta un agente de embolización, como pequeñas partículas, una sustancia parecida a un pegamento, microbobinas u otro material, para bloquear la arteria y reducir el flujo sanguíneo hacia la malformación arteriovenosa .

La embolización endovascular es menos invasiva que la cirugía tradicional. Puede realizarse sola, pero a menudo se usa antes de otros tratamientos quirúrgicos para que sean más seguros. Esto se logra al reducir el tamaño de la malformación arteriovenosa cerebral o la probabilidad de sangrado.

En algunas malformaciones arteriovenosas cerebrales grandes, la embolización endovascular puede utilizarse para reducir los síntomas parecidos a los de un accidente cerebrovascular redirigiendo la sangre nuevamente al tejido cerebral.

Radiocirugía estereotáctica. Este tratamiento utiliza radiación enfocada con precisión para destruir la malformación arteriovenosa . No es una cirugía en el sentido tradicional ya que no se realizan cortes en el cuerpo.

En cambio, con la radiocirugía estereotáctica se dirigen muchos haces de radiación altamente concentrados a la malformación arteriovenosa para dañar los vasos sanguíneos y formar cicatrices. Los vasos sanguíneos cicatrizados de la malformación arteriovenosa luego se coagulan lentamente de uno a tres años después del tratamiento.

Este tratamiento es más adecuado para las malformaciones arteriovenosas pequeñas difíciles de extirpar con cirugía convencional y para las que no han causado una hemorragia que pone en riesgo la vida.

Si tienes pocos síntomas o ninguno, o si la malformación arteriovenosa está en una región del cerebro que es difícil de tratar, el proveedor de atención médica podría decidir controlar tu afección con chequeos regulares.

Posibles tratamientos futuros

Actualmente, los investigadores están estudiando modos para predecir mejor el riesgo de hemorragia que tienen las personas con malformación arteriovenosa cerebral, a fin de tomar mejores decisiones de tratamiento. Por ejemplo, la presión arterial alta dentro de la malformación arteriovenosa y los síndromes hereditarios asociados con problemas neurológicos pueden ser un factor.

También se están evaluando innovaciones en la tecnología del diagnóstico por imágenes, como las imágenes tridimensionales, las imágenes funcionales y la cartografía de las vías cerebrales, que producen imágenes del flujo sanguíneo hacia determinadas áreas del cerebro. Las técnicas tienen el potencial de mejorar la seguridad y la precisión quirúrgica de la extirpación de malformaciones arteriovenosas cerebrales y la preservación de los vasos circundantes.

Además, los continuos avances en las técnicas de embolización, radiocirugía y microcirugía hacen que las malformaciones arteriovenosas cerebrales que antes no podían operarse ahora sean más accesibles y seguras para la extirpación quirúrgica.