Síndrome de dolor regional complejo: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Hay enfermedades que no presentan síntomas, por lo que es importante llevar una vida saludable y hacer revisiones constantes al médico

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Además conoce la forma en
Además conoce la forma en la que se diagnostica esta enfermedad, cómo evitarla y cuáles son los factores de riesgo (Infobae/Jovani Pérez)

El síndrome de dolor regional complejo es un tipo de dolor crónico que suele afectar a un brazo o una pierna. El síndrome de dolor regional complejo suele desarrollarse después de una lesión, una cirugía, un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco. El dolor es desproporcionado en relación con la gravedad de la lesión inicial.

El síndrome de dolor regional complejo es poco común y su causa no se entiende claramente. El tratamiento es más eficaz cuando se inicia de forma temprana. En esos casos, la mejoría e incluso la remisión son posibles.

Síntomas

Los signos y síntomas del síndrome de dolor regional complejo incluyen:

Dolor ardiente o palpitante continuo, por lo general en el brazo, la pierna, la mano o el pie Sensibilidad al tacto o al frío. Hinchazón de la zona dolorida. Cambios en la temperatura de la piel, que alterna entre sudor y frío. Cambios en el color de la piel, que van desde el blanco y las manchas hasta el rojo o el azul. Cambios en la textura de la piel, que puede volverse sensible, delgada o brillosa en la zona afectada. Cambios en el crecimiento del cabello y las uñas. Rigidez, hinchazón y daño articulares. Espasmos musculares, temblores y debilidad (atrofia). Limitación para mover la parte del cuerpo afectada.

Los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo y variar según la persona. El dolor, la hinchazón, el enrojecimiento, los cambios notables de temperatura y la hipersensibilidad (en particular al frío y al tacto) suelen ocurrir primero.

Con el tiempo, la extremidad afectada puede volverse fría y pálida. Puede sufrir cambios en la piel y las uñas, así como espasmos y tensión musculares. Una vez que suceden estos cambios, la afección a menudo es irreversible.

El síndrome de dolor regional complejo ocasionalmente puede propagarse desde su fuente a otras partes del cuerpo, como la extremidad opuesta.

En algunas personas, los signos y síntomas del síndrome de dolor regional complejo desaparecen por sí solos. En otras, los signos y síntomas persisten durante meses a años. El tratamiento puede ser más eficaz si se inicia al principio de la enfermedad.

Cuándo consultar al médico

Si sientes un dolor intenso y constante en una extremidad que provoca que al tocarla o moverla el dolor sea intolerable, consulta con tu proveedor de atención médica para que determine la causa. Es importante tratar a tiempo el síndrome de dolor regional complejo .

Diagnóstico

El diagnóstico del SDRC se basa en un examen físico y en tus antecedentes médicos. No hay una sola prueba que pueda diagnosticar definitivamente el SDRC , pero los siguientes procedimientos pueden proporcionar pistas importantes:

Gammagrafía ósea.

Este procedimiento puede ayudar a encontrar cambios en los huesos. Una sustancia radioactiva inyectada en una de las venas permite ver los huesos con una cámara especial.

Pruebas de producción de sudor.

Algunas pruebas pueden medir la cantidad de sudor en ambos miembros. Los resultados desiguales pueden indicar

SDRC

.

Radiografías.

La pérdida de minerales en los huesos puede verse en una radiografía en estadios más avanzadas de la enfermedad.

Imágenes por resonancia magnética (RM).

Las imágenes captadas con una

IRM

pueden mostrar cambios en los tejidos que descartan otras afecciones.

 Cada enfermedad tiene una
Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (UNAM)

Tratamiento

Hay pruebas de que el tratamiento temprano podría ayudar a mejorar los síntomas del síndrome de dolor regional complejo . Generalmente, es necesaria una combinación de diferentes tratamientos, adaptados a su caso específico. Algunas opciones de tratamiento son:

Medicamentos

Los médicos utilizan diversos medicamentos para tratar los síntomas del síndrome de dolor regional complejo .

Analgésicos. Los analgésicos disponibles sin receta médica, como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve), pueden aliviar el dolor leve y la inflamación.

El médico puede recetarte analgésicos más fuertes si los de venta libre no son de ayuda. Los medicamentos opioides podrían ser una opción. Si se toman en dosis bajas, pueden ayudar a controlar el dolor.

Medicamentos antidepresivos y anticonvulsivos

. A veces, los antidepresivos, como la amitriptilina y los anticonvulsivos, como la gabapentina (Gralise, Neurontin), se utilizan para tratar el dolor que se origina en un nervio lesionado (dolor neuropático).

Corticoides.

Es posible que los medicamentos esteroides, como la prednisona, reduzcan la inflamación y mejoren el movimiento de la extremidad afectada.

Medicamentos contra la pérdida de masa ósea.

Es posible que el proveedor de atención médica te sugiera medicamentos para prevenir o detener la pérdida de masa ósea, como el alendronato (Binosto, Fosamax) y la calcitonina (Miacalcin).

Medicamentos para el bloqueo de los nervios simpáticos.

Es posible que la inyección de un anestésico para bloquear las fibras de dolor en los nervios afectados alivie el dolor en algunas personas.

Ketamina intravenosa.

Algunos estudios muestran que las dosis bajas de ketamina intravenosa, un anestésico fuerte, pueden aliviar sustancialmente el dolor.

Medicamentos para disminuir la presión arterial.

A veces, los medicamentos para la presión arterial alta, incluidos la prazosina (Minipress), la fenoxibenzamina (Dibenzyline) y la clonidina pueden ayudar a controlar el dolor.

Terapias

Terapia de calor.

La aplicación de calor puede ofrecer un alivio de la hinchazón y la incomodidad en la piel fría.

Analgésicos tópicos.

Existen diversos tratamientos tópicos que pueden reducir la hipersensibilidad, como la crema de capsaicina (que se puede adquirir sin receta médica) o la crema o los parches de lidocaína (Lidoderm, ZTlido, entre otros).

Fisioterapia o terapia ocupacional.

El ejercicio suave y guiado de las extremidades afectadas o la modificación de las actividades diarias podría ayudar a disminuir el dolor y mejorar la amplitud de movimiento y la fuerza. Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más eficaces serán los ejercicios.

Terapia del espejo.

Este tipo de terapia utiliza un espejo para ayudar a engañar al cerebro. Sentado ante un espejo o caja de espejos, se mueve la extremidad sana para que el cerebro lo perciba como la afectada por el

síndrome de dolor regional complejo

. Las investigaciones muestran que este tipo de terapia podría ayudar a mejorar la función y reducir el dolor de quienes tienen

síndrome de dolor regional complejo

.

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea

. El dolor crónico, a veces, se puede aliviar si se aplican impulsos eléctricos a las terminaciones nerviosas.

Biorretroalimentación.

En algunos casos, podría ser útil aprender técnicas de biorretroalimentación. En la biorretroalimentación, aprendes a tomar mayor consciencia de tu cuerpo para que puedas relajarte y aliviar el dolor.

Estimulación de la médula espinal.

El proveedor de atención médica introduce electrodos diminutos a lo largo de la médula espinal. Una pequeña corriente eléctrica dirigida a la médula espinal provoca el alivio del dolor.

Bombas para administrar un fármaco intratecal.

En esta terapia, los medicamentos que alivian el dolor se administran por una bomba en el líquido de la médula espinal.

Acupuntura.

La inserción de agujas largas y delgadas puede ayudar a estimular los nervios, los músculos y el tejido conectivo para aumentar el flujo sanguíneo y aliviar el dolor.

Es posible que el síndrome de dolor regional complejo vuelva a aparecer, a veces debido a un desencadenante, como la exposición al frío o al estrés emocional intenso. Las recurrencias pueden tratarse con pequeñas dosis de un antidepresivo u otro medicamento.